El Viagra genérico indio inunda el mercado suizo
Los consumidores suizos de origen masculino aprovechan una laguna legal para comprar en Internet el genérico indio del Viagra. Estas pastillas son baratas, pero ponen en riesgo la salud y podrían estar asociadas a una red delictiva dentro del sector farmacéutico.
“Gracias por contactarnos. En breve, un operador estará con usted”, es el mensaje escrito que aparece de forma automática al ingresar en el chat de una empresa especializada en la venta de medicamentos genéricos de origen indio. Unos segundos después un operador, que se hace llamar Paul, atiende la llamada y responde a la primera pregunta de swissinfo.ch sobre la localización de la compañía.
“Nuestra sede se encuentra en Londres, pero todos nuestros medicamentos son enviados desde la India”, dice. Un par de minutos después confirma que expedir a Suiza cantidades ilegales de versiones genéricas de estimulantes eréctiles, como el Viagra o el Cialis, no supone ningún problema para su compañía.
Es más, asegura que su “empresa” garantiza al cliente el reembolso total en caso de que los productos sean confiscados en la aduana. Toda una tentación para cualquier hombre suizo interesado en mejorar su vida amorosa, especialmente porque otras firmas no ofrecen este reembolso.
Los estimulantes eréctiles se han convertido en un gran negocio en la India. De acuerdo con la empresa de investigación de mercado PharmaTrac, la industria farmacéutica india vendió “estimulantes sexuales y rejuvenecedores” por valor de 68 millones de francos suizos (71 millones de dólares) durante el primer trimestre de 2015. Este monto equivale al 20% de lo que ganó Pfizer por las ventas mundiales de Viagra durante el mismo lapso.
Aunque el sucedáneo indio del Viagra es 40 veces más barato que el producto original, el margen de ganancia de estos estimulantes eréctiles es del 40%, el más alto que ha registrado la industria farmacéutica de este país asiático.
La Unión Europea prohíbe solicitar y recibir por correo fármacos de un país ajeno al Espacio Económico Europeo (EEE). Y también considera ilegal la compra de medicamentos para disfunciones eréctiles o pérdida de peso cuando no existe una prescripción médica que respalde su consumo.
En Suiza (que no es miembro de la UE), en cambio, los residentes tienen derecho a importar de forma legal, y sin receta, cantidades limitadas de medicamentos de países que no son miembros del EEE cuando viajan a otras naciones. Pero la Ley de Medicamentos Terapéuticos se olvidó de acotar las compras en línea.
Laguna suiza
Límites legales
Los residentes suizos tienen permitido la importación de estimulantes eréctiles por un límite máximo de 3.000 mg de Sildenafil (comercializado como Viagra) y 200 mg de Tadalafil (conocido comercialmente como Cialis) y 600 mg de Vardenafil (cuyo nombre comercial es Levitra) para uso persona.
“En los años 90, cuando se adoptó la Ley de Medicamentos Terapéuticos, el Parlamento no fijó un límite preciso al volumen de productos que podía comprarse por Internet”, explica a swissinfo.ch Ruth Mosimann, jefa de Control de Mercado de Medicamentos Ilegales de Swissmedic.
Solo existe una excepción para los turistas que visitan Suiza, que tienen permitido comprar pequeñas cantidades de fármacos para evitar ser detenidos por esta causa en alguna frontera.
Sin embargo, la falta de definición que existe en Suiza para la importación de fármacos –adquiridos vía Internet– para los residentes está trayendo problemas. De 40 000 importaciones de medicamentos realizadas en línea que tiene documentadas Swissmedic, solo 20 000 respetan los límites legales y la otra mitad son volúmenes mucho mayores.
No obstante, estas cifras son solo estimaciones basadas en el número de paquetes que fueron incautados en las aduanas suizas en 2014 (1 200 en total), ya que nadie conoce a ciencia cierta el alcance de los medicamentos ilegales que entran en Suiza. En contrapartida, sí se sabe que el principal proveedor es la India, ya que el 45% de los fármacos incautados en las aduanas suizas provienen de este país.
Holanda es el único país europeo que ha conseguido evaluar más o menos el volumen real de las importaciones ilegales de estimulantes eréctiles. Los investigadores analizaron la composición de las aguas residuales de tres ciudades para detectar rastros de Sildenafil (el principal activo del Viagra) y compararon sus hallazgos con las estadísticas de los medicamentos recetados legalmente. Su conclusión en las tres ciudades fue que al menos el 60% de Sildenafil provenía de fuentes ilegales.
Riesgos para la salud
Además de los estimulantes eréctiles, los vendedores en línea ofrecen pastillas para adelgazar, para dormir y esteroides anabólicos, entre otros. Pero concentran su atención y las estrategias comerciales más agresivas en la venta de productos destinados a potenciar la vida sexual. swissinfo.ch comprobó que muchos sitios web ofrecen muestras gratuitas de este tipo de estimulantes para crear una demanda de los mismos.
