“Unos cigarrillos y 2 gramos de marihuana, por favor”
Existe el café sin cafeína, la cerveza sin alcohol y desde hace un tiempo también la marihuana ligera, sin efectos psicotrópicos. Es la considerada marihuana ‘light’ o ‘cannabis CBD’, que se vende en Suiza en los kioscos. Un productor nos revela la cara oscura de un mercado que genera millones de francos. Y esto reactiva el debate sobre la legalización.
Estamos en la periferia norte de Zúrich, en el sótano de un negocio en un área industrial sin letreros que muestren el nombre de la calle. Werner Bösch da múltiples caladas a su cigarrillo electrónico. “Estoy un poco agitado”, dice.
Al lugar acaba de llegar la policía antidroga. Seis agentes vestidos de civil se aprestan a controlar lo que se encuentra en uno de los locales. Detrás de una puerta blanca cerrada con llave hay cientos de plantas de cáñamo, casi listas para la cosecha.
“Somos los campeones suizos de la marihuana”
Los agentes no quieren hablar con la prensa, así que conversamos con Bösch, de 58 años. El exelectricista trabaja con el cannabis desde que tenía veinte. En 1983 abrió en Zúrich su primera tienda, un negocio especializado en la venta de accesorios y aparatos relacionados con el consumo de la hierba, desde encendedores hasta pipas de agua.
A finales de los años noventa, aprovechándose como muchos otros de una zona gris en la regulación sobre la venta y uso de la hierba, Börsch vendía también marihuana con una alta tasa de THC, el principio psicoactivo de la planta. “Hicimos todo a la luz del día. El cannabis lo vendíamos en bolsitas perfumadas. Pero sabíamos muy bien que la gente la compraba para fumarla”. Nos muestra el trofeo que recibió en la primera feria suiza dedicada al cannabis en 1998. Y su hierba, dice, era la mejor. “Somos los campeones suizos de la marihuana”
En determinado momento, las autoridades dijeron “basta”. La policía intervino y puso fin a un comercio “tolerado”, pero ilegal. Y Bösch tuvo que presentarse ante la justicia. “Pagué mis multas”, asegura. Pero este cambio de proceder no impidió que continuara con su actividad
Retorno del cannabis, pero en versión ‘light’
En Suiza está prohibido cultivar, vender y consumir cannabis que contenga más de 1% de THC. Más allá de este umbral se considera que la marihuana es un estupefaciente. La posesión de hasta un máximo de 10 gramos se castiga con una multa de 100 francos. La ley consiente un empleo controlado y limitado de la marihuana para fines medicinales.
Desde hace algún tiempo, el cannabis ha vuelto a circular en Suiza. Esta vez, en toda legalidad, bajo el nombre de marihuana ‘light’ o marihuana CBD, del nombre de uno de sus principales activos, el cannabidiol (CBD). Contrariamente al THC, el CBD no tiene efectos psicotrópicos. Por lo tanto, se descarta de las sustancias prohibidas.
Legalmente, explica Bösch, es posible vender cannabis con menos del 1% de THC desde 2011, año en que entró en vigor la nueva Ley federal de estupefacientesEnlace externo. Por la represión conocida anteriormente pocos se aventuraron a producir este tipo de marihuana. “La situación cambió con la difusión de la marihuana medicinal en Estados Unidos, rica precisamente en CBD, una sustancia con muchas propiedades terapéuticas”.
20 libras al mes
Werner Bösch se inició en el negocio de la marihuana CBD en el verano de 2016. Entonces ya se vendían las primeras plantas legales en Suiza. Sin embargo, fue el primero en cultivarla en interiores. Una siembra más segura, discreta y con rendimiento más elevado. “Producimos en promedio 20 libras de cannabis al mes”, confía.
Las semillas las importó de EEUU. Con varias raíces y diversos cultivos seleccionó la variedad con el nivel deseado de CBD y un THC menor al 1%, como lo permite la ley. Su ‘Golden Green’, que vende desde hace algunos meses, contiene 0,6% de THC y 15% de CBD.
Bösch cultiva 2 700 plantas en diversos locales subterráneos, para tener una producción continua. Con una superficie total, que puede compararse a la superficie de tres canchas de tenis, el espacio no falta. Pronto intentará aumentar la producción hasta llegar a las 8 000 plantas.
Parte de la producción la vende directamente en sus tiendas, que ya son cuatro. El resto la vende a granel, a un precio más bajo, a otros comerciantes. La hierba dorada de Bösch lleva bien su nombre. En su negocio principal, un gramo se vende por 12 francos. El campeón suizo de la marihuana no oculta sus ganancias: “Solo con el cannabis CBD obtengo 50 000 francos al mes”.
Un mercado de 200 millones de francos
De Ginebra a San Gallen, los puntos de venta del cannabis CBD surgen como hongos. Solo en Zúrich, estima Bösch, hay al menos una decena. “Sin contar los kioskos”, añade. El cultivador en interiores de este tipo de cannabis requiere un permiso de las autoridades de sanidad. Los vendedores, los minoristas, en cambio, no necesitan ninguno. Solo un espacio comercial y teóricamente el producto puede venderse directamente en línea.
Es un gran negocio. Pero con el aumento de los productores, en un mercado que se estima de 200 millones de francos, los precios de las materias primas descenderán, estima Bösch. “Cuando iniciamos, el cannabis se vendía a 6 000 francos el kilo. Ahora el precio descendió a 4 000”. Pero este descenso no le molesta, sino el comportamiento de la competencia.
