Credit Suisse estaba protegido contra la catástrofe, según el regulador
En el momento de su quiebra, el banco Credit Suisse contaba con prácticamente todas las salvaguardias contra una desintegración caótica, afirma el regulador financiero suizo.
La Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) ha emitido su veredicto oficial semanas después de la dramática absorción de Credit Suisse por el banco rival UBS.
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La operación se precipitó durante un fin de semana de marzo, cuando el Gobierno invocó poderes de emergencia y prometió miles de millones de los contribuyentes para cubrir las posibles pérdidas de UBS.
Sin embargo, la FINMA insiste en que sin la normativa «too big to fail» (demasiado grande para quebrar), la situación habría sido aún peor.
«Los acontecimientos en torno a Credit Suisse demuestran lo importante que es hacer preparativos concretos para las crisis. Esto significaba que las autoridades tenían opciones sobre la mesa con el plan de reestructuración y con el plan de emergencia que sencillamente no existían hace diez años», dijo el Director General de la FINMA, Urban Angehrn, añadiendo que aún deben aprenderse lecciones no especificadas sobre cómo hacer frente a situaciones de crisis.
La declaración de Angehrn se incluye en el último informe anual de la FINMA sobre cinco bancos suizos, entre ellos Credit Suisse, cuya quiebra perjudicaría gravemente a la economía. Por ello, los cinco están obligados a reservar fondos para cubrir pérdidas financieras y elaborar planes para una quiebra ordenada.
A finales del año pasado, Credit Suisse había cumplido la gran mayoría de sus obligaciones y estaba en proceso de aplicar las medidas adicionales ordenadas por el Gobierno en 2022, dijo la FINMA en su informe publicado el miércoles.
El Parlamento, impotente
El informe confirma el fracaso de la normativa «too big to fail» (demasiado grande para quebrar) a la hora de evitar el pánico que se apoderó de Credit Suisse cuando experimentó una corrida bancaria incontrolable el mes pasado.
El Parlamento fue en gran medida impotente para impedir la operación de adquisición o el uso de fondos estatales para facilitarla. Pero varios partidos políticos han exigido normas más estrictas para evitar futuras sacudidas al sistema financiero.
Entre sus preocupaciones está el espectro de un banco fusionado, Credit Suisse y UBS, que podría representar una amenaza aún mayor para la estabilidad financiera.
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«La fusión de UBS y Credit Suisse se tendrá en cuenta en la labor de planificación de la recuperación y resolución por parte de la FINMA y el banco fusionado en el futuro», señala el informe del regulador.
Volver a la pizarra
El informe analizaba la situación de los grandes bancos el año pasado, pero afirmaba que el grupo bancario Raiffeisen había aplicado todas las medidas obligatorias para mitigar el riesgo y disolverse de forma ordenada en el peor de los casos.
El Banco Cantonal de Zúrich aún no ha reservado todo el capital líquido que necesita para apuntalar su balance contra las pérdidas.
PostFinance, el brazo financiero del Correo suizo, fracasó recientemente en un recurso legal contra las exigencias de la FINMA. El año pasado, el Parlamento votó en contra de la propuesta del Gobierno de conceder a PostFinance una licencia bancaria plena. Como resultado de las decisiones judiciales y parlamentarias, PostFinance «debe por tanto revisar su plan de emergencia», dice la FINMA.
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