Cómo se convirtió Dubai en «la nueva Ginebra» del comercio de petróleo ruso
Cuando Suiza se sumó a las sanciones contra Moscú, una parte del comercio mundial de petróleo se trasladó a Oriente Próximo. Algunos predicen que se quedará allí.
Durante décadas, la lacustre ciudad de Ginebra albergó a muchos negociantes que vendían petróleo ruso a los consumidores del mundo entero. Sin embargo, desde que Suiza se sumó al embargo impuesto a Moscú tras la invasión a Ucrania, gran parte de ese comercio se ha trasladado a Dubai y otras ciudades de los Emiratos Árabes Unidos.
Empresas registradas en el pequeño estado del Golfo adquirieron al menos 39 millones de toneladas de petróleo ruso con un valor de más de 17.000 millones de dólares (14.600 millones de francos suizos) entre enero y abril -equivalentes a aproximadamente un tercio de las exportaciones del país declaradas en aduana durante ese periodo-, según documentación aduanera rusa analizada por el Financial Times.
Una parte de ese petróleo llegó a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), como muestran las cifras de seguimiento de buques en terminales de almacenamiento en lugares como Fujairah. Pero el resto -alrededor del 90%- jamás tocó suelo emiratí, se dirigió desde los puertos rusos hacia nuevos compradores en Asia, África y Sudamérica como parte de una de las principales reorganizaciones de los flujos mundiales de energía de la historia.
Si bien la industria del comercio energético ya estaba en expansión en los EAU antes de que se produjera la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin, el conflicto, y las sanciones occidentales que le siguieron, auparon significativamente ese crecimiento.
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De los 20 principales negociantes de crudo ruso que operaron durante los cuatro primeros meses del año, ocho estaban registrados en los EAU, según cifras aduaneras. En materia de productos refinados del petróleo, como el diésel y el fuelóleo, el dominio de los EAU fue aún mayor, con 10 de los 20 mayores comerciantes registrados en los EAU.
El auge del comercio ha enriquecido aún más a esta nación, movilizando miles de millones de dólares de ingresos petroleros adicionales a través de sus bancos y atrayendo también a decenas de nuevas empresas a sus zonas de libre comercio. Asimismo, ha puesto a prueba las relaciones con aliados como Estados Unidos, que quiere que fluya el petróleo ruso pero desconfía de la creación de nuevas rutas comerciales que pudieran socavar las sanciones vigentes.
Los ejecutivos de las empresas negociantes afirman que Dubai, el principal centro comercial de los EAU, es una estimulante mezcla de entusiasmo, competencia y desconfianza, ya que los nuevos equipos comerciales luchan por los talentos y el flujo comercial en un mercado que súbitamente se llenó de compradores y vendedores.
«Si eres un operador de petróleo, aquí es donde quieres estar», afirma Matt Stanley, exnegociante de petróleo con 20 años de experiencia en el sector, quien actualmente gestiona las relaciones con los clientes de la región para el proveedor de datos Kpler. «Dubai es la nueva Ginebra».
Neutralidad política
Los EAU, que emergen desde la península arábiga hasta el golfo de Omán, han sido un importante centro comercial desde hace siglos, cuando atraían a los mercaderes que comerciaban productos entre Europa y Asia. Pero durante los últimos años, los EAU se han convertido además en un importante centro para el comercio de oro, diamantes y productos agrícolas, como el té y el café, gracias a su moderna infraestructura comercial, sus servicios bancarios y su mínima regulación.
Los EAU son el octavo productor mundial de petróleo, pero no han ocupado históricamente ningún sitio relevante en el comercio petrolero. Los volúmenes eran modestos y Adnoc, la compañía petrolera estatal de Abu Dhabi, creó su propia rama comercial apenas hace tres años.
Sin embargo, la proximidad del país con los mercados petroleros de África y Asia que están en expansión y la ausencia de impuesto sobre la renta para las personas físicas empezó a atraer más operadores ávidos de ganancias desde antes de estallar la guerra de Ucrania.
«Es uno de los últimos lugares que quedan en el mundo en donde se puede vivir sin pagar impuestos», afirma el director financiero de una empresa comercial. Los operadores de oficinas que tienen la sede del grupo en otros países solicitan regularmente trasladarse a Dubai, añade. «(Los EAU) se convertirán en el centro mundial del comercio de materias primas».
