‘Céntimo climático’: primer balance, positivo
Un año después de la introducción de esta medida para reducir las emisiones de CO2, la Fundación céntimo climático traza un balance muy favorable de su labor.
A juicio de su presidente de fundación David Syz, los objetivos de Suiza en el marco del Protocolo de Kyoto podrán ser logrados, e incluso superados.
Los fondos recaudados gracias al céntimo climático han permitido a la Fundación del mismo nombre firmar varios contratos concebidos para reducir 3,6 millones de toneladas de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Creada el 1 de octubre de 2005, la fundación se comprometió ante el gobierno federal a disminuir 9 millones de toneladas de las emisiones de CO2 entre 2008 y 2012, indicó su director Marco Berg al tiempo de afirmar que la organización se propone conseguirlo.
Para ese cometido dispone de ingresos provenientes del pequeño impuesto de 1,5 céntimos por cada litro de gasolina importada. Eso equivale a unos 100 millones de francos anuales. La fundación invierte casi dos tercios en proyectos nacionales y el restante en proyectos en el extranjero.
En Suiza, la funcación ha lanzado el 1 de junio pasado cuatro programas de inversiones. Sus esfuerzos abarcan varios campos de acción.
Por ejemplo en la renovación de edificios, transportes, calor industrial y utilización de calor residual. El monto a ser invertido en esos proyectos hasta 2012 ronda los 740 millones de francos.
Desembolsos pendientes
Ninguna suma de dinero ha sido desembolsada hasta ahora, precisó este jueves Marco Berg. Los primeros giros se los hará en noviembre, cuando sean concluidos los proyectos del programa «edificios».
En materia de edificios, los contratos han sido definidos en Suiza con 122 proyectistas postulantes. Las contribuciones de los casi 1,6 millones de francos que serán desembolsados, involucran reducciones de 5.000 toneladas de dióxido de carbono.
En el programa de «subasta», la fundación ha adquirido 50.000 toneladas de CO2 a un precio medio de 85 francos.
En Suiza, la fundación dispone de otros proyectos directos o indirectos que, en conjunto, deberán permitir una reducción acumulada de 900.000 toneladas de CO2.
Certificados de emisión
La organización está pues activa en el extranjero. Se dedica esencialmente a la adquisición de certificados de emisiones de CO2 y prevé obtenerlos para un volumen de 10 millones de toneladas de aquí a 2102, empleando un puresupuesto de 200 millones de francos.
Los dos primeros contratos conlcuidos cuentan con una reducción de 0,54 millones de toneladas de CO2. Se trata de un proyecto en un asserradero en Brasil y otro en el ámbito de la energía eólica en Nueva Zelanda.
Futuro plan de acción
Estas actividades tienen un contexto preciso. En el marco del Protocolo de Kyoto, Suiza se compromete a reducir 2,9 millones de toneladas de sus emisiones de CO2 de aquí a 2012. Para lograr esa cifra introdujo el año pasado la tasa del céntimo climático sobre los carburantes.
De aquí al 31 de diciembre, la fundación someterá al Departamento (ministerio) de Energía y Medioambiente (DETEC) un plan detalaldo sobre cómo se espera lograr los objetivos de reducción establecidos.
El presidente del Consejo de fundación David Syz se muestra confiado. «Esos objetivos podrán ser logrados e incluso superados», sostiene.
swissinfo y agencias
– Céntimo climático: incisión fiscal sobre el diésel y la gasolina libremente consentida por la economía. El gobierno federal no influye en el nivel del precio ni en el uso de la recaudación.
– Tasa obligatoria sobre el CO2: medida que sería aplicada a los combustibles fósiles (fuel doméstico) según tonelada de CO2 producido. Se trata de una tasa incitativa cuyo producto sería redistribuido entre la población y la economía.
– Certificado de emisión: cuando un país no consigue reducir suficientemente sus emisiones de CO2, puede comprar esos certificados -una especie de «derecho de contaminador»-, en un mercado mundial previsto para ese efecto. Los vendedores son los países que ya han logrado su meta de reducción.
Esta fundación fue creada por economiesuisse, la Unión suiza de Artes y Oficios (USAM), la Federación vial suiza y la Unión Petrolera.
La idea de introducir un céntimo climático ha sido desarrollada por la Unión Petroler en 2001/2002.
En 2005, el gobierno suizo decidió dar al céntimo climático la oportunidad de probar su eficacia, de aquí a fines de 2007.
Si esta solución parece insuficiente, las autoridades podrán optar por la introducción de un impuesto al CO2.
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