El cibercrimen origina pérdidas billonarias
Los ataques cibernéticos a la privacidad personal y corporativa encabezan la lista de preocupaciones del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos. Un debate sobre la protección de datos recordó que la revolución digital trae consigo tantos riesgos como beneficios.
La creciente inquietud sobre la forma en la que cuerpos de inteligencia están comprometiendo la privacidad personal -como lo ha hecho la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA en inglés)- fue debatida por un panel de expertos que participó en la sesión El problema del Gran Hermano.
Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, afirmó que el derecho a la privacidad es “uno de los temas fundamentales de nuestros tiempos”, y criticó las “operaciones de tanteo de terreno” –también conocidas como fishing expeditions- que realizan algunos gobiernos para hallar información.
En tanto, Bradford Smith, consejero general de Microsoft, afirmó que el gigante del Internet desafía regularmente demandas de información a través de las cortes, y reconoció que no siempre resulta la parte ganadora. “Si perdemos un caso, siempre hacemos lo que ordenan los gobiernos”, dijo.
Los participantes en esta mesa de debate condenaron a los gobiernos que vadean las aguas de los datos personales en busca de fragmentos de información que puedan serles de utilidad. Sin embargo, el panel se quedó corto en respuestas cuando se habló sobre la revisión de leyes nacionales para mitigar estos ataques.
Mostrar más
En Davos se espera más penumbra que luz
Suiza, el mejor lugar
Dada la vulnerabilidad que enfrenta el flujo de datos, crece el número de empresas que ofrecen servicios de seguridad cibernética para compensar los vacíos legales que existen. Una de ellas es la ginebrina WISeKey, especializada en la seguridad de la llamada computación en la nube y en la codificación digital para Internet, así como para el tráfico de datos para iPhone.
Su más reciente innovación se desvelará durante la celebración de la icónica fiesta nocturna sabatina que organiza el WEF, espacio que permitirá presentar lo último de la tecnología suiza.
“El problema es que Internet jamás fue diseñado para ser un ambiente seguro, y ahora lo utilizamos para prácticamente todo”, dice a swissinfo.ch Carlos Moreira, fundador y director ejecutivo de WISeKey, y enfatiza que la seguridad cibernética es un mercado impresionante que seguirá creciendo a una gran velocidad.
“Nuestra marca suiza tiene una gran importancia para nosotros, porque los clientes valoran la neutralidad helvética y la solidez de la legislación del país en materia de datos”, apunta.
Estar en Suiza también es importante para los fabricantes del nuevo teléfono seguro Blackphone, que saldrá en breve al mercado. Se trata de un producto desarrollado por la compañía española Geeksphone y la firma estadounidense de codificación Silent Circle, que se unieron para crear una nueva entidad comercial –también llamada Blackphone– que opera en Ginebra.
“Suiza es el lugar para asegurar la protección de datos”, señala a swissinfo.ch Rodrigo Silva-Ramos, cofundador de Blackphone.
La nueva versión diseñada para el teléfono Android contará con una función de software dedicada a la codificación y también con una conexión wifi VPN (red virtual privada) que se ocupará de borrar las cookies.
A este respecto, Silva Ramos explica: “Necesitamos un nuevo equilibrio entre seguridad y privacidad”. En su opinión, todos los esfuerzos actuales se concentran en la protección de datos y el teléfono que presentarán dará también a los ciudadanos la capacidad de proteger su privacidad.
Mostrar más
Rostros, gestos y palabras
Preocupaciones corporativas
El deseo de disponer de una mayor protección contra los intrusos no solo interesa a los individuos. Cada vez es mayor la necesidad de las empresas de contar con una tecnología que les permita mantener a salvo de piratas informáticos sus secretos industriales.
Avances tecnológicos como la computación en la nube y la llamada gran nube de datos podrían generar valor agregado a la economía mundial por alrededor de 21,6 billones de dólares (19,6 billones de francos suizos) para el año 2020, según un informe del WEF. Pero esto solo será posible si las compañías son capaces de mantenerse siempre un paso por delante de los cibercriminales.
