La revolución liberal de 1830 se dio primero en el Tesino
La segunda Revolución Francesa tuvo lugar a finales de julio de 1830. En ese momento, la clase media alta asumió el liderazgo del reino. No obstante, lo que ha quedado en el olvido es que la revolución liberal de 1830 ocurrió en el Tesino.
Cuando en París la gente salió a la calle contra el régimen conservador, en el Tesino ya había sucedido un mes antes. Los liberales ya habían impulsado en esta región suiza el principio de la política pública a nivel cantonal, así como la democracia representativa con un parlamento elegido por hombres y un gobierno nombrado indirectamente.
Esta serie de varios capítulos está hecha a la medida de nuestro autor: la polifacética experiencia de Claude Longchamp le convierte en la persona capaz de hacer hablar a los lugares en los que ocurrieron acontecimientos importantes.
Longchamp es el fundador del Instituto de Investigación gfs.bern y el analista político más experimentado de Suiza. También es historiador. Combinando estas disciplinas, Longchamp ofrece desde hace tiempo recorridos históricos por Berna y otras localidades como city walker, que gozan de una gran popularidad.
«Longchamp interpreta la democracia» fue el título que un periodista puso una vez a su reportaje sobre un «paseo por la ciudad».
La serie multimedia que el autor realiza en exclusiva para swissinfo.ch no se centra en las ciudades, sino en los lugares importantes.
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En el Tesino, se estableció también el referéndum constitucional y la libertad de prensa, lo que supuso un verdadero avance para la democracia.
El motor de la revolución del Tesino fue un movimiento liberal que surgió en torno al profesor Stefano Franscini. Franscini ya había denunciado el atraso de su cantón en numerosas publicaciones y había presentado propuestas de mejora.
En 1848 este revolucionario liberal fue recompensado por su incansable lucha con un puesto en el Consejo Federal de siete miembros, nombre con el que se conoce al Gobierno suizo. Franscini tuvo así el honor de ser el primer consejero federal de la Suiza de expresión italiana.
Gracias a Franscini, el Tesino se convirtió en el primer cantón suizo con una constitución liberal. A partir de 1831, la mayoría de los cantones suizos adoptaron una constitución de este tipo. En aquella época, Suiza era todavía una confederación de 22 cantones que aún no se habían organizado federalmente. Era algo que todavia estaba por llegar.
Sin embargo, en la mayoría de los cantones se abolieron los regímenes aristocráticos que ostentaban unas pocas familias de larga tradición y se anularon las prerrogativas de las ciudades sobre el campo. Se opusieron a ello diez cantones, incluyendo todos los que mantían la tradicional Landsgemeinde.
Por ello, el Diccionario Histórico de Suiza califica los años 1830 y 1848 como «los años de avance hacia la democracia». No obstante, el proceso no estuvo exento de obstáculos. En los cantones suizos sólo entre el 20 y el 25% de la población total tenía entonces derecho a voto.
«Los cantones suizos fueron pioneros en Europa en establecer parlamentos mediante elecciones populares»
En Gran Bretaña o en Francia, la cifra era incluso inferior al dos por ciento. Por ello, los cantones suizos fueron pioneros en Europa en el establecimiento de parlamentos mediante elecciones populares.
Todavía es demasiado pronto para el Estado
Pero el avance hacia un Estado supracantonal y democrático fracasó. No obstante, en 1832 la conferencia de todos los cantones (Tagsatzung) ya buscaba una constitución para una forma moderna de Estado. Debía ser liberal, democrática y federalista.
El jurista ginebrino Pellegrino Rossi propuso la libre circulación de personas y bienes, así como la libertad de establecimiento entre los cantones. Las aduanas, los servicios postales, la moneda, los pesos y las medidas debían ser centralizados. De hecho, se trataba de una propuesta de mercado interior supracantonal.
Institucionalmente, según Pellegrino Rossi, el Tagsatzung debía transformarse en un parlamento que decidiera según la libre voluntad de la mayoría de sus miembros. Debía ser gobernado por un Consejo Federal de cinco miembros dirigido por un Landammann. También se quería implantar un tribunal federal.
Sin embargo, el plan de refundación del Estado se interrumpió. Los federalistas y los centralistas se mostraron escépticos por diferentes razones, y al final ambos se opusieron. El plan de Rossi quedó enterrado cuando Lucerna, mediante un referéndum cantonal, rechazó la propuesta de convertirse en la nueva capital.
