Kirguistán: los deportes de nieve y la ayuda al desarrollo
Para crear puestos de trabajo en la estación fría, Suiza apuesta por el turismo de invierno en Kirguistán. Sin embargo, el esquí no es la panacea.
Esta serie pretende arrojar luz sobre el compromiso de Suiza con el turismo de invierno en Kirguistán, incluyendo vídeos in situ.
Durante un viaje por Asia Central en 2014, la instructora suiza de deportes de nieve Edda Hergarten visitó a su hermano, que reside en Kirguistán. Inmediatamente, se dio cuenta de lo poco desarrollado que estaba allí el turismo de invierno, a pesar de contar con infraestructuras y un clima adecuado.
Antes de marcharse, Hergarten regaló algunos equipos viejos de ropa de su empresa, la Escuela de Esquí Bivio. