“Grito de alerta”: urge capacitar a refugiados
Los responsables de la ayuda social piden mayores acciones oficiales para la integración laboral del creciente número de refugiados y solicitantes de asilo. Advierten que podría producirse una “catastrófica” situación social y financiera.
Correspondería a los legisladores aprobar un mayor presupuesto y un plan estructurado para permitir a los solicitantes de asilo y a los refugiados obtener más rápidamente una formación laboral. Hasta hace poco, los solicitantes de asilo a menudo esperaban años antes de que se decidiera si podían quedarse en Suiza. Con ello quedaba estancada su posibilidad de aprender un nuevo oficio.
Una modificación legislativa del año pasado redujo el tiempo de espera, pero los expertos dicen que no hay muchos programas coordinados de capacitación laboral disponibles. El Gobierno suizo delegó en los cantones la tarea de organizar esos programas, una medida inadecuada, según los trabajadores sociales.
“No hacer nada va a costar caro”, dice Therese Frösch, copresidenta de la Conferencia Suiza de Instituciones de Acción Social (CSIASEnlace externo), una asociación de ayuda social para los trabajadores que presentó recientemente un plan de 10 puntos para abordar la integración laboral de los refugiados en Berna.
El plan pide al Gobierno y a los cantones destinar 100 millones de francos en fondos adicionales para integrar a los solicitantes de asilo y a los refugiados a la fuerza de trabajo. Implica el desarrollo de más programas de idiomas y capacitación laboral, la participación en el sector empresarial y la asesoría laboral. Los defensores también quieren una mayor financiación federal y cantonal y menos burocracia en términos de honorarios y límites de edad.
El Gobierno proporciona a los cantones unos 6 000 francos por solicitante de asilo. Felix Wolffers, jefe de los Servicios de Acción Social de la ciudad de Berna, dijo que la preparación laboral de un solicitante de asilo cuesta entre 20 000 y 25 000 francos. Un monto que calificó de buena inversión toda vez que, como lo explicó, el costo de un año de asistencia social representa la misma cantidad.
“Nos dirigimos a una catástrofe si no actuamos. El tiempo se agota”, dijo.
Las estadísticas muestran que poco menos de la mitad de los refugiados reconocidos y una cuarta parte de los admitidos temporalmente tienen un trabajo después de pasar 10 años en Suiza, mientras que el resto depende del dinero de la ayuda social. El de los Grisones es el cantón que ha tenido más éxito con la formación profesional de refugiados y solicitantes de asilo, 40% de los cuales se integran al mercado laboral después de siete años. Y ello, merced en gran parte al programa cantonal de asesoría para el trabajo.
Entrenamiento laboral
Las medidas recomendadas por CSIAS implican la creación de 5 000 nuevos empleos para los solicitantes de asilo “lo más rápidamente posible” a través de una “ofensiva de integración” financiera y organizativa por parte del Gobierno federal y los cantones. Kurt Zubler, jefe de la Oficina de Integración en el cantón de Schaffhausen, dijo que el 95% de los refugiados deben tener una cualificación profesional suiza cuando lleguen a los 30 años.
Hasta la fecha, cantones y organizaciones individuales han emprendido programas de capacitación laboral para el sector que nos ocupa, pero hubo poca estrategia nacional coordinada hasta que el Gobierno federal pidió una oferta de aprendizaje más amplia en diciembre de 2015. En junio de 2016, los votantes suizos optaron por una nueva ley de asilo que prioriza las decisiones de asilo rápido e integración.
Sin embargo, CSIAS insiste en que la falta de supervisión y financiamiento a escala nacional impide una organización “eficiente y sostenible”, y asegura que el plan del Gobierno de diciembre de 2015 no es suficiente para atender el creciente número de solicitantes de asilo y refugiados sin trabajo.
Precio de no hacer nada
Antoinette de Weck, directora de Educación y Trabajo Social en el cantón de Friburgo, considera que el plan de 10 puntos presentado recientemente es un “grito de alarma” de cantones como el suyo que luchan contra la falta de atención médica, educación y opciones de trabajo para los refugiados que reciben. Indicó que cada vez más personas que acuden a su cantón son menores no acompañados con poca o ninguna educación.
Cuando se le preguntó acerca de la posibilidad de extender la oferta a los solicitantes de asilo que solamente son admitidos temporalmente, Wolffers respondió que “más vale verlos trabajando” que sin hacer nada mientras se encuentran en Suiza. Muchos solicitantes de asilo admitidos temporalmente vienen de países como Irak, Afganistán y Siria y no pueden ser devueltos legalmente hasta que los conflictos en esos lugares hayan cesado.
En 2016, un total de 13 354 migrantes fueron admitidos en Suiza con estatus de refugiados permanentes o temporales, lo que hace un total de 69 276 desde 2010.
Traducido del inglés por Marcela Águila Rubín
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