2006, año récord para la aduana helvética
Un tercio de los ingresos que reciben las arcas públicas se deben al cobro de aranceles y otros cargos vinculados a las operaciones de comercio exterior.
Los suizos tienen derecho a ingresar mercancía extranjera a casa hasta por 300 francos suizos exentos de todo pago en aduana.
El comercio exterior es el pilar más importante de la economía suiza. Como muestra, un botón…
Sólo durante el primer semestre del año, el país exportó productos por el equivalente a 86.100 millones de francos suizos, 12% por encima del mismo periodo del 2005.
E importó el equivalente a 81.100 millones de francos, 11% más que entre enero y junio del 2005, permitiendo con ello a Suiza cerrar el semestre con «saldo a favor» de 5.000 millones de francos que lo convierte en mejor vendedor que comprador de productos extranjeros.
Y todo este intercambio atravesó por un punto neurálgico del sistema de finanzas públicas helvético: la aduana. Una de las principales proveedoras de recursos para las arcas públicas que, este 2006 en particular, ha registrado datos históricos en lo que va del Milenio.
El porqué de la aduana
Expresado desde la más absoluta teoría, una aduana no es otra cosa sino la oficina pública ubicada en zonas costera o fronteriza que registra el tráfico internacional de mercancías y personas.
Y la responsable de cobrar un «derecho de aduana» o arancel, pago que deben realizar aquellos que ingresan productos venidos de otros países, y también aquellos que exportan los suyos. Recursos que, a su vez, aprovechará la hacienda pública.
La aduana helvética, en particular, no había estado más activa durante un primer semestre como lo ha estado en 2006. La referencia previa equivalente correspondía al año 2000.
Y esto se debe a que la economía nacional crece a una tasa superior al 2% anual, luego de atravesar un largo periodo de estancamiento.
Ingreso en plena alza
Durante el primer semestre del año, la aduana helvética ingresó 10.600 millones de francos suizos, 500 millones por encima del nivel registrado durante el primer semestre del 2005.
Dicho con simplicidad, cada 24 horas ingresó 60 millones de francos. Y contrario a lo que podría pensarse, los recursos no provinieron de las fuentes que parecerían las más habituales.
La mitad de los ingresos aduaneros de Suiza se explican en el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que forma parte obligada del ingreso de todo producto venido del extranjero.
En cifras, se tradujo en 5.400 millones de francos durante los primeros seis meses del año, 9% más que entre enero y junio del año previo.
Después, otra de las fuentes fundamentales de ingresos aduaneros –poco conocida– está ligada a los aceites minerales que ingresan a territorio helvético, y por los que debe pagarse un gravamen. Este rubro generó 2.400 millones de francos suizos (misma cantidad que hace un año).
El tabaco es la tercera fuente de ingresos para la aduana, el cobro de impuestos derivados de la entrada de dicho producto sumó 900.000 francos, 10% menos que durante el primer semestre del 2005.
Y en cuarto sitio se ubica el tráfico de vehículos pesados con 600.000 francos, 20% arriba del año previo.
Contrabando e imitaciones
De acuerdo con la Administración Federal de Aduanas (AFA), durante el primer semestre del año, su servicio de investigaciones se hizo cargo de 4.475 casos de contrabando ligado a la importación de bienes no autorizados como productos agrícolas (carnes, legumbres), así como textiles, joyería, relojes, tabaco y armas.
El caso más alarmante es bien conocido en Suiza y está relacionado con la importación de relojes falsos venidos de China, objetos que por mandato de la Federación de la Industria Relojera Suiza son destruidos de inmediato.
Con respecto a la piratería de marcas, la aduana suiza intervino en 184 casos durante el primer semestre, muy por debajo de los 299 del mismo periodo del 2005. En este caso, se trata sobre todo de ropa y otros productos que intentan entrar a Suiza como verdaderos, sin serlo.
Los evasores «capturados» por el fisco –empresas o particulares que intentaron evadir el pago de impuestos pero fueron detectados– le generaron a las arcas aduaneras 5,1 millones de francos entre enero y junio.
Y la aplicación de multas por procedimientos mal realizados o por excesos cometidos durante las operaciones de comercio exterior –de forma deliberada en un intento por pagar menos impuestos– se tradujo en 2,1 millones de francos.
La aduana percibió ingresos por 5,1 millones de francos por esta vía –muy por debajo de los 156 millones registrados durante el primer semestre del 2005– por concepto de evasiones recuperadas.
En tanto, el monto de las multas aplicadas le permitió ingresar 2,1 millones de francos.
Lo prohibido y lo permitido
Todo suizo que viaje al extranjero tiene derecho a ingresar después al país mercancías por 300 francos suizos –por persona y por día– sin pagar impuestos.
Puede importar 2 litros de bebidas alcohólicas ligeras o un litro de bebidas espirituosas más alcoholizadas. Asimismo, pueden entrar a Suiza sin pago de aranceles cigarrillos, puros y tabaco para pipa.
Es posible importar también ropa, artículos de aseo personal, equipo deportivo, equipo electrónico y fotográfico o instrumentos musicales.
Si los productos rebasan los 300 francos, hay que pagar a la aduana, pero sobre el total de los bienes, no sólo sobre el excedente. Justa o injusta, ésa es la regla.
Para proteger la agricultura nacional, hay límite a la importación de alimentos. Sólo 500 gramos de carne bovina, de cerdo u oveja (por persona y por día), pero deben venir de Europa, Norteamérica u Oceanía. No pueden ingresar estos productos si vienen de Asia, América Latina o África.
Reglas que conjuntamente se están traduciendo en 2006 en ingresos históricos para la Confederación Helvética en lo que va del milenio.
swissinfo, Andrea Ornelas
Entre los productos que está totalmente prohibido importar a Suiza para proteger al sector agrícola y por el riesgo de venir contaminados –y por lo tanto, no están sujetos a pagar arancel en la aduana helvética- destacan la carne de caballo, asno, cebra, oveja, cerdo, cabra, ciervo, antílope, camello y jirafa procedentes de África, Asia (excepto Japón), Sudamérica (excepto Chile), Rusia, Turquía, Ucrania y Bielorrusia.
A los extranjeros que visitan Suiza, el gobierno les ofrece el Sistema Libre de Impuestos de Global Refund que les permite recuperar el IVA de sus compras superiores a 400 francos suizos.
Para obtener este beneficio hay que: probar en la tienda de compra que se reside en el extranjero y sacar los productos de Suiza en los 30 días siguientes; pedir en la aduana que sellen los cheques de compra libre de impuestos que otorgó la tienda; y pedir el reembolso en cualquier Oficina de Devolución suiza o vía depósito bancario.
Todo turista suizo que regresa a casa tiene derecho a ingresar sin pago de aranceles:
2 litros de bebidas de menos de 15 grados de alcohol (cerveza, vinos, etc.) o 1 litro de más de 15 grados (whisky, coñac, vodka, oporto, etc)
200 cigarrillos o 50 puros o 250 gramos de tabaco para pipa
Totalmente proscrita la entrada de armas de fuego.
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