El toque exótico de la Quinta Suiza en la Copa del Mundo de la fondue
Los mundiales de la fondue se celebran cada dos años para coronar al quesero o quesera que prepare la mejor receta. Este año, participaron incluso miembros de la comunidad suiza en el extranjero provenientes de Canadá y Brasil.
Durante cada edición, una multitud de devotos comedores de fondue invade Tartegnin, un pequeño pueblo que domina el lago Lemán, en el fondo de los Alpes franceses. En medio de un viñedo pintado de oro por el otoño, se decide quién prepara la mejor fondue del mundo.
La cuarta edición, celebrada del 17 al 19 de noviembre, fue muy esperada, ya que la de 2021 tuvo que cancelarse debido a la pandemia de Covid-19.
Participaron 240 personas, tanto suizas como extranjeras, que compitieron por el título de campeones del mundo 2023. Estaban divididos en dos categorías: profesionales (queseros, queseras y personas activas en la industria de la restauración) y amateurs, una categoría abierta al público en general.
Sin embargo, las mismas reglas se aplicaron a cada participante. «Las fondues deben contener al menos un 50% de Gruyère DOP. La otra mitad queda a la creatividad», aclara Graziella Jayet, portavoz del evento.
Durante los tres días que dura el evento, más de 10.000 personas pudieron degustar diferentes fondues, servidas en más de 6.000 «caquelon», la tradicional olla en la que se derrite el queso.
Un toque brasileño-bernés
Para encontrar la mejor fondue, este año el comité organizador miró mucho más allá de las fronteras suizas. De hecho, viajaron hasta Brasil y Canadá para seleccionar, a través de competiciones locales, quiénes merecerían una invitación para el evento principal en Suiza.
Desde Brasil, Clara Gaehwiler llegó a la final en la Confederación. Hija de un bernés que produce queso en el país latinoamericano desde hace más de 40 años, Clara ha estado inmersa en los caquelones desde que era niña.
«Había queso en cada comida. Hoy en día, el queso es un ingrediente en todas mis recetas», cuenta la mujer, que tiene un restaurante y una tienda de comestibles en Pirenópolis, en el estado brasileño de Goiás. «No tenía otra opción que amar el queso», bromea.
De acuerdo con las reglas de los Mundiales de la fondue, la finalista en la categoría de profesionales utilizó el 50% de gruyère, un producto exclusivamente suizo, y una mezcla de quesos producidos por su padre en su Quaijaria Alpina (quesería alpina) en Brasil.
La fondue que viene del frío
La participación de Canadá, por otro lado, viene de la mano de un suizo que vive en Quebec. «Me puse en contacto con el comité de organización en Tartegnin, bromeando que una Copa del Mundo digna de ese nombre debía cambiar de país. Me tomaron en serio y al final organicé un evento en Quebec», cuenta Gérald Golay, quien vivió en el Cantón de Vaud antes de emigrar a Canadá en 2010.
La broma se ha transformado progresivamente en un negocio que importa más de 20 toneladas de gruyère y emmental cada año para fabricar mezclas de fondue, que se venden en bolsas o se funden sobre el pan de los hot dogs servidos durante ferias y festivales.
Regreso a las raíces
Philippe Magnenat, originario de Lausana y residente en Canadá, llegó a la final en Suiza en la categoría de aficionados. Para él, el viaje a la Confederación representaba un regreso a sus raíces. Antes de mudarse a Canadá en 2002, fue subinstructor en la Piazza d’armi de Bière (Vaud). También es miembro del Consejo de Suizos en el Extranjero. Dijo estar sorprendido de haber sido seleccionado: «Me inscribí para apoyar a mi amigo Gérald Golay, quien organizó el evento».
Durante la final de la categoría de aficionados, Philippe preparó la misma fondue que siempre hace en Canadá, «una fondue 100% suiza, con quesos suizos», explica. «Es fácil encontrar suficientes quesos suizos para preparar una mezcla tradicional. A veces, incluso son más económicos que los del Quebec».
Demasiado exotismo para el paladar suizo
En la fondue que presentó al jurado en Suiza, Clara Gaehwiler puso énfasis en los productos brasileños. Además de los quesos, añadió vino blanco de Monete Alba y un toque de pimienta rosa.
Su receta quizás fue demasiado exótica para el paladar del jurado, que designó como ganador a un quesero de la región de Gruyère, en el cantón de Friburgo, donde se produce el queso que patrocinó el evento.
Para la quinta edición, programada para 2025, el comité ha prometido abrir una categoría «libre», «para dar espacio a la creatividad y no obligar a quienes participan a utilizar el 50% de Gruyère DOP». Esto quizás permitirá que las fondues extranjeras tengan más posibilidades de aspirar al podio.
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