“La izquierda no prevalecerá en América Latina”

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, durante la sesión especial dedicada a su país en el marco de la 49 edición del WEF de Davos. Foto: Christian Clavadetscher/WEF

Los presidentes de Brasil, Costa Rica, Paraguay y Ecuador presentaron en Davos un panorama optimista para los capitales, pero de grandes contrastes políticos. El brasileño Bolsonaro enarboló las bondades de la derecha, mientras su homólogo costarricense, Carlos Alvarado, pidió cerrar filas en favor de Latinoamérica, sin importar quien la gobierna. El futuro de Venezuela sigue inquietando.

El 2019 no se perfila como el mejor año para Latinoamérica, la economía crecerá un modesto 2% en la región y una parte importante de las naciones que la integran está en plena metamorfosis: el año pasado, 400 millones de latinoamericanos, de ocho países, acudieron a las urnas para renovar sus gobiernos. Algunos apostaron por la extrema derecha; otros, por la izquierda.

En Davos, el discurso del mandatario brasileño Jair Bolsonaro -difundido a tiempo real a mundo entero- era el más esperado. Considerado por muchos analistas como un político populista con destellos fascistas, el exmilitar realiza su primera gira por el extranjero ya que asumió el poder en enero. Su mensaje fue directo: “la izquierda no prevalecerá en América Latina; es tiempo de dejar atrás los regímenes bolivarianos, el auge de la derecha es lo mejor para un buen desarrollo, y no solo de Latinoamérica sino del mundo entero”.

Ante un auditorio atento habló de la defensa de la familia y de lo que llamó “los verdaderos derechos humanos”. Y dio optimismo a los empresarios al confirmar que ha tenido contacto con los mandatarios de Argentina, Chile y Paraguay en busca de una Sudamérica sólida que realice proyectos comunes.

Bolsonaro reiteró su oferta de reducir las cargas tributarias para facilitar la vida de quienes quieran producir y generar empleos y dijo “respetaremos los contratos, privatizaremos y promoveremos la inversión. Mi país tiene una economía aún muy cerrada en materia de comercio exterior y esto cambiará. Uno de mis compromisos es integrar a Brasil al mundo”.

El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, participando en la mesa de trabajo “Un nuevo día para Latinoamérica” en Davos. Foto: Manuel López/WEF

Costa Rica, trabajar juntos

Posteriormente, en una mesa redonda dedicada a América Latina se dieron cita los mandatarios de Costa Rica, Ecuador y Paraguay, los representantes de estas naciones hablaron sobre su potencial.

Carlos Alvarado Quesada, mandatario de Costa Rica, destacó la prolongada estabilidad que ha gozado su país y recordó que hace 70 años decidieron abolir el Ejército, lo que permite destinar esos fondos a la educación.

 “Somos una de las economías más sólidas del mundo, según The Economist, y nuestras empresas producen de manera limpia. El 8% del PIB lo dedicamos a la educación y nuestro principal recurso es el talento humano”, refirió.

En respuesta a las palabras de Bolsonaro pronunciadas unos minutos antes, Alvarado Quesada aseguró que Latinoamérica tiene que aspirar a trabajar conjuntamente como región. “Los extremos nunca le han hecho bien al mundo. Hay que apostar más bien por los balances, en vez de fomentar el debate entre la extrema derecha y la extrema izquierda. La gente quiere bienestar y éste es un punto que nos une a todo tipo de gobiernos”.

Ecuador, avidez por los capitales

Por su parte, el presidente ecuatoriano Lenin Moreno Garcés aseguró que su país ofrece ventajas que no han sido suficientemente apreciadas. “Tenemos diversidad climática, flora, fauna y una gran riqueza cultural; pero también tenemos minerales como el cobre (14% de la reserva mundial), petróleo y mucho oro, tanto que ha proliferado la minería artesanal”.

“Somos un país ávido de recibir capitales, porque esos recursos nos permitirán desarrollar el turismo, la minería y la economía en general. A cambio ofrecemos estabilidad política, seguridad jurídica y solidez económica gracias a nuestro sistema dolarizado”, precisó.

Paraguay, crecimiento pese a las crisis

Paraguay se dimensionó antes de hablar sobre sus retos y ventajas. “Somos un país del tamaño de Alemania, pero con solo 7 millones de habitantes y tenemos mucho por ofrecer al mundo. Nuestra moneda ha sido la misma durante siete décadas, lo que habla de nuestra estabilidad”, dijo el presidente Mario Abdo Benítez.

Más aún, añadió, somos la única nación de la región latinoamericana que ha logrado crecer a una tasa anual promedio del 4% durante 15 años consecutivos pese a las crisis regionales.

Reconoció que hacer negocios con Paraguay no siempre es fácil porque sacar los productos de su territorio para exportarlos no es un proceso sencillo. “Por eso mantendremos una carga tributaria baja y estamos firmando convenios con otros países latinoamericanos, como Brasil, para fortalecer nuestra conectividad vía puentes y vías oceánicas”.

Los “números malditos” de Latinoamérica

Latinoamérica tiene 8% de la población mundial, pero concentra 31% de los homicidios a nivel global, lo que se considera parte de los “números malditos” de la región.

Paraguay afirmó que avanza en la materia, tu tasa de homicidios dolosos es del 7,3%, una referencia por debajo de la de muchos vecinos, enfocándose en la prevención a partir de políticas públicas que fomenten el empleo.

Costa Rica aceptó que el problema de la inseguridad es grave en Centroamérica (con 12 asesinatos por cada 100.000 habitantes). “Esto tiene que ver con la desigualdad que hay en la región y con fenómenos como el narcotráfico, trabajamos en el desarrollo de políticas preventivas. Los delitos se concentran en zonas específicas que hay que atender con cultura, recreación, prevención de adicciones y oportunidades laborales. Tomar el exitoso ejemplo de Medellín (Colombia) podría ser muy positivo para América Latina”, dijo Carlos Alvarado.

La tragedia venezolana

Una reflexión sobre Venezuela fue un tema obligado en el encuentro sobre Latinoamérica, país que ha sido el origen de un éxodo de 2,5 millones de personas que no comulgan con el régimen iniciado por Hugo Chávez y que hoy mantiene Nicolás Maduro. Una migración masiva que no se había observado nunca antes en Sudamérica.

Paraguay recordó que rompió relaciones diplomáticas con este país, como “un acto de coherencia con la preocupación que siente por esta nación”. Más conciliadora, Costa Rica defiende la necesidad de empatizar con las necesidades de los venezolanos, a los que los países vecinos deben acoger cuando pidan ayuda. Las tres naciones concluyeron coincidieron en que apoyarán toda medida que contribuya a lo que llamaron la “liberación de Venezuela”.

Hoy fue el primer día del encuentro global del WEF en Davos, una cita que, como es ya costumbre, la inaugura el presidente de Suiza en turno: 

Menos crecimiento latinoamericano

En la víspera de la inauguración de la edición número 49 del World Economic Forum (WEF), en Davos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó las previsiones de crecimiento mundial para el 2019.

Tensiones comerciales y mayores riesgos políticos en el mundo, son las principales razones del ajuste.

La economía global crecerá 3,5% este año, dos décimas por debajo de la previsión que el FMI había hecho para este periodo hace solo tres meses.

América Latina será una de las regiones más castigadas, se prevé un crecimiento de solo 2%, también dos décimas por debajo de la estimación que se había dado a conocer en octubre para el año 2019.

Un deterioro en la perspectiva de México, cuyo nuevo presidente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, declinó asistir a Davos; la contracción de la economía de Argentina y la crisis venezolana, juegan en contra de esta región.