Ideologías básicas
Sin embargo, lo que quedó fueron las ideologías básicas, tal y como se conocen hoy día.
Los conservadores defendieron los mandatos estatales del Congreso de Viena de 1815. Para ellos, la necesaria separación de la Iglesia y el Estado significaba la protección de las instituciones educativas eclesiásticas de la intervención estatal.
Los radicales se opusieron diametralmente a ellos con su Estado popular laico. El poder del Estado debía proceder siempre del pueblo. El derecho a votar y a ser elegido debía ampliarse a los jóvenes y a los viveran en otros cantones.
Y en medio estaban los libérales, que hacían hincapié en el Estado de Derecho y la libertad individual. La economía debía estar impulsada por los empresarios y el progreso social se confiaba a la educación escolar.
De 1648 a 1798, la Confederación fue una confederación de estados con 13 localidades soberanas unidas por el Tagsatzung. Era neutral en política exterior.
De 1798 a 1803, la República Helvética existió como un Estado unitario. En 1803 se convirtió en un Estado Federal con 19 cantones.
En 1815 el Congreso de Viena introdujo la unión de 22 cantones y reonoció como neutral a la Confederación Helvética, que no podía unirse ni a Austria ni a Francia.
En 1848 se fundó el Estado Federal, como sigue siendo en la actualidad. La neutralidad se mantuvo.
Las idiologías que influyeron en la democracia:
Los liberales se consideraban una élite que debía ser confirmada por las elecciones cantonales, pero en ningún caso limitada.
Los conservadores exigían un veto comunal para limitar la intervención cantonal en los municipios.
Los radicales abogaban por un referéndum para los proyectos de ley.
San Galo concretó el sistema en 1831 mediante el instrumento del veto. Las decisiones del Parlamento estaban sujetas a la aprobación de una comisión que podía determinar lo que era correcto. Era una herramienta precursora del referéndum actual. Su objetivo era preservar la influencia de la Iglesia Católica.
Por otra parte, en 1845 en el cantón de Vaud se discutió seriamente el derecho del pueblo a decidir sus leyes.
Así pues, no sólo la democracia representativa sino también los derechos populares como el referéndum y las iniciativas, tienen su origen en la época liberal configurada por los cantones.
La disputa por los monasterios se intensifica
La cuestión de los monasterios se convirtió, como era de esperar, en un punto crucial de disputa en las jóvenes democracias cantonales. Numerosos cantones renovados exigieron la abolición de los monasterios en 1834. La Tagsatzung intentó revertir esta situación en 1841.
En ese momento, la disputa política se intensificó. Los radicales intentaron destituir el gobierno clerical por la fuerza con una marcha de jóvenes hacia Lucerna. En el segundo intento, participaron también políticos y oficiales del ejército. Pero ambos intentos fracasaron.
Tras hacerse pública una alianza especial secreta de cantones conservadores, Zúrich pasó a la ofensiva y exigió su disolución militar. Entonces, una exigua mayoría liberal-radical del Tagsatzung legitimó la guerra civil.
La última guerra civil en Suiza
El 4 de noviembre de 1847 comenzaron las hostilidades. Un ejército federal de casi 100 000 hombres al mando del general Guillaume-Henri Dufour amenazó los centros de resistencia católico-conservadores. Friburgo cedió, Lucerna luchó.
Tras 25 días y 150 muertos, todos los cantones de la Sonderbund se rindieron. Todas las constituciones de los cantones derrotados fueron revisadas con orientación liberal: el camino hacia el Estado federal estaba expedito.
Las tres grandes potencias conservadoras de Europa, Austria, Prusia y Rusia, así como Francia, apoyaron política y logísticamente a las fuerzas católicas conservadoras de la Sonderbund. Por el contrario, Gran Bretaña apoyó a las fuerzas progresistas desde el punto de vista político.
Regulación de los conflictos mediante la representación proporcional
En el cantón del Tesino, donde comenzó todo, la lucha por la democracia duró hasta la década de 1890, más de medio siglo.
Varios derrocamientos de gobiernos, algunos asesinatos en las elecciones y cinco intervenciones federales marcaron el camino hacia una forma de gobierno estable, que en el Tesino no tuvo lugar hasta 1891, cuando se introdujo por primera vez en Suiza la representación proporcional para el parlamento y el gobierno.
Traducido del alemán por Carla Wolff
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