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Fomentar la integración sin trasparencia

El fundador y director general del CISS, Mohammed Hanzab
El fundador y director general del CISS, Mohammed Hanzab, en un acto de Naciones Unidas. AFP

A medida que el Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte (ICSS), respaldado por Qatar, fue objeto de un mayor escrutinio por sus vínculos con el emirato, su fundador y presidente, Mohammed Hanzab, lanzó otra iniciativa en 2016: la Alianza Global de Integridad Deportiva (SIGA). Pero la organización se encontró con los mismos problemas que el ICSS: falta de transparencia y credibilidad internacional.

La iniciativa, dijo SIGAEnlace externo, se produjo en reacción a “los llamados, de las partes interesadas de todos los rincones de la industria que participa en el deporte y lo apoya” para el establecimiento de un organismo global, independiente y neutral de integridad deportiva”. Hanzab se convirtió en el vicepresidente del nuevo grupo.

La ofensiva de Qatar en Ginebra

Esta es la tercera parte de una serie de tres capítulos sobre cómo Qatar ha utilizado Suiza como centro para promover su imagen pública desde que fue nombrado anfitrión de la Copa del Mundo de 2022. En el primer episodio, analizamos las redes y la influencia creadas por el emirato en Ginebra, mientras que en el segundo informamos sobre el Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte (ICSS), una institución fundada por Qatar y con sede en Ginebra que ha sido acusada de falta de transparencia.

Al igual que el ICSS, SIGA buscó obtener el reconocimiento y el aval de organizaciones, empresas y expertos internacionales muy respetados.

Uno de ellos fue el Instituto de Basilea sobre Gobernanza, una organización anticorrupción. Mark Pieth, uno de los fundadores del instituto y un conocido experto en anticorrupción, había sido encargado anteriormente de supervisar un proceso de reforma en la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial.

Mark Peith
El experto suizo en anticorrupción, Mark Peith. Participó brevemente en SIGA cuando se creó la organización. Walter Bieri/Keystone

El nuevo grupo deportivo rápidamente afirmó que la organización suiza era un firme partidario.

Gemma Aiolfi, jefa de cumplimiento y gobierno corporativo del Instituto de Basilea, respondió en un correo electrónico a SWI swissinfo.ch que el instituto se había sentido inicialmente atraído por SIGA por su propósito principal.

“Por lo tanto, la ambición de SIGA era algo que apoyábamos junto con muchos otros”, dijo, señalando una falta general de normas de integridad y ética en el deporte. “SIGA se acercó a nosotros por nuestros conocimientos y experiencia en el campo de la gobernanza y la lucha contra la corrupción, y por nuestra visión relativamente profunda de ciertos aspectos de la gobernanza y el deporte”

SIGA también atrajo a políticos como Emanuel Macedo de Medeiros, del archipiélago portugués de las Azores que, bajo el liderazgo del exprimer ministro José Manuel Barroso, asumió la jefatura del partido socialista por el distrito de Oporto. Formando parte del ICSS, se convirtió en CEO de SIGA. Fue reelegido por unanimidad a principios de este año.

Katie Simmonds, abogada deportiva británica, siguió un camino similar, incorporándose primero a ICSS como responsable de gobernanza e integridad financiera, antes de convertirse en “cofundadora” y más tarde en directora de Operaciones de SIGA.
 

A medida que Qatar se embarcaba en la candidatura para la Copa del Mundo de 2022, los informes sobre abusos y muertes de los trabajadores inmigrantes que construían las infraestructuras se convirtieron en un creciente lastre para la optimista narrativa que el país productor de gas estaba deseando proyectar. A esos trabajadoresEnlace externo procedentes de comunidades empobrecidas del sur y el este de Asia se les negaba a menudo su salario, se les prohibía cambiar de trabajo y no podían salir libremente del país. Algunos trabajadores extranjeros también se enfrentaban a duros castigos por criticar el sistema.

Una investigación del periódico The GuardianEnlace externo descubrió que al menos 6 700 trabajadores inmigrantes murieron en Qatar entre 2010 y 2020, mientras el país se preparaba para el evento deportivo. Sin embargo, no está claro cuántos de esos trabajadores estaban empleados en los proyectos de construcción de la Copa del Mundo. Las autoridades qataríes afirman que 37 trabajadores murieron mientras trabajaban en las obras del evento, y que solo tres de estas muertes fueron consecuencia de un accidente laboral.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, realizó lo que denomina un “análisis en profundidad” de las muertes relacionadas con el trabajo en Qatar y concluyó que 50 trabajadores murieron en 2020, más de 500 resultaron gravemente heridos y 37 600 sufrieron lesiones leves, todo ello principalmente en el sector de la construcción.

