¿Hacia una mayor transparencia?
Trafigura, el gigante ginebrino de la logística y el comercio de materias primas, es el único negocio billonario que se ha comprometido a abrir sus libros contables. Las empresas del sector avanzan con lentitud hacia una mayor transparencia.
Este mes de diciembre, por primera vez en la historia, Trafigura publicará un informe que se ciñe a los estándares globales de la Iniciativa para la Transparencia de la Industria ExtractivaEnlace externo (EITI en inglés).
El principal objetivo de la EITI, cuyo consejo sostuvo una reunión en Berna el 20 y 21 de octubre, es arrojar transparencia sobre el manejo financiero y la gobernanza de aquellos países que son ricos en recursos naturales como el petróleo, el gas o minerales.
Actualmente, los países miembros de la EITI trabajan en hacer transparentes los pagos que las empresas de los sectores minero y energético realizan a gobiernos de países que viven la paradoja conocida como “maldición de los recursos”, esto es, economías generosas en recursos naturales, pero con grandes carencias en materia de desarrollo económico y social.
¿Qué es la EITI?
La Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, por su sigla en inglés) es una norma internacional para promover la transparencia en los pagos y los ingresos de la industria extractiva. Los países miembros de la EITI exigen a sus empresas que publiquen lo que pagan a los gobiernos, y a los gobiernos que publiquen lo que reciben de las empresas. Pero los corporativos han actuado con reticencia.
La idea de la entrega doble de cifras es que sean conciliadas por un administrador independiente.
Un grupo de múltiples interesados (MSG, en inglés) que incluye a representantes del gobierno, la industria y la sociedad civil supervisa el proceso de la EITI en cada país.
Los estándares han sido instrumentados ya por 48 países. Suiza aporta 700 000 francos al año para que esta iniciativa avance, y fue sede, por primera vez, de una reunión de consejo de la EITI, el 20 y 21 de octubre.
Uno de los pasos más importantes en esta dirección se dio hace dos años, cuando la EITI solicitó a sus casi 50 miembros que los países que tienen empresas energéticas estatales presenten informes transparentes. Esta información resultaba vital porque las petroleras estatales controlan el 80% de las reservas de crudo del mundo. Si todo marcha según lo previsto, pronto muchas de esas compañías presentarán su primer informeEnlace externo sobre los pagos que reciben de las grandes empresas a las que venden sus insumos.
Pero aún hay un problema por resolver. La EITI pide que las compañías compradoras también hagan pública su información y la mayoría se niega a hacerlo.
Hasta hoy, solo Trafigura ha dado el ‘sí’. Su director de Temas Corporativos, Andrew Gowers, asegura que la empresa quiere dejar de ser el búnker del pasado y liberarse de la constante presión que recibe por no hacer pública información, por lo que ha decidido buscar foros constructivos interesados en encarar el problema de la falta de transparencia, y “la EITI cumple con las expectativas de Trafigura en este ámbito”.
Stéphane Graber, secretario general de la Asociación Suiza de Comercio y de Transporte Marítimo (STSA), expresa a swissinfo.ch que las empresas comercializadoras de materias primas prefieren observar cómo aplicarán los gobiernos los estándares de la EITI antes de pasar a la acción.
«Estamos dispuestos a aportar nuestra experiencia a la EITI, pero son el consejo de esta iniciativa y los países miembros los que deben dar los primeros pasos en la instrumentación de las reglas acordadas, antes de que los comerciantes de materias básicas pasen a nuevos compromisos”, añade.
Olle Östensson, consultor independiente especializado en materias primas, reconoce las ventajas de una mayor transparencia, pero advierte también de que las nuevas reglas de divulgación traen consigo una miríada de regulaciones que podría afectar a las empresas más pequeñas del sector, que tendrían problemas para enfrentar los costos que suponen aplicar medidas de debida diligencia, lo que podría mermar su competitividad.