Otro atractivo es la neutralidad política de los EAU en un mundo en el que las rivalidades entre las potencias mundiales hacen improbable que Rusia sea el último país que sufra sanciones europeas o estadounidenses en sus exportaciones.
«Los EAU ofrecen una plataforma para realizar transacciones, negociar y viajar libremente», afirma el director ejecutivo de una empresa de comercio energético que se estableció en Dubai en los últimos cinco años.
No obstante, a pesar de todo el éxito que han tenido los EAU en la construcción de modernas infraestructuras empresariales y en la capitalización de su ubicación geográfica, son la guerra en Ucrania y la voluntad de los EAU de acoger a las empresas rusas los factores que impulsan su actual notoriedad. «La crisis ucraniana los catapultó hasta las nubes”, afirma el director ejecutivo.
El apogeo ruso
El Dubai Multi Commodities Centre (DMCC), ubicado en el resplandeciente distrito de Jumeirah Lake Towers, es una de las zonas francas más grandes y más prósperas de los EAU. Una maqueta tridimensional ubicada en el vestíbulo de la sede muestra las 87 relucientes torres residenciales y comerciales del distrito a lo largo de sus dos kilómetros cuadrados de extensión, sede de 22.000 empresas registradas.
También es, posiblemente, el nuevo centro del comercio del universo petrolero ruso. De los 104 compradores de petróleo ruso que figuran en las declaraciones aduaneras rusas entre los meses de enero y abril, al menos 25 son empresas registradas ante el DMCC.
Litasco, brazo comercial de la rusa Lukoil, comercializó casi 16 millones de toneladas de crudo ruso y combustibles refinados entre enero y abril, con un valor superior a los 7.000 millones de dólares, lo que le convierte en el principal comprador individual de petróleo ruso durante ese lapso, según cifras aduaneras. La mayor parte del comercio fue realizado por Litasco Middle East DMCC, según los mismos datos.
Anteriormente, la empresa sólo tenía una oficina de representación en los EAU, pero parte de sus operaciones comerciales se trasladaron de Ginebra a Dubai desde el año pasado. Un antiguo negociante de Litasco afirma que el grupo tomó una planta completa en un rascacielos en el corazón de la zona franca. Litasco, con sede en Suiza, declinó hacer comentarios al respecto.
Demex Trading y Qamah Logistics, registradas ante el DMCC, también figuran entre los mayores comerciantes de crudo ruso. Ambas empresas fueron constituidas en los últimos tres años. No fue posible contactar a ninguna de ellas para tener sus declaraciones.
El comercio de petróleo ruso desde Dubai no es ilegal. Las sanciones occidentales sólo prohíben las importaciones a la UE, el Reino Unido y otros países que han suscrito las reglas del G7, entre los que se incluye Suiza. Pero las restricciones sí permiten que las empresas occidentales sigan vendiendo petróleo ruso a otras partes del mundo siempre que éste se comercie por debajo de un precio determinado.
Las medidas se han diseñado para mantener el flujo de petróleo ruso a nuevos compradores no occidentales, pero reduciendo simultáneamente los ingresos que recibe el Kremlin. Washington incluso ha animado a los comerciantes a seguir ofreciendo petróleo ruso para evitar interrupciones del suministro, siempre que comercien por debajo del precio límite.
Aunque los operadores registrados en Dubai no están obligados a respetar el precio máximo, algunos han optado por hacerlo para asegurar que seguirán teniendo acceso a servicios occidentales como el transporte marítimo, la banca y los seguros.
Por ejemplo, Gunvor, con sede en Ginebra, informó que en octubre constituyó una segunda entidad en Dubai para separar «la gestión y financiación de cualquier posible operación relacionada con Rusia» del resto de sus actividades comerciales.
Gunvor había dejado de comerciar con crudo ruso, pero compró unos 330 millones de dólares de combustibles refinados rusos entre enero y abril, todo ello respetando las sanciones occidentales y la política de precios máximos, según declaró al FT en junio. Pero esta información discrepa de algunos datos aduaneros que evidenciaron exportaciones de Gunvor por un valor de más de 500 millones de dólares durante ese periodo.
Helima Croft, exanalista de la CIA y jefa global de investigación de materias primas en RBC Capital Markets, asegura que a Washington no le importa desde dónde se comercializa el petróleo ruso si esto se hace con transparencia. «Mientras estos barriles rusos estén por debajo del límite, las firmas comerciales no están haciendo nada incorrecto”, afirma. «El plan de precios máximos de Washington está en marcha”.