Bajo la presión de la Confederación Sindical Internacional (CSI), con sede en Ginebra, y de la Organización Internacional del Trabajo, Qatar anunció compromisos de reforma laboral siete años después de ganar la candidatura, entre los que se incluyen la prohibición del trabajo al aire libre al mediodía durante los meses de verano, la autorización para que los trabajadores salgan de Qatar sin el permiso del empleador y el establecimiento de un salario mínimo.

Pero el grupo de defensa de derechos humanos Human Rights WatchEnlace externo aseguraba que esas medidas habían sido “lamentablemente inadecuadas y mal aplicadas”.

También se pusieron en marcha investigaciones sobre la corrupción en el proceso de licitación. A finales de 2021, el Departamento de Justicia de Estados Unidos declaróEnlace externo que varios funcionarios de la FIFA habían recibido sobornos para votar por Qatar en 2010.

En Francia se está investigando también una reunión entre el expresidente Nicolas Sarkozy, el expresidente de la federación europea de fútbol UEFA, Michel Platini, y el emir qatarí días antes de la candidatura ganadora. Se alega que se obtuvieron beneficios económicos a cambio del voto francés. No se han presentado cargos.

A menos de un mes del inicio del Mundial, Tamim Bin Hamad Al-Thani, el emir de Qatar, describió el evento como una “gran ocasión humanitaria” en un discurso ante el consejo de la Shura, el órgano legislativo de dicho país y afirmó que las críticas a Qatar eran “invenciones”.

“Ellos [funcionarios de SIGA] se dieron cuenta de que tenían que crear la impresión de que estaban a favor de la integridad deportiva y no dependían de Qatar”, dice Jens Sejer Andersen, director de Play the Game, una iniciativa respaldada por Dinamarca para elevar los estándares éticos, la democracia y la transparencia en el deporte.

Para Andersen, la nueva organización deportiva presentaba más de lo mismo que se había observado en el ICSS.

SIGA, sostiene, ha sido “muy bueno en la celebración de buenos discursos y la organización de eventos prestigiosos, reuniendo personas de alto rango y centrándose en todos los problemas de integridad deportiva que no tienen nada que ver con Qatar.” 
 

Jens Sejer Andersen,  fundador de Play the Game, una iniciativa respaldada por Dinamarca comprometida con las normas del deporte
Jens Sejer Andersen, fundador de Play the Game, una iniciativa respaldada por Dinamarca cuyo objetivo es mejorar las normas éticas del deporte. Thomas Søndergaard/playthegame

SIGA en acción

“SIGA forma parte de un esfuerzo colectivo para llevar a la industria a una nueva era, en la que la gobernanza y la integridad estén en la cima y en la que todas las organizaciones y campeones se unan a una visión que sea colaborativa, positiva y que apunte a reformas significativas”, señaló Medeiros a SWI.

Sostuvo que la asociación desarrolló un “sistema de calificación independiente para garantizar un nivel de cumplimiento de las organizaciones deportivas con respecto a los estándares”

Pero por ahora, el número de organizaciones que han sido calificadas es limitado y los detalles sobre cómo se realizan las evaluaciones son escasos. El año pasado, la Liga Europea de Rugby anuncióEnlace externo que había logrado una nota de cumplimiento casi perfecta según el sistema de calificación del ICSS, quedándose a 2,5 puntos porcentuales del cumplimiento pleno debido a las deficiencias en materia de diversidad y de plazos ilimitados para los directores.
 
El arreglo de partidos también se convirtió en el foco de muchas de las discusiones de SIGA, al igual que el ICSS. En cambio, temas como la corrupción en la FIFAEnlace externo o las controversias sobre la candidatura de Qatar a la Copa del Mundo no merecieron mucho debate en SIGA, según Andy Brown, periodista independiente que ha investigado ambas organizaciones.

Brown, quien contribuyó a una revista del ICSS de corta duración en 2014, manifestó a SWI que los informes de SIGA sobre incidentes de arreglos de partidos se compartieron con asociaciones nacionales antes de que se hicieran públicos.