El costo de la comisión de delitos, como los fraudes en línea, el robo de identidad y los ingresos perdidos por daños a la propiedad intelectual, se estiman en 1 billón de dólares, según McAfee, firma especializada en la seguridad en Internet, y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington. Este dato podría triplicarse para el año 2020 si las compañías no fortalecen su defensa, afirmaron investigadores del WEF.
Cerca del 69% de los 250 ejecutivos entrevistados para el informe del Foro Económico Mundial teme que los atacantes cibernéticos sigan siendo más sofisticados y eficientes que las empresas que desarrollan mecanismos para ahuyentarlos.
Y quizás por ello, el 40% de las compañías consultadas -entre ellas una gran multinacional que estima que recibe unos 10.000 ataques cibernéticos diarios- considera que su gasto en protección informática aún es “significativamente bajo”.
La 44ª edición del Foro Económico Mundial (WEF), que tiene lugar esta semana en Davos, eligió como tema central La remodelación del mundo: consecuencias para la sociedad, la política y los negocios.
Entre el 22 y 25 de enero, alrededor de 2.500 participantes escucharán y dialogarán con líderes del mundo político, financiero, empresarial, religioso, científico, cultural y figuras destacadas de la sociedad civil.
Este año asisten alrededor de 50 jefes de Gobierno y de Estado, entre ellos el primer ministro japonés, Shinzo Abe; su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu; el presidente iraní, Hasán Ruhaní; el primer ministro británico, David Cameron; el primer ministro australiano, Tony Abbot; y el presidente de Corea del Sur, Park Geun-Hye.
El WEF fue fundado por Klaus Schwab en 1971, originalmente bajo el nombre de Simposio Europeo de la Gestión y fue diseñado para propiciar encuentros entre destacados líderes empresariales europeos y sus homólogos estadounidenses para fomentar los negocios, pero también para resolver sus problemas más significativos.
Fue en el año 1987 cuando el foro tomó su nombre actual tras ampliar horizontes y confirmarse como una plataforma de debate y búsqueda de soluciones para problemas de orden internacional.
El WEF es un organismo no lucrativo, con sede en Ginebra, que se financia con las cuotas de suscripción de sus miembros.
Soluciones en la física cuántica
Algunas empresas utilizan ya a la física cuántica como aliada en el juego del gato y el ratón en el que se han enfrascado con los atacantes cibernéticos.
La firma ginebrina ID Quantique, por ejemplo, utiliza las leyes de la física cuántica para generar una nueva forma de codificación diseñada para desafiar los intentos de ataques convencionales. A través del envío de fotones a un receptor -vía fibras ópticas-, los usuarios del nuevo dispositivo de codificación pueden detectar cualquier tentativa para interceptar sus mensajes.
“Un enlace de comunicación es parecido a un juego de tenis”, explica a swissinfo.ch el director ejecutivo de ID Quantique, Gregoire Ribordy. “Un tercero puede interceptar la pelota, leer la información y luego desviarla a otro sitio sin que nadie lo note”.
“Nuestro sistema equivale a reemplazar la pelota de tenis por una burbuja de jabón. Tan pronto alguien intente manipular la información, la burbuja estallará y (la intromisión) será detectada”, apunta.
Sin embargo, se piensa que la NSA también está utilizando la física cuántica para desarrollar superordenadores capaces de resolver problemas matemáticos más rápido que cualquier otro método convencional, facilitando con ello el procesamiento de grandes volúmenes de datos.
También Suiza le sigue el ritmo a la nueva tecnología: reúne a un grupo de científicos cuánticos en el seno del Centro Nacional de Competencia para la Investigación en Ciencia Cuántica y Tecnología, anticipándose a una batalla entre el espionaje y las medidas necesarias para contrarrestarlo que seguirá propagándose durante décadas.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.