España, de beneficiaria a contribuyente neto
Madrid deberá negociar arduamente con Bruselas para evitar la pérdida de fondos multimillonarios a medio plazo. Dada la crisis que atraviesa el país, varios expertos suizos afirman que la solicitud de un rescate económico se perfila como inevitable.
“El 2013 será un año muy duro”, anticipó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una de sus últimas intervenciones de 2012. En España, todo mundo lo sabía.
Madrid hila ya un quinquenio de sinsabores económicos. Y aunque avanza a paso lento, este año aún debe enfrentar un déficit público del 6,3% del PIB –el doble del deseable–, un nuevo retroceso económico del 1,4%, y un nivel de desempleo que afectará a más de 6 millones de personas.
El milagro económico español que la Unión Europea (UE) ensalzó hasta el año 2007 se ha desvanecido, pero no los compromisos que Madrid asumió en el pasado. Uno de ellos, convertirse en un contribuyente neto de fondos para la UE a partir de 2014, después de haber sido uno de sus principales beneficiarios.
La mayoría de edad económica no llegó, y esta situación se revierte ahora en contra del país.
“El gran dilema de España en el presente es conseguir el balance necesario entre realizar los ahorros que se requieren para fortalecer las finanzas públicas y la atención a las necesidades sociales”, señala a swissinfo.ch Boris Zürcher, director del instituto BAK Basel Economics.
Hasta 2007, España era considerada como modelo de desarrollo para los países que se adherían a la Unión Europea (UE), especialmente para los nuevos miembros del este europea que se sumaron en 2004.
En 2008, inició una crisis inmobiliaria en Estados Unidos que contagió pronto a España, donde el sector de los bienes raíces vivía una burbuja. La explosión puso en jaque a bancos y deudores, y provocó recesión.
Desde esa fecha España aplica políticas de austeridad que han incluido recortes al gasto, más impuestos, extensión de la edad de jubilación, intervenciones bancarias, etcétera.
El costo para la población ha sido alto. El país ha estado en recesión continua desde entonces y el desempleo afectará a más de 6 millones de personas en 2013.
La OCDE advierte que la economía española ha llegado a un punto en el que la austeridad amenaza con generar más daños que beneficios.
Madrid se enfrenta, además, a la posibilidad de perder fondos de Bruselas por 20.000 millones de euros (24.000 millones de francos suizos) en el periodo 2014-2020.
Mucha medicina también mata
Por su parte, Credit Suisse y UBS coinciden en que, pese a los esfuerzos que el país realiza, es altamente factible que España deba solicitar un rescate económico integral en el corto plazo.
En su análisis Economía Europea: Trece puntos para 2013, Credit Suisse afirma: “Pensamos que España requerirá un rescate en los próximos meses”. Y detalla que el país vive una contracción monetaria extrema en un entorno en el que los capitales del sector privado han huido de la economía, por lo que es necesario tomar medidas adicionales.
El UBS, en su CIO Year Ahead 2013, es aún más contundente:
“Por desgracia, España continúa surcando aguas turbulentas. Necesita una contracción fiscal del 4% del PIB para que sus finanzas sean más sostenibles y (la existencia de) un coeficiente de préstamos sobre depósitos cercano al 180% hace que el sector bancario sea propenso a una crisis de financiación. Esperamos que el aumento de la rentabilidad de los bonos fuerce a España a pedir ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) a principios de año”.
Cabe recordar que el MEDE, en vigor desde julio de 2012, es un organismo que creó el Consejo Europeo para operar como instrumento de apoyo a países en crisis y con objeto de salvaguardar la estabilidad de la zona euro.
En su intento por evitar este “último recurso”, Madrid sigue adelante con una rigurosa política presupuestaria que amenaza con seguir generando estragos a la economía y el empleo. Ambos, temas que inquietan a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). De hecho, en diciembre pasado advirtió que “ante una recesión persistente y aún más medidas de austeridad, solo se empeoraría el problema de España”.
¿20.000 millones de euros menos?
En este complejo escenario, Madrid podría perder fondos multimillonarios que durante años han llegado puntuales desde Bruselas.
España fue el principal beneficiario de los denominados Fondos Estructurales de la UE entre 2000 y 2006. A partir de 2007 se convirtió en el segundo principal receptor, después de Polonia. Y 2013 iba a ser un año en el que el país se prepararía para retribuir a Bruselas parte de lo que había recibido.
La UE suponía que en 2014 España habría alcanzado un nivel de desarrollo y estabilidad que le permitiría convertirse finalmente en contribuyente neto de recursos.
Una perspectiva que agrava la crisis de la zona euro. La actual presidencia irlandesa de la UE, que encabeza Herman Van Rompuy, -instada por Alemania, Suecia, Gran Bretaña y Holanda- propone recortar el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020 en 80.000 millones de euros. Y España sería el país más afectado, con una pérdida de fondos del orden de los 20.000 millones de euros.
Mario Kölling y Cristina Serrano Lea, expertos del Real Instituto Elcan (fundación privada e independiente) explican el principal riesgo para Madrid en El acto de equilibrio de España: Contribuyente neto o beneficiario del Presupuesto de la UE: “El presupuesto de la UE no prevé ningún instrumento para ayudar a los Estados que atraviesan una crisis”.
Así, perder o conservar estos fondos europeos dependerá en gran medida de la habilidad de negociación del actual Gobierno conservador del Partido Popular (PP).
España solicitó un rescate puntual para sus bancos durante el verano de 2012 por un total de 100.000 millones de euros (120.000 millones de francos suizos). A cambio aceptó tácitamente más supervisión por parte de Bruselas.
En septiembre de 2012, Madrid recibió también un espaldarazo del Banco Central Europeo (BCE) que afirmó que haría todo lo necesario para apoyar a la zona euro. Esto redujo la prima de riesgo para España –el costo al que debe salir a financiarse en los mercados para poder pagar sus deudas.
Pero en 2013, observadores externos como UBS y Credit Suisse consideran que dicho acceso a los mercados no será suficiente. Los dos bancos suizos pronostican que un rescate económico por parte de la UE es casi inevitable durante los primeros meses del año.
Retos múltiples
Boris Zürcher coincide con la OCDE en que “más austeridad provocará una contracción aún mayor de la economía. Y su caso no es aislado, sucede lo mismo con Francia, Italia o Grecia”.
En su opinión, el Gobierno deberá hallar un balance entre los compromisos de austeridad que debe cumplir y la necesidad de regresar a la senda del crecimiento.
Además, el director del instituto BAK Basel hace énfasis en la necesidad de diferenciar objetivos de corto, mediano y largo plazo. España requiere austeridad, pero también “realizar reformas estructurales en el terreno laboral y en materia de competitividad”.
Por ello, los meses por venir deberán compaginar el cumplimiento de prioridades diversas, subraya Zürcher.
Entre ellas, avanzar en materia de déficit público y endeudamiento, así como en el saneamiento de los bancos, “porque esto envía señales positivas sobre los avances del país”. Pero Madrid tendrá que trabajar también en la competitividad del país en el largo plazo, ya que éste será uno de los caminos más seguros para retomar la ruta de un crecimiento sólido.
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