“La misión de SIGA y del ICSS parece ser la de alertar a las federaciones deportivas de un problema antes de que se haga público”, dijo. “Siempre tienen el mismo mensaje”.

“Es hora de detener el arreglo de partidos, arruina el deporte”, agregó Brown. “Lo dicen una y otra vez, pero parece que nunca hacen nada. Nunca se hace nada”.

Una conferenciaEnlace externo que duró una semana, celebrada a mediados de septiembre en Portugal, demostró cómo funciona la organización. Un grupo de funcionarios de diversas organizaciones deportivas, incluidas muchas de Portugal, y varios atletas, debatieron sobre el liderazgo de las mujeres, la seguridad y la protección de los niños en el deporte. Los participantes hicieron declaraciones sobre los compromisos con la integridad en el deporte, muchos de los cuales fueron galardonados con premios por logros de SIGA.

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Hanzab, que pronunció un discurso de apertura, retuiteó desde la sede de la conferencia junto al mar, que una oficina de la ONU, la División de Política Social y Desarrollo, firmaría un acuerdo de cooperación con SIGA. Mientras tanto, el presidente de la Federación Europea de Fútbol, Aleksander Čeferin, también presente, elogió a la UEFA como “pionera” en materia de integridad deportiva. Su predecesor en la UEFA, Michel Platini, recibió de Blatter 2 millones de francos suizos (2 millones de dólares) como pago por trabajos de consultoría. El pasado mes de julio, un tribunal suizo absolvió a ambos de los cargos penales relacionados con el pago. En octubre, la fiscalía federal suiza presentó un recurso para anular las absoluciones.


Javier Tebas, presidente de la liga española de fútbol, que lleva tiempo criticando al equipo de fútbol París Saint-Germain (PSG), financiado por Qatar, habló en el evento condenando la inyección de dinero de los Estados en los deportes, y puso de ejemplo el torneo de golf LIV patrocinado por Arabia Saudita. También sacó a relucir el conflicto de intereses de Nasser Al-Khelaifi como presidente del PSG y de la Asociación Europea de Clubes, un organismo independiente que representa directamente a los clubes de fútbol de toda Europa.
 

Nasser Khelafifi, propietario del club de fútbol PSG y presidente de la Asociación Europea de Clubes 
Nasser Khelafifi, propietario del club de fútbol PSG y presidente de la Asociación Europea de Clubes. AFP

Financiación y rendición de cuentas

Al igual que el ICSS, SIGA también carece de transparencia financiera y tiene una dirección dudosa. En su página web figura una ubicación en Ginebra, Rue de la Croix d’Or 17A, donde se encuentra un edificio que alberga varias empresas de gestión de activos, pero no hay rastro de la organización.

Los últimos estados financieros publicados en el sitio web de SIGAEnlace externo y validados por la empresa de contabilidad ginebrina OC Révision Sàrl muestran que los ingresos del grupo en 2020 fueron algo menos de 660 000 francos, procedentes en su mayoría de las cuotas de los miembros. Las contribuciones de los miembros individuales, sin embargo, no se han publicado desde 2018, cuando los números en varias partes del sitio web de la organización no cuadraban. Solo 434 000 libras esterlinas (566 370 francos suizos, según el tipo de cambio de 2018) en concepto de cuotas de afiliación figuraban en una sección titulada ‘Afiliación pagada’ que supuestamente mostraba los pagos de los miembros individuales. Pero en su cuenta de resultados declarada, se dan 679 000 francos suizos (CHF) por el total de las cuotas de los socios.

Los gastos administrativos, por su parte, se han mantenido bastante estables en los últimos años, según el sitio web de SIGA. En 2020, los sueldos para todo el año figuraban en 1 286 francos suizos, más unos honorarios de consultoría no especificados que se declararon en 171 133 francos. En 2019, antes de la pandemia, esos gastos combinados ascendieron a 220 078 CHF.

Cuando se le preguntó por su propia situación salarial, dada la ausencia de gastos salariales notables en las declaraciones, Medeiros dijo a SWI swissinfo.ch: “No soy empleado de ninguna organización. Puedo prestar servicios ocasionalmente, ese es mi propósito”.

OC Révision señaló que no podía responder a las preguntas sobre los estados financieros que preparó en nombre de SIGA.

