El franco suizo se acerca a su máximo histórico frente al euro por la crisis de Oriente Próximo

Keystone / Martin Meissner

El franco ha alcanzado en los últimos días su valor más alto frente al euro en un año y se acerca a su máximo histórico. Una situación internacional muy incierta en Oriente Medio empuja a los inversores hacia posiciones más seguras.

El viernes por la tarde, el tipo de cambio frente al euro cayó hasta 0,9457. Hay que remontarse a septiembre de 2022 para encontrar un valor del euro más bajo (0,9409), una cotización que representa el mínimo absoluto en la historia de los tipos de cambio entre las dos monedas. Esta mañana el euro ha cambiado de manos entre 0,9486 y 0,9502.

Según los operadores del mercado, hay una carrera hacia los llamados activos refugio, como el franco suizo. Aún no está claro cuánto durará esta fase: estos episodios suelen durar poco, afirma un analista de Commerzbank. «Pero mientras exista el peligro de una ofensiva terrestre del ejército israelí en Gaza y mientras no esté claro cómo reaccionarán los Estados árabes, probablemente sea demasiado pronto para renunciar a la nueva postura de riesgo».

Comparación histórica

El euro (en circulación monetaria real desde 2002) alcanzó su máximo histórico frente al franco en 2007, con 1,7146 francos suizos. Eran los tiempos del llamado «super-euro», que según sus partidarios se preparaba para sustituir al dólar como moneda de referencia mundial. La posterior crisis económica y financiera mundial, agravada más tarde por la crisis de la deuda soberana europea, redujo drásticamente el valor de la moneda de la Unión Europea, reforzando el papel del franco como valor refugio.

Una reputación, sin embargo, que sólo se forjó después de mucho tiempo. De hecho, el franco suizo tiene más de 170 años: se creó en 1850 y se adaptó entonces al sistema francés. Las primeras monedas se acuñaron en París: la Casa de la Moneda Federal de Berna no empezó a funcionar hasta 1853. Y en aquella época probablemente no eran muchos los que apostaban por que la moneda de un Estado neutral llegaría un día a ser más valiosa que la de las grandes potencias vecinas.