Otros operadores, en cambio, parecería que utilizan filiales con sede en Dubai para comprar y vender petróleo por encima del precio límite, empleando proveedores de servicios financieros y de transporte marítimo de origen no europeo.
Por ejemplo, el año pasado Paramount Energy and Commodities trasladó su actividad comercial relacionada con Rusia desde Ginebra hasta una filial basada en la zona franca DMCC que comercializa una mezcla de crudo del este ruso que se vende sistemáticamente por arriba del límite de los 60 dólares por barril que fijó el G7. En abril, las autoridades suizas cuestionaron a este operador sobre su traslado a Dubai, según informó el FT en julio.
Pero Paramount dijo entonces que había respondido a todas las preguntas que recibió de Suiza, informando al regulador que su entidad helvética había cesado las operaciones relacionadas con el petróleo ruso antes de que entrara en vigor el límite de precios y su filial en los EAU era una entidad jurídica independiente con directores diferentes.
¿Los operadores de Rosneft?
Sin embargo, los principales responsables del auge del petróleo ruso en Dubai no son actores establecidos, sino una red de empresas que hasta hace poco eran desconocidas y tienen estructuras de propiedad opacas que mueven colectivamente miles de millones de dólares de petróleo mensualmente.
Entre los mayores comerciantes de crudo y combustibles refinados procedentes de Rusia figura una empresa llamada Tejarinaft FZCO, registrada en otra zona franca llamada Dubai Silicon Oasis.
Tejarinaft -que significa «comercio de petróleo» en árabe- se constituyó dos meses después de la invasión rusa. En los registros de la empresa figura el ciudadano marroquí Hicham Fizazi como administrador único y director general. Es el único accionista que aparece, aunque los registros no revelan si posee la totalidad o solo una parte de la empresa.
En la documentación corporativa revisada por el FT también figura Fizazi como administrador único y es también el único accionista mencionado en al menos dos empresas más registradas en los EAU que comercian con petróleo ruso: Amur Trading FZCO, registrada en Dubai Silicon Oasis en agosto; y Amur Investments Ltd, constituida en Abu Dhabi en septiembre.
Los operadores rivales afirman que nunca habían oído hablar de Fizazi hasta el año pasado. Creen que las tres empresas forman parte de una red creada por Rosneft, o en su nombre, para ayudar a la empresa controlada por el Kremlin a desplazar su petróleo ya que sus antiguos socios europeos, como Trafigura y Vitol, abandonaron el comercio de crudo ruso desde el año pasado.
Las declaraciones aduaneras sugieren que Tejarinaft, Amur Trading y Amur Investments sólo han exportado petróleo de Rosneft, o de proyectos de Rosneft, comerciando casi 8.000 millones de dólares de crudo ruso y combustibles refinados de este productor entre septiembre y abril.
Solo Tejarinaft exportó 6.710 millones de dólares de petróleo ruso entre septiembre y marzo, exclusivamente para Rosneft, según 394 declaraciones aduaneras reportadas en ese periodo.
Rosneft declinó hacer comentarios. Los correos electrónicos enviados a la dirección indicada en el sitio web de Tejarinaft fueron devueltos como no entregados, el número de teléfono que figuraba allí conectaba con una línea general de consultas de la zona franca, y el formulario de «contacto» en línea no funcionaba. Tampoco fue posible comunicarse con Amur Trading y Amur Investments.
Ben Higgins, especialista en investigaciones de la consultora de riesgos Wallbrook, basada en Dubai, que forma parte del grupo Anthesis, asegura que durante el último año ha observado un gran incremento en el número de solicitudes de los bancos y otros clientes corporativos para realizar más diligencias relacionadas con empresas comerciales registradas en Dubai.
«Constituidas en diversas zonas francas de Dubai, las entidades objetivo suelen tener un perfil muy bajo y sus propietarios -al menos en el papel- no son ciudadanos rusos», afirma. «Sin embargo, una investigación y un análisis más profundos suelen descubrir múltiples pistas que conducen a Rusia».
Algunos de los individuos que Wallbrook ha investigado también parecen haber desempeñado papeles similares en negocios relacionados con el petróleo de Irán o Venezuela, dice Higgins, «siempre van un paso adelante de las autoridades, desplazándose entre distintos sitios clave como Chipre, Hong Kong, Letonia y Dubai».
