Inmigración: Senado adopta solución “eurocompatible”
El Consejo de los Estados helvético (cámara alta) renunció a introducir cuotas para limitar la inmigración. Su solución, considerada compatible con el acuerdo de libre circulación (Suiza-Unión Europea), apuesta a una preferencia de la mano de obra local pero con una aplicación más estricta en relación con la versión aprobada por el Consejo Nacional (cámara baja).
El Senado aprieta las tuercas a las empresas para poner en práctica la iniciativa sobre la inmigración en masaEnlace externo, aprobada el 9 de febrero de 2014. Los patronos que deseen hacer contrataciones en el extranjero deberán, en algunos casos, convocar primero a los desempleados residentes en Suiza y justificar su eventual rechazo.
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Después de un debate de más de cinco horas, transmitido por televisión, la cámara alta eligió esta solución el jueves (1.12) por 26 votos contra 16 y una abstención.
Los senadores optaron por una preferencia local y renunciaron a introducir cuotas o límites, lo que favorece una solución compatible con el Acuerdo sobre la Libre Circulación de PersonasEnlace externo (ALCP). Con ello atendieron el llamado de la ministra de Justicia, Simonetta Sommaruga, quien había advertido: “Los límites y las cuotas significan poner fin al ALCP. Podemos hacerlo, pero habrá que asumir las consecuencias”.
Solamente la Unión Democrática de Centro (UDC/derecha conservadora), artífice de la iniciativa sobre la inmigración de masas, se mantuvo en su posición y votó a favor de una aplicación literal del texto. “No es la Unión Europea (UE) o los ciudadanos europeos los que deben decidir quién tiene derecho a venir a Suiza, son los suizos quienes deben decir quién es nuestro huésped”, insistió el senador de la UDC Peter Föhn, al hacer un llamado a respetar el voto popular.
El “modelo Müller”
“Dilema”, “misión imposible”, “cuadratura del círculo”. Los senadores de los otros partidos compitieron en imaginación para describir el problema que se les había planteado, a saber: detener la inmigración de masas sin poner en peligro los acuerdos bilaterales con Bruselas.
Finalmente optaron por el modelo propuesto por el expresidente del Partido Liberal Radical (PLR/derecha), Philipp Müller, que establece la obligación de que las empresas anuncien sus vacantes a los servicios de empleo, convoquen a entrevista a los desempleados inscritos y justifiquen su negativa en caso de reclutamiento en el extranjero.
Solamente los profesionales y las regiones afectadas por una tasa de desempleo superior a la media se verían afectados. “Esto representará el 1% de los procedimientos anuales de reclutamiento”, aseguró Philipp Müller.
Preferencia local ‘light’
El Consejo Nacional (cámara baja) se había pronunciado durante la sesión de otoño por una preferencia local ‘light’. Ese modelo establece la obligatoriedad de que los empleadores anuncien sus vacantes a la Oficina Regional de Empleo (ORP) si la inmigración excede ciertos umbrales.
El expediente retorna al Consejo Nacional, el cual lo revisará desde el próximo lunes. El asunto debe quedar concluido durante esta sesión para cumplir con el plazo de aplicación (9 de febrero de 2017), fijado por la iniciativa.
Vía intermedia
En el curso de los debates, la minoría dirigida por el Partido Demócrata Cristiano (PDC/centro derecha) consideró el “modelo Müller” un “monstruo burocrático”, demasiado alejado de la iniciativa. Intentó, sin éxito, amputar la solución de la obligatoriedad para los empresarios de convocar a los desempleados a una entrevista y justificar su negativa.
Su concepto preveía que los cantones pudieran proponer medidas válidas solamente en su territorio. “Es la única solución que conduce a una aplicación adecuada de la iniciativa, sin excesiva burocracia, y que tiene en cuenta los intereses de los cantones”, argumentó el senador PDC Beat Vonlanthen.
Hacia una nueva votación popular
Los senadores de izquierda se alinearon detrás de la “variante Müller”, al tiempo que exhortaron a realizar una nueva votación popular. “¡Tenemos que mezclar el agua y el fuego!” El socialista Hans Stöckli utilizó la metáfora para explicar que era imposible aplicar la iniciativa y respetar el acuerdo sobre la libre circulación de personas.
“La aceptación de la propuesta de la mayoría es un primer paso. Pero es urgente preparar la segunda etapa: una nueva consulta popular”, insistió Robert Cramer (Partido Verde).
Efectivamente, se perfila un próximo escrutinio sobre el tema. El pueblo debe pronunciarse sobre la iniciativa popular RASAEnlace externo, que simplemente quiere anular el voto del 9 de febrero de 2014. El Gobierno opondrá un contraproyecto.
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Traducido del francés por Marcela Aguila Rubín
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