El lado oculto del submundo arqueológico
Suiza hizo una limpieza de sus puertos libres tras un escándalo en 1995, sobre antigüedades robadas. A escala mundial, la lucha contra esa actividad delictiva aumenta con ayuda del intercambio de información vía Internet.
Museos de todo el mundo muestran tesoros arqueológicos que a veces no son legalmente suyos, y mientras los gobiernos discuten la propiedad, el saqueo de los sitios arqueológicos alimenta un próspero mercado negro.
Un periodista del diario Los Angeles Times trata de establecer ‘WikiLoot’, una forma de intercambiar información sobre antigüedades robadas a través de la Web. «Queremos lograr que sea imposible cerrar los ojos» sobre este problema, dijo Jason Felch a swissinfo.ch
Felch y Frammolino Ralph realizaron una investigación de cinco años que culminó en 2011 con la publicación de «Persiguiendo a Afrodita». La narración de los bajos fondos arqueológicos se lee como una novela de suspenso.
El descubrimiento en 1995 de que el puerto franco de Ginebra era el refugio de una red internacional de antigüedades robadas y que tenía relación con el Museo Getty de Los Angeles, fue el punto de partida de la pesquisa.
El accidente de tránsito de un antiguo policía italiano, en agosto de 1995, a la mitad de camino entre Nápoles y Roma, puso al descubierto una enorme trama de contrabando.
Al actuar rápidamente con base en las pruebas encontradas en el automóvil de la víctima, los Carabinieri italianos y las autoridades suizas efectuaron una incursión conjunta a la base de una empresa asociada con un distribuidor de antigüedades italiano, Giacomo Medici, en el puerto libre de Ginebra.
En el lugar fueron encontrados miles de objetos de tumbas saqueadas, principalmente de Italia y, aún más importante, la documentación completa sobre transacciones anteriores, muchas con los principales museos del mundo.
Tougher law
«Medici se sentía tan a salvo en en Ginebra, que guardó registros extensos y fotografías de todos los objetos», observó Felch.
En 2004, Medici fue finalmente condenado a diez años (que se redujeron a ocho tras una apelación) por un tribunal italiano y al pago de 10 millones de euros (12 millones de francos). Italia todavía recupera las piezas.
En respuesta al escándalo en las bóvedas de Ginebra, Suiza actuó con la introducción en 2003 de una ley para regular la transferencia internacional de la propiedad cultural según la convención de la UNESCO de 1970 sobre patrimonio cultural. En 2005 estableció una oficina para implementar la ley.
Los puertos libres quedaron sujetos a las mismas regulaciones del resto de las importaciones, con la obligación de declarar la propiedad, el origen y el valor de todos los bienes. Desde 2009, también requieren un inventario completo.
Benno Widmer, historiador de arte y abogado, encabeza la sección de la Oficina Federal de Cultura para la transferencia internacional de la propiedad cultural.
Justicia penal
Cuando un “discreto” (off-shore) puerto libre fue abierto en Singapur en 2010, se temió que las estrictas regulaciones suizas decidirían a los usuarios a mudarse, pero Ginebra sigue funcionando al 100% de su capacidad y está en expansión.
Felch indicó que debido a que países como Suiza acostumbran tratar los casos por la vía penal – y no civil- con frecuencia los procedimientos son archivados por problemas de tecnicismos o porque los delitos son difíciles de probar, sobre todo cuando el origen de los objetos robados no puede ser identificado.
Felch menciona la broma corriente de que cuando un objeto de arte es de dudosa procedencia, siempre se atribuye a “una colección privada suiza”.
También describió el sofisticado sistema de Medici para obtener la virginidad de una pieza: Limpiaba el objeto recientemente saqueado entregándolo a una subasta en Nueva York o Londres. Luego lo colocaba en manos de un comprador falso que lo adquiría para regresárselo luego con el “sello de legitimación”.
“Las casas de subastas actuaban como lavanderías, eran cómplices de lo que sucedía”.
Intercambiar información
Al dar a conocer una más amplia información, Felch espera que la gente se sienta estimulada a buscar la verdad. “WikiLoot iluminará con una luz brillante el mercado negro”, dijo.
Las extensas investigaciones criminales que llevaron a los Medici y, ahora al no menos famoso distribuidor siciliano de antigüedades, Gianfranco Becchina, han arrojado millones de documentos que podrían ser procesados por lo que comúnmente se conoce como la Web semántica.
Se trata de una vía para que personas e instituciones logren una comprensión colectiva a través del intercambio y el procesamiento de datos en bruto.
WikiLoot aún tiene que asegurar el financiamiento adecuado, aunque han sido identificados socios potenciales.
Sin embargo, a Paolo Ferri, el fiscal italiano que despertó consciencia en su país sobre la magnitud de los daños de los saqueos – y participó en la incursión en Ginebra – no le convence WikiLoot. Teme que la publicación de información sobre los objetos de dudosa procedencia impulse a contrabandistas a adoptar nuevas estrategias de ocultamiento.
Mientras la gente o las instituciones sientan que tienen derecho a comprar y poseer las antigüedades, los sitios seguirán siendo saqueados y el comercio ilegal prosperará, afirmó Felch.
“Solamente cuando nos movamos más allá del concepto de propiedad de los objetos del patrimonio cultural y aceptemos que no se pueden comprar, el mercado negro perderá interés”, sentenció.
En 2003, el Acta de Transferencia de Bienes Culturales (CPTA) permitió a Suiza ratificar la Convención de la UNESCO de 1970 sobre bienes culturales.
Fue seguida por una ordenanza que en 2005 hizo obligatoria la declaración del origen, la propiedad y el valor de los bienes culturales importados en Suiza
En 2009 se incorporó la obligación de mantener un inventario vigente en todos los puertos libres.
En 2003, la aduana suiza descubrió 200 piezas robadas del antiguo Egipto, entre ellas dos momias, en el puerto franco de Ginebra. Los objetos fueron devueltos a su país de origen.
El Registro de Arte Perdido opera una base internacional de datos sobre obras de arte, antigüedades y objetos de valor perdidas o robadas.
Un equipo de académicos de la Universidad de Glasgow recibió recientemente una subvención de £1.000.000 del Consejo Europeo de Investigación para realizar pesquisas sobre el tráfico ilícito de arte antiguo-
El ministro de Cultura y Turismo turco, Ertugrut Gunay, lidera una campaña para la recuperación de los tesoros arqueológicos de su país.
Gunay sigue los pasos de Grecia (cruzada de Melina Mercouri para obtener la devolución de los mármoles de Elgin en el British Museum) y Egipto (el ex ministro de Estado para los asuntos de antigüedades, Zahi Hawass, intenta lograr la repatriación de los tesoros egipcios, incluida la piedra Rosetta).
En mayo de 2005 un tribunal italiano halló a Giacomo Medici culpable de exportación ilegal, recepción de bienes robados y asociación ilícita.
Comercializadas ilegalmente diversas piezas italianas fueron repatriadas desde diversos museos, a saber, el New York Metropolitan Museum of Art (21 objetos en el 2006), el Museo de Bellas Artes de Boston (13 objetos en el 2006), el Museo de Arte de Cleveland (14 objetos en el 2009) , el Museo J. Paul Getty (40 objetos en el 2007), y el Museo de Arte de la Universidad de Princeton, (8 objetos en 2007).
Traducción, Marcela Águila Rubín
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