Bösch se refiere a aquellos minoristas, que según él, “son la mayoría”, que siguen sin pagar los impuestos de su producción de cannabis. La variedad legal rica en CBD se considera un “producto de sustitución” del tabaco. Por lo tanto, está sujeto al 25% de impuestos sobre su valor. “Con el IVA se llega al 33%. Si se cubren estas deducciones de ley los márgenes de ganancia no son tan grandes”, lamenta.
De lo que no se puede quejar es del cambio de su clientela. Los consumidores buscan el efecto relajante y terapéutico de la CDB, sin drogarse.
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¿Por qué consume marihuana CBD?
Las virtudes (poco analizadas) del CBD
El CBD puede ser eficaz contra la ansiedad, la depresión, las náuseas y las inflamaciones. Puede aliviar los ataques de epilepsia y su empleo también puede servir para sanar algunos tumores, explica el neurólogo Claude Vaney. Sin embargo, la investigación científica no ha confirmado de modo contundente el efecto medicinal del CBD. Faltan también estudios clínicos sobre los efectos a largo plazo, indica el presidente del grupo de expertos AmiS (Aplicación medicinal limitada de estupefacientes prohibidos).
Jean-Félix Savary, secretario general del Grupo de la Suiza francófona para los Estudios de Adicciones (GREAEnlace externo), retiene que el CBD es un producto interesante a nivel terapéuticoEnlace externo. “Pero no debe ser vendido en los quioscos”. A pesar de que este cannabis no crea dependencia, añade, su combustión, junto con la del tabaco, genera sustancias nocivas y estas son dañinas para la salud.
¿Por la legalización de la marihuana?
Si el cannabis CBD no provoca efectos psicotrópicos, bien puede hacer perder la cabeza a la policía. Esta marihuana CBD tiene el mismo olor, sabor y apariencia de la prohibida. Difícil, entonces, distinguirla durante los controles policiales. Los agentes desean exámenes de verificación de las plantas que sean rápidos y precisos, para descender los costes de los análisis de laboratorio.
Hoy, en los sótanos de Werner Bösch, los policías, vestidos de civiles, han venido con guantes de latex y pipetas. Tomaron pruebas de las plantas y partieron. “Los he llamado yo”, indica Bötsch. “Quiero que todo esté en regla”.
“Mi papá se preocupa mucho”, interviene su hijo, Nici. El joven gestiona una de las tiendas de la familia y de vez en cuando ayuda en las plantaciones.
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01 Cannabis Pageflow
Enlace externoCon la comunidad de intereses IG-Hanf que acaba de ser fundada, se pretende crear un contacto entre los productores, los vendedores y las autoridades. “Queremos ofrecer un producto de calidad, trabajando de forma transparente. Por ahora la situación es confusa. Entre las oficinas de sanidad pública, de agricultura, de control de medicamentos y la administración de aduanas, no sabemos a dónde dirigirnos”, indica Nici, que mira de modo positivo la presentación, en mayo, de una iniciativa parlamentaria del partido de Los Vedes, para crear una ley ‘ad hoc’ sobre la marihuana.
A la luz de los estudios científicos, de los hábitos del consumidor, de las experiencias internacionales y de la llegada al mercado de la CBD, debemos mantenernos críticos, advierte Jean-Félix Savary, que considera engañoso hablar de la marihuana legal. “Ya no se sabe qué está permitido y qué, no. Se quiere establecer un nuevo sistema para definir mejor los papeles de cada uno de los implicados, poner fin al mercado negro del cannabis, generar recursos fiscales y disminuir los riesgos para la salud”. Sobre todo, insiste el colaborador del GREA, se necesita responder a una interrogante legítima: “Qué sistema queremos para Suiza”.
Se ha reactivado el debate sobre la liberalización. A la espera de respuestas, una cosa es cierta: Werner Bösch puede seguir vendiendo su ‘Golden Green’. Al día siguiente de nuestro encuentro en su sótano, la Policía Cantonal de Zúrich informa sobre los resultados de sus análisis a las plantas de Bösch: “No hemos encontrado ningún cultivo ilegal”.
¿Y usted qué opina de liberalizar el mercado de la marihuana? Comparta su opinión con nosotros.
Marihuana en la farmacia
El 2008, el electorado suizo rechazó (con 63% de votos) una iniciativa popularEnlace externo que solicitaba la despenalización del consumo de cannabis. Sin embargo, en los años sucesivos han surgido proyectos y propuestas para la distribución reglamentada del cannabis.
Las primeras ciudades que en Suiza han emprendido proyectos pilotos en la materia son Ginebra, Zúrich y Basilea para estudiar los efectos de un consumo controlado de cannabis en el sede de asociaciones (llamadas ‘cannabis social club’). La ciudad de Berna anunció el inicio de un proyectoEnlace externo para estudiar los efectos de la venta reglamentada de cannabis en farmacias.
El objetivo es poder establecer una reglamentación del mercado de cannabis, a fin de que se pueda combatir eficazmente el mercado negro. De este modo, sostienen los promotores del proyecto, el Estado podría controlar la calidad del producto en circulación, recaudar impuestos y hacer una tarea de prevención adecuada.
Por su parte, la asociación Legalize it!Enlace externo tiene la intención de lanzar una iniciativa popular para legalizar el consumo de cannabis en Suiza.
(Traducción del italiano: Patricia Islas)
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