Según el sitio web de SIGA, en 2018 los mayores contribuyentes financieros de SIGA fueron Qatar Airways, ICSS Insight, una entidad sin ánimo de lucro asociada a ICSS, y MastercardEnlace externo, cada uno de los cuales habría donado 70 000 libras esterlinas (76 644 francos suizos).

Desde 2010, en el marco del intento del emirato para convertirse en una fuerza global en el deporte internacional, la compañía estatal Qatar Airways se convirtió en patrocinador oficial de los principales equipos de fútbol internacionales, incluido el PSG. Su multimillonario patrocinio de la camiseta del equipo en 2022 se produjo dos años después de que el gobierno rescatara a la aerolínea, tras las pérdidas relacionadas con la pandemia. En 2013, el apoyo del fondo soberano de Qatar al FC Barcelona fue sustituido por otro patrocinio multimillonario de la aerolínea, antes de que los aficionados instaran al club a deshacerse del acuerdo en medio de las continuas acusaciones de abusos de los derechos de los trabajadores relacionados con el Mundial de 2022.

El vicepresidente senior de Mastercard para el patrocinio global, Michael Robichaud, recibió un premio SIGA en el día internacional de la mujer de este año por sus servicios a la integridad deportiva. No quiso hacer comentarios a SWI swissinfo.ch sobre la asociación de Mastercard con SIGA.

“Hemos apoyado a la organización”, confirmó Jim Issokson, representante de comunicación de la empresa, en un correo electrónico, y añadió que Mastercard no revelaría los detalles del patrocinio.

La plataforma de SIGA afirma que el Instituto de Basilea sobre GobernanzaEnlace externo contribuyó con 4 000 libras esterlinas en 2017 y 2018, el último año en que se publicaron las donaciones individuales.

Pero el Instituto de Basilea cuenta una historia diferente.

Aiolfi, jefe de cumplimiento y gobierno corporativo de la organización sin ánimo de lucro, dijo a SWI swissinfo.ch que solo se hizo un pago de 4 000 francos suizos a SIGA en 2017. 

Después de que el Instituto ofreciera apoyo en la elaboración de políticas y documentación de gobernanza en 2017 y principios de 2018, Aiolfi explicó que SIGA planeaba “diversificar sus fuentes de financiación”. Sin embargo, dijo que no sabía si el plan llegó a materializarse. 

El trabajo por bono del Instituto terminó en 2018. “Apenas hemos tenido relación con SIGA desde que expresamos nuestro apoyo cuando se creó la organización”, escribió Aiolfi.

Según el sitio web de SIGAEnlace externo, entre los “miembros y partidarios comprometidos” se encuentran funcionarios específicos de centros académicos, asociaciones deportivas europeas, organizaciones de medios de comunicación, grupos que promueven la integridad y la ética en la sociedad, y varias federaciones deportivas, fundaciones e instituciones oficiales portuguesas.

“Tienen un historial de ser inexactos y exagerados”, sostiene Andersen sobre el apoyo que SIGA dice recibir de terceros. También explica que, aunque la organización afirma que aboga por una mayor integridad, carece de transparencia. “La información financiera no es lo suficientemente transparente y las cifras parecen irrealmente bajas si se comparan con las lujosas oficinas y sedes de conferencias que utilizan”.

Sin embargo, al igual que muchas otras asociaciones deportivas internacionalesEnlace externo, el registro de SIGA en Suiza como asociación sin fines de lucro, de fácil constitución, no tiene la obligación de llevar una contabilidad financiera ni de publicarla.

Medeiros negó que las regulaciones de Suiza tuvieran algo que ver con la elección de su base. “No nos ha movido ningún factor artificial”, afirmó. “Nuestro gobierno no está dictado por la ley del país. Vamos mucho más allá de lo que impone Suiza”.

Citó los códigos de gobernanza interna, la inscripción de SIGA en el registro de transparencia de la Unión Europea y los “estados financieros auditados y aprobados públicamente”.

Los críticos ven a ICSS y su empresa derivada SIGA como parte de la estrategia diplomática de Qatar para hacer que el deporte y la lucha por una mayor transparencia en sus propios términos sean parte clave de su influencia mundial.
 
El experto en lucha contra la corrupción, Pieth, dice que los vínculos de SIGA con Qatar se hicieron rápidamente evidentes para él después de ser invitado a asistir a una de sus reuniones.  

“Qatar es un lugar peligroso”, afirma. “No me gustaría acercarme a ningún sitio”.

