Grupo suizo de reggae: ¿abusiva apropiación cultural?
¿Pueden los músicos blancos tener rastas, llevar ropa africana y tocar reggae? Esta es la cuestión que Suiza debate acaloradamente este verano.
¿Qué fue lo que pasó?
El 18 de julio, el grupo suizo de reggae Lauwarm actuó en el local alternativo Brasserie Lorraine de Berna. El grupo toca música jamaicana, canta en dialecto suizo-alemán y sus miembros llevan ropa parcialmente africana y rastas, el característico peinado que popularizó Bob Marley.
Estas características de la banda molestaron a algunos espectadores y «varias personas» expresaron su «malestar por la situación».
Luego de una discusión con la banda, el restaurante decidió interrumpir el concierto y pedir disculpas a «todos aquellos a los que el concierto les causó malestar». Al día siguiente emitió un comunicado en el que decía que no significaba «que los miembros de la banda o las personas blancas sean automáticamente racistas».
El 25 de julio, el pub hizo público el incidente en su página de Facebook. El tema era “la apropiación cultural».
¿Qué es la apropiación cultural?
El término proviene de estudios postcoloniales. En la definición de la Enciclopedia Británica, significa la adopción explotadora, irrespetuosa o estereotipada de técnicas y símbolos culturales extranjeros. Otras definiciones consideran que la “apropiación cultural” se produce cuando los miembros de una cultura dominante, generalmente blanca, utilizan elementos de una cultura minoritaria a la que han oprimido sistemáticamente, como la cultura africana o la de los nativos americanos. Además de los disfraces indígenas utilizados en el carnaval, el uso de rastas por los blancos es un ejemplo frecuentemente citado de apropiación cultural.
La acusación de apropiación cultural en la industria musical no es nueva. Muchos productores blancos -y artistas como Elvis- se enriquecieron con canciones de compositores negros que no fueron escuchadas. El rapero blanco Eminem también participó en el debate, al igual que el grupo británico de reggae UB40, cuyos miembros, blancos y negros, hicieron fortuna con versiones pop de clásicos jamaicanos.
El sociólogo de la Universidad de Basilea Henri-Michel Yéré declaró a la televisión pública suiza SRF que también se habla de “apropiación cultural” cuando se reproduce un aspecto cultural de forma estereotipada, sin respetar la historia de la minoría en cuestión.
¿Cuál es el trasfondo del debate?
El debate sobre la apropiación cultural se inició en Estados Unidos. Ahora ha llegado a Suiza. “En todas las sociedades en las que hay minorías que se sienten presionadas, sea culturalmente, financieramente y/o sexualmente, estas cuestiones surgen en algún momento», observó Yéré.
También consideró errónea la simple prohibición de usar rastas a las personas de piel blanca «porque puede tratarse de un gesto de solidaridad». Para el sociólogo de la Universidad de Basilea «no se trata solamente de un intercambio cultural”. Hay que tener en cuenta el contexto y las relaciones de poder asociadas.
El profesor de la Escuela Politécnica de Zúrich, Harald Fischer-Tiné, estudia la historia del colonialismo y el imperialismo. En su opinión, la indignación por la apropiación cultural se basa en el supuesto de que existe una cultura «pura». Según esto, habría estilos musicales «amarillo», «negro» y «blanco» que no deberían mezclarse. “En última instancia, la crítica a la apropiación cultural promueve la etnización de la cultura”, dijo Fischer-TinéEnlace externo al periódico 24 heures.
¿Cuál es el significado de las rastas?
Los mechones de pelo anudados, también llamados rastas, han sido usadas en muchas culturas. Las utilizaron los aztecas los vikingos y también hinduistas e islamistas. Con la cultura rastafari de Jamaica y su representante más famoso, la estrella del reggae Bob Marley, las rastas se han vuelto populares en todo el mundo.
El rastafarismo es una religión monoteísta que se originó en Jamaica en la década de 1930 y que considera al antiguo emperador etíope Haile Selassie como el mesías. El gobernante tuvo que huir del país en 1936 y sus seguidores juraron no volver a cortarse el pelo hasta que volviera al trono.
Es por ello que las rastas fueron consideradas como un signo de fortaleza y una expresión de independencia cultural y feroz oposición a los colonialistas blancos, quienes calificaban de «horrendo» este peinado.
¿Cómo han reaccionado los medios al debate?
El caso está causando revuelo en Suiza y ha traspasado las fronteras, también porque se han producido hechos similares en otros países. En las redes sociales suizas, la apropiación cultural es actualmente uno de los temas más discutidos.
El tema está naturalmente vinculado a la “cultura de la cancelación”, una forma moderna de ostracismo con la que se estigmatiza a alguien o algo que se considera que ha ofendido a una minoría, y a la ideología Woke (despertar), que presta atención extrema a todo lo que denota racismo y desigualdad social.
El diario Tages-Anzeiger escribe: «El movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) también ha calado entre los jóvenes suizos. Para ellos, el colonialismo europeo está presente y sigue trabajando en la epidermis social. El aspecto más perturbador es que una banda blanca es sacada del escenario en un contexto predominantemente blanco. Así es el ‘wokismo’ en Berna».
“Al movimiento Woke le gusta presentarse como cosmopolita y liberal», comenta el Neue Zürcher Zeitung, «pero sus contradicciones internas son cada vez más evidentes: ¿debe cada persona ser libre de elegir y vivir su identidad sexual percibida, pero no su corte de pelo? Las reivindicaciones del movimiento «conducen en última instancia a una especie de ‘apartheid cultural’, como señala el filósofo jamaicano-estadounidense Jason Damian Hill», evaluó el periódico.
¿Cómo reaccionó la banda?
“Nos quedamos completamente sorprendidos”, dijo el cantante de Lauwarm, Dominik Plumettaz a los medios suizos. “Cuando tocamos, había un buen ambiente” explicó y contó que durante el descanso los responsables del restaurante les hablaron de las quejas. «Después de eso nos sentimos incómodos y decidimos parar. Desgraciadamente, los críticos permanecieron invisibles y no pudimos conversar con ellos, lo que lamentamos mucho».
Plumettaz rechaza las acusaciones de apropiación cultural. «Entiendo que algunas personas sean sensibles a este tema, pero la música se nutre de la mezcla de culturas», declara el cantante. “Tratamos a todas las culturas con respeto, pero también somos fieles a la música que tocamos, a nuestro aspecto y a nuestra forma de se”’, escribió la banda en su cuenta de InstagramEnlace externo.
Lauwarm no se opone en absoluto a que haya un debate, sino todo lo contrario. “Es importante que mantengamos este debate, siempre que se produzca de forma respetuosa y neutral», subrayó Plumettaz. Por su parte, el organizador del concierto tiene previsto celebrar una mesa redonda sobre el tema.
Una cosa es segura: «El debate difícilmente desaparecerá; es un tema que se infla fácilmente y que puede ser instrumentalizado con fines políticos», escribe el Tages-Anzeiger. La sección juvenil de la Unión Democrática de Centro (UDC/derecha conservadora) de Berna no dejó pasar la oportunidad: quiere presentar una denuncia penal contra el restaurante, por racismo.
Adaptado del italiano por Norma Domínguez
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.