En el caso del gigante Trafigura, Gowers detalla que no será fácil ofrecer información a tiempo real sobre las transacciones físicas que realiza el corporativo, pero que no habrá ningún problema en compartir posteriormente su información para que sea divulgada.
Reputación y clima de inversión
Gowers reconoce que las empresas de materias primas generan desconfianza en la actualidad y estima que sumarse a la EITI mejorará la reputación del sector. “La divulgación de Trafigura ofrecerá información clara y accesible a los críticos de esta industria”.
Alexandra Gillies, director de programas de gobernanza de del Instituto de la Gobernanza de Recursos NaturalesEnlace externo, ONG que es miembro de la EITI, considera que las compañías que se sumen a este esfuerzo “se darán cuenta de que la información que se les pide no arruinará la relación que tienen con los gobiernos; por el contrario, les ayudará a mejorar su imagen y a eliminar la mala reputación que tienen”.
Esta ONG ha investigado y denunciado acuerdos de intercambios ilegales entre el gobierno de Nigeria y comerciantes internacionales de materias primas.
Para la EITI está claro que uno de los grandes méritos de estos nuevos compromisos será, justamente, coadyuvar a terminar con diversas prácticas de corrupción, lo que redundará en beneficios para los países productores, que así podrán desarrollar políticas de desarrollo más sostenibles en el futuro.
“Más transparencia y una mejor gobernanza mejoran el clima de inversión y promueven el crecimiento”, añade, Raymond Furrer, de la Secretaría de Estado de Economía (Seco).
Reputación suiza
En la reunión de la EITI celebrada en Berna, algunos participantes cuestionaron si la reputación de Suiza no se vería afectada por no haber actuado antes y por no haberse comprometido con la transparencia en el sector de las materias básicas. Suiza juega un rol preponderante en esta industria: el 60% del comercio de metales y el 35% del comercio de petróleo tienen lugar en territorio helvético.
Monica Rubiolo, jefa de la División de Apoyo Macroeconómico de Seco, declinó que Suiza haya mostrado desinterés. Consideró que este ha sido un proceso en el que se ha fortalecido la discusión en el seno de la EITI y en el que aún se requiere que más empresas de materias primas se adhieran a este esfuerzo.
Pero dejó claro que Suiza otorgó su apoyo a la EITI desde el año 2009, cuando se adhirió al consejo de esta entidad.
Optimismo
La EITI confía en que cada vez más empresas respalden una política de transparencia.
“La idea de que los comerciantes de materias primas revelen voluntariamente su información molesta a algunos, pero poner el tema sobre la palestra evitará que caiga en el olvido”, dice Gillies, de la ONG.
“Observamos el mismo fenómeno hace algunos años en las compañías petroleras y mineras, se resistían a dar información, intentaron ignorar el asunto y tenían la esperanza de que con el tiempo se desvaneciera. Pero ahora vemos un gran número de empresas que divulgan incluso más información de que la que se les exige”.
Gowers coincide con la visión de Gillies: “Hace solo 20 años ninguna de las mineras quería unirse a este tipo de iniciativas y hoy todas son parte de ellas. Sé que sucederá lo mismo con los comerciantes de materias primas”.
EITI y los comerciantes suizos
De acuerdo con la ONG Swissaid, Suiza es responsable del 60% del comercio mundial de metales y del 35% del comercio mundial de petróleo.
Ginebra es sede de unas 400 empresas especializadas en el comercio de productos básicos.
Entre 2011 y 2013, los comerciantes suizos pagaron 55 000 millones de dólares a 10 gobiernos africanos por petróleo, según un estudio realizado por tres ONGEnlace externo. Esto es más del doble de la ayuda al desarrollo que recibieron estos países en ese lapso.
Según Clare Short, presidenta del consejo de la EITI, Suiza ha tenido un papel activo en promocionar la transparencia en los corporativos dedicados al comercio de materias primas y en convencer a Singapur y Hong Kong de sumarse a este esfuerzo.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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