Aumentan las presiones sobre el franco
La incertidumbre en torno al rescate de Chipre podría obligar al Banco Nacional Suizo (BNS) a inyectar más fondos para asegurar un tipo de cambio estable entre el franco y el euro, opinan expertos.
Especialmente después de que el Parlamento chipriota rechazara este martes un controvertido impuesto diseñado para gravar los depósitos bancarios.
En la actualidad, Chipre enfrenta un reto: conseguir una aportación de 5.800 millones de euros (7.000 millones de francos suizos) para acceder después a un rescate por 10.000 millones de euros que le ofrece la Unión Europea (UE).
Para cumplir con este objetivo, se propuso un controvertido impuesto destinado a gravar los ahorros bancarios, iniciativa que fue votada y rechazada por el Parlamento de Chipre. La decisión seguramente llevará de nuevo a la mesa de negociación al gobierno chipriota, a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La crisis de Chipre es la más reciente de la lista de emergencias que ha vivido la eurozona. Todas ellas, sacudidas que han tenido un efecto debilitador sobre el euro y que han obligado al BNS a intervenir en los mercados cambiarios.
En opinión de Felix Brill, economista jefe de la consultora suiza Wellershof & Partners, las cosas no serán distintas en esta ocasión.
“Los inversores de todo el mundo percibirán nuevamente que la situación en Europa es menos estable”, señala Brill a swissinfo.ch, “lo que aumentará las presiones para que el BNS intervenga a una escala que no se ha visto desde septiembre pasado, cuando los mercados entraron en un periodo de calma”.
Esto podría exigir la impresión de más francos suizos para la compra de eurobonos y otros instrumentos financieros que permitan mantener bajo control el tipo de cambio entre el franco y el euro.
Inquietudes sobre el ‘balance’
La tenencia masiva de divisas extranjeras del BNS es un tema que inquieta a distintos observadores.
El lunes, el FMI expresó su preocupación sobre el abultado balance que hoy tiene el BNS. «Esta situación coloca los ingresos netos del banco en riesgo de sufrir grandes fluctuaciones, lo que podría implicar también pérdidas considerables si se produjera una apreciación del franco suizo antes de que las intervenciones cambiarias fuesen liquidadas”, afirmó el FMI.
O dicho en otras palabras, el BNS ha puesto en juego cantidades muy importantes de capital para asegurar un tipo de cambio mínimo de 1,20 francos por euro. Pero si los mercados se dirigen hacia la ruta equivocada y avanzan demasiado rápido, el banco central suizo tendrá que pagar una factura muy alta.
El año pasado, el BNS perdió ya 10.600 millones de francos suizos (11.200 millones de dólares) debido a los ajustes de los mercados cambiarios. Cuanto más dinero deba comprometer en los mercados internacionales, mayor es su riesgo de incurrir en pérdidas.
Este lunes, el FMI sugirió a Suiza aplicar una tasa de interés negativa sobre los activos extranjeros que lleguen en busca de un refugio en medio de la volatilidad. Algunos bancos helvéticos, incluidos el UBS y el Credit Suisse, han comenzado a introducir algunas medidas para disuadir la afluencia masiva de fondos.
Considerado desde hace años como un paraíso fiscal, Chipre y su plaza financiera han atraído fortunas de todo el mundo. De hecho, un acuerdo fiscal pactado con Rusia permitió a muchas empresas de este país obtener interesantes ganancias vía un esquema muy ventajoso para ellas.
Hoy, de cara a la crisis que enfrenta el país -en la que el gobierno no está en condiciones de rescatar los bancos porque los activos de éstos superan varias veces el PIB nacional- Nicosia ha tenido que pedir ayuda a la Unión Europea (UE).
Muchos países de la UE, Alemania al frente de ellos, sospechan que parte de los fondos depositados en los bancos de Chipre provienen de fraudes fiscales y/o blanqueo de dinero.
Y aunque Chipre ha rechazado las acusaciones, se ha planteado introducir un impuesto aplicable a los depósitos como condición para que Nicosia acceda a un rescate de 10.000 millones de euros por parte de Bruselas.
Ante la volatilidad reinante, el gobierno de Chipre convocó a los bancos a cerrar hasta el jueves para evitar que los clientes retiren masivamente sus fondos provocando con ello la quiebra inevitable de las instituciones.
¿Éxodo hacia Suiza?
Hasta ahora, y al igual que Suiza, Chipre era considerado como un refugio monetario. Sus bancos están repletos de activos extranjeros, incluidos alrededor de 31.000 millones de dólares de origen ruso, según estimaciones de la agencia calificadora Moody’s.
Algunos de estos activos tendrán que buscar ahora refugios alternativos como resultado de la incertidumbre que vive la isla. Pero los expertos no creen que Suiza se convierta en el siguiente destino y que atestigüe una llegada de fondos semejante a la que provocó el rescate de Grecia en 2012.
De entrada, porque la economía chipriota es más pequeña. Pero también porque Chipre tiene la reputación de aceptar activos ilícitos derivados de la evasión de impuestos y el blanqueo de dinero que la plaza financiera suiza rechaza.
“Suiza adoptó recientemente reglas severas contra los fondos no declarados”, declara a swissinfo.ch Janwillem Acket, economista jefe de Julius Baer. “Así que no veo llegar un gran pico de fondos rusos a Suiza debido a los problemas en Chipre”.
Posibles consecuencias
Acket considera que Chipre debe aceptar la “píldora amarga” que le impone la UE para materializar un rescate, incluido el impuesto sobre los ahorros bancarios. Y teme que rechazar esta alternativa genere consecuencias negativas importantes en los días o semanas por venir.
“Podría haber una fuga significativa (de fondos) de los bancos chipriotas. La liquidez se terminaría pronto y esto tendría serias consecuencias para los bancos”, explica.
Por ello, no es descartable que la imprenta de los billetes del BNS trabaje a todo vapor en los días próximos para evitar consecuencias nocivas para el franco.
(Traducción: Andrea Ornelas)
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