¿Estamos dispuestos a renunciar a los envases de plástico?
Más de ocho millones de toneladas de plástico acaban cada año en el océano, lo que equivale a arrojar un camión de basura lleno de plástico cada minuto. Esto preocupa profundamente a países como Japón. En un discurso pronunciado ante el Foro de Davos, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, anunció que hará un llamado a los líderes del G20 en la cumbre que se celebrará pronto en Osaka para conminarlos a poner fin a la contaminación con microplásticos.
En el Foro Económico Mundial (WEF en inglés)Enlace externo Abe advirtió que «en el punto más profundo del Océano Pacífico nos encontramos con algo terrible. Los minúsculos cuerpos de las pulgas marinas, habitantes del fondo del océano, registran contaminantes tóxicos de PBC en muy altas densidades. Y algunos consideran que se debe a los microplásticos”.
Y no son solo nuestros océanos. Como refiere la revista Scientific AmericanEnlace externo, la mayoría de los residuos plásticos terminan en 10 ríos, muchos de los cuales se encuentran en el sudeste asiático.
En Suiza, los ríos y lagos también se ven afectados. Por ejemplo, los científicos encontraron recientemente niveles peligrosos de toxinas en el lago Lemán.
Peter Bakker, director general del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, que apoyó los esfuerzos para el lanzamiento de la Alianza para Acabar con los Residuos PlásticosEnlace externo (AEPW, en inglés), un esfuerzo compartido por 30 empresas, expresó a swissinfo.ch (SWI) que el problema existe desde hace muchos años, pero lo que lo puso de relieve fue el documental Blue Planet II, de Sir David Attenborough, estrenada en 2017.
“Unos meses después hubo un incidente con una ballena que llegó a las cosas de Tailandia. La gente intentó salvar al animal, pero de todas maneras murió. Al abrir la ballena encontraron ocho kilos de desechos plásticos en su interior. Esta fue una demostración muy visible de lo que Attenborough había denunciado en su película”, declaró Bakker. Bakker y Attenborough asisten este año al Foro de DavosEnlace externo.
La incómoda verdad sobre el problema global de los desechos plásticos ha despertado una serie de protestas en Suiza, que es uno de los principales contaminadores de Europa en materia de desechos plásticos.
Suiza consume tres veces más plástico que otros países de Europa, pero recicla un 30% menos. Cada año, Suiza genera alrededor de 100 kilogramos de plástico por habitante, más del triple de la media de los ciudadanos europeos.
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Esfuerzos conjuntos
Si bien países como Suiza no sienten aún a gran escala los efectos de la contaminación plástica, como sí sucede en Japón, una sola compañía o nación no puede resolver el problema de los desechos.
Bakker destaca la necesidad de dirigir los esfuerzos a toda la cadena de valor. Es necesario plantearse: ¿cuáles son los mejores materiales de embalaje? Si es el plástico, entonces ¿cómo podemos reducir los desechos y recolectarlos? ¿Cómo los revalorizaremos a través del reciclaje? Y, finalmente, ¿cómo se reutilizará la materia resultante?
Compañías de todos los giros, desde productores de plástico como Dow Chemical hasta firmas productoras de bienes de consumo como Procter & Gamble, son parte de la Alianza para Acabar con los Residuos Plásticos y se han comprometido a destinar 1 000 millones de dólares (995 millones de francos suizos) a atajar el problema a través del trabajo de oenegés y de acciones individuales de cada una de las empresas.
Hasta ahora ninguna compañía suiza es parte de esta alianza. Según una clasificación, Nestlé, la multinacional con sede en Vevey, junto con Coca-Cola y PepsiCo, son los responsables del 14% de la contaminación por plásticos que hay a nivel mundial.
En abril, Nestlé anunció el compromiso de que el 100% de los envases de sus productos sean reutilizables para el año 2024, con particular énfasis en evitar el uso de plásticos.
Más que un bonito empaque
La Alianza para Acabar con los Residuos Plásticos, puesta en marcha hace un par de meses, ha sido criticada por oenegés como Greenpeace por no atacar la raíz del problema: la cantidad de plástico que aún es producido.
En un comunicado, Graham Forbes, líder del Proyecto Plástico Global de GreenpeaceEnlace externo afirmó que es “un intento desesperado de los contaminadores corporativos para mantener su status quo de los plásticos. En 2018, personas de todo el mundo se pronunciaron y rechazaron el plástico de una sola utilización que compañías como Procter & Gamble producen diariamente, instando a la industria a invertir en sistemas innovadores para reutilizar y recargar [productos] en los envases”.
¿La respuesta de Bakker? “Yo pienso que la misión de esta alianza es que los desechos plásticos ya no vayan al medioambiente, pero esto tampoco significa que simplemente sigamos utilizando la misma cantidad de plástico que hoy y luego la colectemos”. En su opinión, esta alianza empresarial también desea explorar alternativas para nuevos materiales que sean más respetuosos con el medioambiente.
“Marcas como Procter & Gamble no tienen preferencia por algún tipo de material. No les importa si es plástico o algo más. Lo único que realmente les interesa es que tenga la calidad necesaria para envasar los productos que venden a sus consumidores”, dice.
María Mendiluce, colega de Bakker, expresó a SWI que “se ha puesto gran énfasis en el plástico pero, a fin de cuentas, estamos buscando los envases y embalajes del futuro. ¿Para qué y dónde empacamos? Dependiendo del país y del producto, necesitamos embalajes diferentes”.
El enviado especial para el Océano de las Naciones Unidas, Peter ThomsonEnlace externo, quien es originario de Fiyi, expresó a la audiencia congregada en el Open Forum, espacio abierto al debate que se celebra de forma paralela al WEF que “reciclar es muy importante, pero es solo la parte final del proceso que inquieta. También están el rechazo [de materiales tóxicos], la reutilización [de envases] y la reducción [de embalajes] de la que cada individuo debe hacerse cargo”.
Llenando el vacío de los consumidores
Este jueves, en Davos, la empresa de gestión de residuos TerraCycle, junto con un grupo de fabricantes de bienes de consumo, como Nestlé, lanzaron Loop ™, un sistema de compras diseñado para reducir el uso de envases con uso ‘de una sola vez’ que ofrece nuevas soluciones a los consumidores.
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El CEO de TerraCycle, Tom Szaky, explicó que “a través de Loop, los clientes podrán consumir productos de forma responsable gracias a envases especialmente diseñados y fabricados para ser sostenibles, reutilizables o totalmente reciclables, como resultado del uso de materiales como aleaciones, vidrio y plásticos técnicos. Cuando un consumidor regresa con el envase, este podrá ser rellenado, o si no, el embalaje se reutiliza o recicla gracias a tecnologías innovadoras».
Este sistema estará disponible en breve en ciudades como París y Nueva York, y tiene planes para una rápida expansión.
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Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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