“Qatar tiene tanto derecho como cualquier otro país a invertir en ética deportiva y a promover la integridad en el deporte”, dice Andersen. “Pero lo que no se puede comprar con inversiones es la credibilidad. La credibilidad está en la mente del espectador”.

¿Se puede comprar una reputación?

Con el Mundial de la FIFA a la vuelta de la esquina, conseguir credibilidad ha sido una tarea difícil para Qatar. Hoy en día quedan tantos interrogantes sobre su historial de derechos humanos y sobre la forma en que se le concedió la Copa del Mundo como hace una década. Los vínculos de SIGA e ICSS con el emirato han empañado su reputación.

En 2018, el sitio de medios independientes francés MediapartEnlace externo analizó documentos obtenidos en el proyecto de investigación Football LeaksEnlace externo y concluyó que en Lausana, el ICSS había espiado a un jeque kuwaití que era una figura influyente en el deporte asiático. Mediapart también alegó que el grupo no alertó a las autoridades internacionales cuando surgieron sospechas sobre un posible arreglo de partidos durante un encuentro futbolístico Qatar-Corea del Norte en 2014.

Múltiples medios de comunicación e investigaciones gubernamentales han informado de los vínculos de Qatar con el apoyo financiero a Hamás, el grupo palestino designado por muchos países como grupo terrorista; ISIS; Al-Qaeda, incluso en Libia y Yemen; y el Frente al-Nusra en Siria. Qatar ha negado su apoyo al terrorismo. 

Mientras tanto, los esfuerzos qataríes por silenciar a los críticos han continuado. A principios de este año, Associated PressEnlace externo reveló que una operación encubierta de Qatar, en la que participó un exoficial de la CIA, tenía como objetivo al jefe de la asociación alemana de fútbol, Theo Zwanziger, un crítico de la candidatura de Qatar a la FIFA, para seguirlo y silenciarlo -sin éxito- a través de programas de espionaje. 
 
Andy Brown, un periodista que había trabajado por cuenta propia para el ICSS, sostiene que él también fue “seguido por dos personas” en enero de 2016, cuando fue invitado por la organización a informar sobre una conferencia en el Parlamento británico. Alega que la pareja había recibido la orden de seguirlo después de que iniciara una investigación para una publicación de un medio independiente sobre las relaciones entre SIGA y sus patrocinadores, en particular con respecto a Qatar.

“El blanqueo de dinero es una seria preocupación, especialmente cuando los Estados tienen riqueza, posiblemente de combustibles fósiles, para utilizar los eventos deportivos para distraer la atención de los graves antecedentes en materia de derechos”, dice Michael Page, subdirector de Human Rights Watch para Medio Oriente y el Norte de África. Él llama a este fenónomeno “el gran problema del Golfo.”

“Es una preocupación seria, sobre todo en lo que respecta a esta Copa Mundial de la FIFA”, agrega.

Pero Page afirma que la FIFA también es culpable de la situación: “En el caso de Qatar, consiguieron este evento [Copa Mundial] bajo medios controvertidos y, desde una perspectiva de derechos humanos, el organismo que les atribuyó el evento no puso ninguna condición sobre cualquiera de los abusos de derechos, por lo que estamos en esta situación.”

En marzo, dos meses después de anunciar que se había mudado a Qatar, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, restó importancia a las muertes de los obreros migrantes, afirmando que los trabajadores sienten “dignidad y orgullo” en condiciones difíciles.

El embajador de Qatar ante la ONU en Ginebra dijo a SWI a principios de septiembre que el apoyo del país al ICSS y a otras empresas de integridad deportiva era parte de su esfuerzo diplomático para promover los derechos humanos y la paz.

“El Estado de Qatar no escatima esfuerzos en la financiación de iniciativas, incluido el ICSS, para empoderar a los jóvenes a través del deporte”, escribió un portavoz de la diplomacia en un correo electrónico.

Editado por Virginie Mangin/gw

Adaptado del inglés por Norma Domínguez 

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Debate
moderado por Dominique Soguel

¿Qué habría que hacer para que los grandes eventos deportivos no perjudiquen los derechos humanos ni el medio ambiente?

¿Qué criterios deben tener en cuenta las organizaciones deportivas a la hora de elegir una sede para competiciones internacionales como la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos?

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*Este artículo se modificó el 17 de noviembre para proporcionar información adicional sobre el número de trabajadores migrantes que se cree que han muerto en Qatar.

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