Fe en el sistema
Mientras el negocio del petróleo ruso se reparte entre los relucientes rascacielos de Dubai, el corazón del comercio físico se encuentra 100 kilómetros al este, en la polvorienta ciudad portuaria de Fujairah.
La Fujairah Oil Industry Zone (FOIZ) es el principal almacén comercial de productos petroleros refinados de la región. Un total de 262 enormes tanques blancos de almacenamiento se extienden varios kilómetros a ambos costados de la carretera que viene del puerto. Actualmente, muchos de ellos están repletos de petróleo procedente preponderantemente de Rusia.
Las importaciones mensuales de combustibles rusos en Fujairah pasaron de cero en abril de 2022 a un pico de 141.000 barriles diarios en diciembre. Según Pamela Munger, analista de petróleo del proveedor de datos Vortexa, esto representó el 40% de la totalidad del combustible que llegó a esta terminal ese mes. El mes pasado, Fujairah recibió una media de 105.000 barriles diarios procedentes de Rusia, según los datos disponibles.
Una afluencia que ha hecho subir los precios que los operadores cobran por el almacenamiento, y ha creado un «doble mercado en el que los tanques dispuestos a recibir producto ruso pueden cobrar una prima extra», afirma un comerciante de petróleo con sede en Dubai. FOIZ no respondió a la solicitud que se le hizo para comentar este hecho.
VTTI, propiedad parcial de Vitol, es una de las pocas empresas occidentales que operan tanques de almacenamiento en Fujairah. VTTI declaró que sí acepta combustibles rusos en sus tanques y destacó que «no hay sanciones en los EAU para los productos rusos, ni existen sanciones occidentales hacia los EAU».
«Por lo tanto, los propietarios de los productos están autorizados a transportar y comercializar productos rusos en los EAU […] y las empresas de almacenamiento tienen permitido almacenar productos rusos en los EAU», dijo. Por ello, incluso si un cargamento debe cumplir con la restricción de precios del G7 -porque ha sido comprado o vendido por una empresa occidental, por ejemplo, o ha utilizado servicios de transporte o seguros occidentales- las restricciones no aplican al proveedor de almacenamiento, añadió.
Otro indicio del auge de la actividad en Fujairah fue la compra en mayo por parte de Montfort -empresa recién establecida en Dubai- de una refinería de petróleo en FOIZ que pertenecía a la empresa alemana Uniper. Montfort, creada en 2021 por Rashad Kussad, exnegociante de Trafigura, superó la oferta de varias empresas, entre ellas Vitol, propietaria de una instalación vecina, según tres fuentes cercanas a la operación.
La situación rusa fue sólo el principio
Montfort declinó hacer comentarios sobre el acuerdo, argumentando que sus actividades de comercio de materias primas en Fujairah, y en otras partes del mundo, cumplen con «todas las leyes, reglamentos y sanciones aplicables, incluidas las de la UE, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos”.
Tales inversiones en infraestructura física pueden haber sido precipitadas por la guerra en Ucrania, pero también reflejan una creciente convicción que existe en los EAU de que incluso si el auge impulsado por Rusia finalmente se reduce, el panorama mundial del comercio del petróleo se ha transformado para siempre.
«La gente considera que la causa es la situación rusa, pero eso fue sólo el punto de partida», afirma un ejecutivo de comercio de los EAU, que anticipa que los banqueros europeos de materias primas seguirán a los negociantes a Dubai, mientras los bancos emiratíes intentan ampliar su oferta de servicios para el sector.
Para el petróleo ruso, al igual que para muchos ciudadanos rusos, Dubai ha demostrado ser un hogar acogedor, aunque potencialmente temporal, mientras se mantenga la guerra en Ucrania. Pero para las decenas de operadores de petróleo expatriados que trabajan en las mesas de operaciones dubaitíes, el traslado parece más permanente.
«Ya no es un entorno transitorio, en el que uno dice: ‘Probaré suerte y si pierdo dinero devuelvo las llaves y vuelo de regreso a Europa»‘, afirma Stanley, de Kpler. «Ahora la gente está echando raíces aquí. La gente cree en el sistema».
Información adicional de Anastasia Stognei en Riga y Chris Cook en Londres.
Texto adaptado del inglés por Andrea Ornelas
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