Cuentas en Suiza con dinero de sobornos a presidentes latinoamericanos
El escándalo de corrupción que involucra a la constructora brasileña Odebrecht se extiende a otros países. La fiscalía suiza, que ya colabora con Panamá y Perú, evalúa ahora la solicitud de asistencia judicial que ha recibido de Ecuador.
El caso Odebrecht salpica a varios países de América Latina. En diciembre pasado, la mayor constructora latinoamericana reconoció haber pagado más de 439 millones de dólares en sobornos a 11 países fuera de Brasil para que le adjudicaran grandes obras públicas.
Los pagos se efectuaron a partidos políticos y autoridades en Argentina, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Venezuela y República Dominicana. Y también en dos países africanos: Angola y Mozambique.
Toledo en el punto de mira
Las pistas del escándalo conducen al centro financiero de Suiza. Según confirmó el Ministerio Público de la ConfederaciónEnlace externo (MPC) al informativo ‘RundschauEnlace externo’ de la televisión pública, la fiscalía colabora en las investigaciones abiertas en Panamá y Perú. Además, el MPC evalúa una solicitud de asistencia judicial que ha recibido de Ecuador.
Perú está interesado en conocer los pormenores de las cuentas en Suiza del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006). A través de una cuenta en Zúrich del banco LGT Bank de Liechtenstein, el exmandatario recibió presuntamente 20 millones de dólares en sobornos. Así lo afirma el Instituto de Gobernanza de Basilea que asesora al Ministerio peruano de Justicia en la repatriación de los fondos ilícitos.
Fondos congelados en Suiza
A Panamá le interesan las cuentas en Suiza del expresidente Ricardo Martinelli y sus hijos, Luis y Ricardo Martinelli Linares. Según el diario panameño ‘La Prensa’, la fiscalía helvética ha congelado 22 millones de dólares depositados en el país alpino. Las cuentas de los hijos Martinelli están en los bancos Pictet, Notenstein La Roche (filial de Raiffeisen) y Lombard Odier.
En un acuerdo conjuntoEnlace externo, Suiza, Brasil y Estados Unidos condenaron a finales de 2016 a Odebrecht al pago de una multa de 3 500 millones de dólares, la mayor penalización jamás impuesta en un proceso de corrupción. De esa suma, 210 millones han sido devueltos a las arcas públicas.
Éxito para el fiscal general
Una de las razones por las que Odebrecht aceptó pagar la cuantiosa multa fue la investigación penal que llevó a cabo la fiscalía suiza, con éxito: Entre otras cosas, el MPC se incautó de un servidor en la empresa de almacenamiento de datos Safe Host, en Ginebra, en el que Odebrecht guardaba la contabilidad secreta sobre los sobornos. Las autoridades helvéticas aún no han terminado de analizar la inmensa cantidad de datos.
A partir de 2005, Odebrecht abrió una serie de empresas en el extranjero y varias cuentas bancarias a su nombre, principalmente en Suiza. Hasta mediados de 2014, a través de las cuentas regulares de la empresa, como en Estados Unidos, se transfirieron 635 millones de francos a la ‘caja B’ en Suiza, según el auto de instrucción penal del MPC en el caso Odebrecht al que tuvieron acceso los periodistas de ‘Rundschau’.
Banco privado en Lugano
En el proceso en Brasil, miembros del “departamento de sobornos” de Odebrecht admitieron haber utilizado un sistema de contabilidad secreto, así como un sistema de comunicación encriptada –denominado ‘Drousys’–, en el que organizaban con los citados bancos los diferentes pagos.
Una de las entidades bancarias implicadas –según el testimonio de un ‘insider’ a la justicia – fue supuestamente el PKB Privatbank de Lugano. Los datos incautados del sistema ‘Drousys’ también están registrados en el servidor confiscado.
El programa ‘Rundschau’ ya había informado en mayo de 2016 de la implicación del PKB Privatbank en el escándalo de Odebrecht. El banco, con sede en el cantón del Tesino (fronterizo con Italia), gestionaba varias cuentas secretas de Odebrecht y a través de ellas transfirió más de 180 millones de dólares a la red de sobornos.
Los representantes del PKB declararon a los periodistas del ‘Rundschau’: “Se cometieron errores, pero el PKB nunca ha tomado parte a sabiendas en una red de corrupción y carece de indicios de que se utilizara un sistema informático vinculado con una red semejante. Después de una investigación interna, el PKB ha tomado medidas disciplinarias y ha mejorado su organización y sus procesos”.
Adaptación: Belén Couceiro
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.