Otro hecho inquietante en este nicho de los medicamentos es que muchas compañías en línea ofrecen versiones genéricas del Viagra y del Cialis cuyas píldoras contienen dos o tres veces las dosis médicas recomendadas. Mientras la píldora de Viagra tiene 100 miligramos de ingredientes activos por dosis, su genérico contiene 200 miligramos. Y la píldora de Cialis tiene 20 miligramos de estimulante frente a su genérico, que contiene 60.
“El efecto no es mejor, o más intenso, por el hecho de tomar dos o tres veces la dosis recomendada, pero los efectos colaterales sí son mucho más severos”, advierte Mosimann. La falta de supervisión médica hace que estas compras supongan un alto riesgo para la salud, incluso si los productos tienen los ingredientes activos correctos, subraya.
De regreso al tema de las cantidades que son importadas, la mayoría de las tiendas en línea confirmaron a swissinfo.ch su disposición para enviar al cliente entre 10 y 30 veces el límite de fármacos que Suiza permite importar.
Las contadas restricciones que existen en el mercado las han puesto las propias empresas en línea.
Por ejemplo, algunos vendedores evitan aceptar encargados de más de 1 500 dólares para no atraer la atención de las autoridades. Y otros cobran una comisión extra cuando el pedido supera el límite de medicamentos permitido por la legislación suiza, lo que hace desistir a algunos clientes.
Organizaciones delictivas
Las autoridades suizas han descubierto que las tiendas en línea de estos fármacos con frecuencia forman parte de redes delictivas en sus países de origen. Y la venta de genéricos es, de hecho, solo una parte de los negocios ilegales que desarrollan.
El año pasado, durante un operativo para frenar la exportación de medicamentos ilegales, la Autoridad de Alimentos y Drogas (AAD) del estado indio de Maharashtra encontró que eran intermediarios internacionales (brokers) radicados en Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Dubái, según podía deducirse de sus correos electrónicos, los que retransmitían los pedidos de la clientela a mayoristas farmacéuticos de la India.
Los mayoristas, a su vez, buscaban las opciones más baratas del mercado, las compraban y preparaban los encargos para enviarlos directamente al cliente. Así, la dirección de los ‘brokers’ y el lugar desde donde se enviaba la mercancía raramente coincidían.
Una fragmentación del negocio que es estudiada y documentada por la Interpol en sus informes de delitos y delincuencia farmacéutica.
Cooperación india
En una ofensiva liderada por la Interpol este año para desmantelar redes de comercialización de medicamentos ilegales se descubrió que la India era una de las principales fuentes de paquetes confiscados cuyos productos tenían como destino final países como Suiza, Reino Unido, Irlanda y Nueva Zelanda.
El operativo, que fue llamado Pangea, duró una semana y requirió el trabajo coordinado de distintas instancias (incluido el gigante Google), permitió la incautación de 81 millones de dólares en medicamentos ilegales, y condujo a 156 detenciones y la clausura de más de 2 400 sitios web.
Se sospecha que el Gobierno indio es reacio a presionar a la industria farmacéutica de su país, al tratarse de un poderoso sector que exportó 15 000 millones de dólares solo durante el año 2014. Pero en otros países, como Estados Unidos, India ya está bajo el escrutinio de las autoridades por la baja calidad de sus genéricos y de los fármacos sin receta (India es proveedora del 40% de los medicamentos de estas dos categorías que consume el país).
“Las empresas farmacéuticas y el Gobierno indios consideran que están siendo injustamente atacados por los reguladores extranjeros y las instancias dedicadas al cabildeo en el sector farmacéutico internacional”, afirma Syed Nazakat, periodista y fundador de Health Analytics, web dedicada al cuidado de la salud. “El verdadero problema son los pocos medios y personal que tiene la autoridad encargada de controlar la fabricación de medicamentos en India”.
Pero hay algunas señales de cambio. El Ministerio indio de Comercio ha manifestado su interés por atender este tema, pues es consciente de que un mercado farmacéutico irregular y con deficiencias también supone una pérdida de ingresos para la autoridad.
En una carta dirigida al órgano Supervisor General de Medicamentos de la India (DGCI, por su sigla en inglés), el Ministerio de Comercio instó el año pasado a otros estados del país asiático a seguir el ejemplo de Maharashtra para frenar la exportación de fármacos ilegales.
«En vez de observar (las exportaciones ilegales de Maharashtra) como un caso aislado, el DGCI debería revisarlo con otros reguladores estatales y generar un plan de acción para hacer frente a estas ventas, incluyendo la suspensión de licencias de fabricación cuando esto sea necesario”, concluye la misiva.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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