El Parlamento suizo decapita salarios mínimos
Una moción aceptada por el Parlamento deja obsoletos los salarios mínimos de los cantones. Aunque la decisión es políticamente problemática, se ajusta a la Constitución, afirma el politólogo Nenad Stojanović.
En los cantones de Ginebra y Neuchâtel, los trabajadores verán reducido su salario mensual. Las personas activas en la hostelería, la limpieza y la peluquería pueden perder varios cientos de francos al mes.
La razón: una decisión del Parlamento. Tal como lo hiciera el Consejo de Estados (Cámara Alta), el Consejo Nacional (Cámara Baja) aceptó por un estrecho margen una moción que antepone los convenios colectivos de trabajo (CCT) al derecho cantonal en materia de salario mínimo, paga extraordinaria y derecho a vacaciones.
Esto significa que los salarios mínimos introducidos en los cantones de Neuchâtel (20,77 francos la hora) y Ginebra (24 francos la hora) a raíz de una votación popular dejarán de aplicarse en los sectores en los que un convenio colectivo nacional prevea un salario inferior. Los otros tres cantones que han adoptado un salario mínimo, a saber, Jura, Basilea-Ciudad y Tesino, ya aplican este sistema.
El texto presentado por el senador del partido El Centro (centro/derecha) Erich Ettlin ha convencido a la mayoría de derecha del Parlamento. Los partidos burgueses afirmaron que querían “reforzar el partenariado social, que ha garantizado la paz laboral en Suiza durante más de 100 años”. Estiman que las decisiones populares sobre los salarios mínimos en los cantones ponen en peligro este equilibrio.
“Un ataque al federalismo”
Sin embargo, la decisión ha provocado la protesta de la izquierda. Considera que el Parlamento traiciona la voluntad del pueblo, ya que los cantones afectados introdujeron un salario mínimo tras una votación popular. “Esto no es ni más ni menos que un golpe parlamentario contra la Constitución”, reaccionó en Twitter Cédric Wermuth, copresidente del Partido Socialista (PS/izquierda). También denunció un ataque frontal al federalismo.
En Ginebra, la decisión no ha sido bien acogida. El cantón había aceptado en 2020 una iniciativa popular a favor de un salario mínimo por hora. “Estoy indignada y decepcionada. Hasta mil francos menos al mes para las personas que trabajan a tiempo completo… el riesgo de tener que recurrir a la asistencia social… esto no es aceptable”, comentó la consejera de Estado de Economía de Ginebra, Fabienne Fischer, entrevistada por la Radio Televisión Suiza (RTS).
La irritación también cunde entre los afectados. La RTS recogió el testimonio de un empleado del sector de la restauración ginebrino que verá reducido su salario mensual en 400 francos. “Después de todos los esfuerzos que hicimos durante la COVID, las oleadas de despidos, ahora esto. Ni siquiera es imaginable. Las personas que toman estas decisiones están completamente desconectadas”, deploró.
Una decisión conforme a la Constitución
Sin embargo, en términos formales, la decisión del Parlamento se ajusta a la Constitución, afirma el politólogo Nenad Stojanović. Recuerda que las cámaras tienen derecho a promulgar leyes que limiten la soberanía de los cantones, siempre que sean constitucionales. “Durante mucho tiempo, se consideró más bien que las leyes cantonales sobre el salario mínimo eran anticonstitucionales, especialmente por el principio de ‘libertad económica’ garantizado por el artículo 27 de la Constitución”, subrayó.
La perspectiva cambió en 2017, cuando una sentencia del Tribunal Federal reconoció el derecho del cantón de Neuchâtel a legislar en la materia. El más alto tribunal del país consideró que el salario mínimo es una medida de política social y no de política económica, ya que su objetivo es combatir el fenómeno de los “trabajadores pobres”.
Desde un punto de vista político, la aceptación de la moción es más cuestionable, estima Nenad Stojanović. “Es políticamente problemático que el Parlamento intervenga para anular decisiones que fueron tomadas por el pueblo a nivel cantonal y legitimadas por el Tribunal Federal”, analiza.
El politólogo señala que la decisión se inscribe en un contexto más general: “Desde hace varias décadas, observamos una centralización del poder en Suiza. Cada vez más competencias cantonales han sido transferidas al nivel federal tras votaciones en el Parlamento o iniciativas populares aceptadas por el pueblo”.
Suiza no siguió la tendencia
El Consejo Federal (Gobierno) es ahora responsable de aplicar la moción. La Unión Sindical Suiza (USS) anunció ya que actuará en contra del proyecto “por todos los medios necesarios”. Es probable que se convoque un referéndum.
Suiza es uno de los pocos países de Europa sin salario mínimo nacional. De un total de 5 millones de empleados, solo 1,7 millones están sujetos a un convenio colectivo que establece un salario mínimo, según el sindicato Unia.
Sin embargo, la medida se generalizó en los países desarrollados tras la crisis de los años treinta. Actualmente, 21 de los 28 países de la UE tienen salarios mínimos legales. De los 27 Estados miembros, 21 cuentan con legislación nacional. Los otros seis países han fijado un salario mínimo por rama o prevén que se determinen mediante negociación entre los interlocutores sociales.
Adaptado del francés por Marcela Aguila Rubín
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.