¿Existen en Suiza ciudades santuario?
Estados Unidos ha visto cómo en temas de inmigración, recientemente, las ciudades se han enfrentado a las autoridades federales. A una escala más modesta, están surgiendo políticas similares en Suiza.
El término “santuario” (utilizado anteriormente para referirse a los criminales que buscaban inmunidad en las iglesias) se ha convertido en algo más laico, hoy en día. Y una “ciudad santuario” es aquella que, al ofrecer servicios y protección a los residentes indocumentados, desafía las leyes nacionales.
La cuestión es especialmente controvertida en Estados Unidos, donde ciudades como Chicago, Nueva York y el “estado santuario” de California se han negado a cooperar con lo que consideran políticas de inmigración excesivamente restrictivas de la administración Trump.
En Europa y Suiza estos casos son más raros. Sin embargo, las ciudades –también aquí– están empezando a “dar un paso adelante en áreas donde antes no tenían prerrogativas”, según David Kaufmann, profesor de Desarrollo Espacial y Política Urbana en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ).
En una serie de conferenciasEnlace externo celebradas en Zúrich, Berna y Ginebra sobre el tema de las ciudades santuario en Suiza, Kaufmann ha señalado que algunas iniciativas están empezando a poner a prueba el equilibrio entre el poder federal, cantonal y municipal.
El proyecto Papyrus
El ejemplo más obvio ha sido el proyecto ‘Papyrus’. Un plan de Ginebra que pretende regularizar a unas 3 500 personas en situación clandestina, gran parte de ellas, mujeres latinoamericanas empleadas como trabajadoras domésticas.
Se trata de un caso de Ginebra “que se abre un poco a suavizar el proceso de regularización”, dice Kaufmann. Los cantones legalmente pueden optar por regularizar a los individuos en casos de probadas “dificultades”. Sin embargo, Papyrus se ha llevado a cabo a una escala mucho más amplia, y también en el marco de un proceso cuidadoso (en el que han participado ONG y autoridades cantonales y federales) que ha asegurado a las personas en situación irregular que, al presentar la solicitud, no corrían el riesgo de ser deportadas.
Y aunque las autoridades federales han insistido en que “no se trataba de una regularización colectiva, sino de una evaluación caso por caso”, Papyrus ha llamado la atención de otros cantones como Basilea (la tercera metrópoli más grande de Suiza, después de Zúrich y Ginebra).
Cantones y ciudades-estado
Pero no está claro si este esquema podría funcionar en otro lugar. Según Kaufmann, en primer lugar, porque las estructuras establecidas para Papyrus se crearon durante mucho tiempo y eran relativamente específicas al contexto. En segundo lugar, porque no todas las ciudades suizas tienen un nivel competencial tan alto como el que tiene Ginebra.
Para Kaufmann, Ginebra y Basilea son ejemplos únicos. Según él, ambas son esencialmente “ciudades-estado”, ciudades y cantones, al mismo tiempo. En la práctica, esto significa que la ciudad (donde residen la mayoría de las personas en situación irregular) y el cantón (que tiene la prerrogativa de formular políticas) a menudo se alinean. Pero en lugares como Zúrich o Lausana, los gobiernos municipales de izquierda a menudo chocan con los cantones más grandes y más conservadores de su entorno, y luchan por introducir tales políticas.
En Zúrich esta división es clara. La ciudad (de 428 000 habitantes) está gobernada por la izquierda. El cantón que lo rodea es de centro-derecha. Cuando, en 2018, el Ejecutivo cantonal planteó una regularización del tipo Papyrus, la idea fue rechazada. “La situación en el cantón de Zúrich no se compara con la del cantón de Ginebra”, escribió el Gobierno (PDF).
Tarjetas de identificación de la ciudad
Con una situación institucional y política muy diferente a la de los Estados Unidos, las ciudades suizas sobre todo se han dedicado a proyectos más modestos. En Zúrich, esto ha incluido la tarjeta de la ciudad (City Card), un documento que se expide a todos los residentes de la ciudad (incluidas las personas indocumentadas) y que puede utilizarse como documento de identidad válido sin temor a ser interrogado o arrestado.
Sin embargo, incluso aquí, el movimiento es lento, explica Kaufmann. A pesar de estar algo a favor de la idea, el Gobierno de la ciudad de Zúrich se mostró reacio a introducirla por la inseguridad jurídica. Pero el empeño de la sociedad civil es lo que obligó al Gobierno a tener que presentar un proyecto de política antes de un año.
Payal Parekh, de la red “Wir sind alle BernEnlace externo” [Berna para todos], que también participó en el evento de las ciudades santuario, dijo que hay planes para introducir una tarjeta de identificación similar en la capital suiza. Es una de las iniciativas clave impulsadas por su asociación, que también organiza cafés interculturales y debates para aquellas personas interesadas en la política pero que no tienen derecho a votar.
Parekh admitió que esos esfuerzos no son suficientes para calificar a la ciudad como “santuario”. Pero cree que son parte de un movimiento local que podría impulsar a las autoridades municipales a comenzar a introducir en las políticas públicas más gestos hacia los inmigrantes indocumentados.
Según Payal Parekh, las condiciones en Berna son “óptimas” para este tipo de iniciativas. En primer lugar, porque es una ciudad que conserva una gran competencia en materia de política de ciudadanía; y, en segundo lugar, porque, como la mayoría de las ciudades suizas, “es fuertemente de izquierdas”.
Personas indocumentadas
Un estudio realizado en 2015 estima que en Suiza viven 76 000 personas indocumentadas, en torno al 1% de la población. De estas, unas 28 000 viven en Zúrich; 13 000, en Ginebra; 12 000, en Vaud; 4 000, en Basilea y 3 000, en Berna. Se desconocen las cifras exactas y estos cálculos se han hecho de acuerdo con estimaciones medias de distintos expertos.
Traducción del inglés: Lupe Calvo
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.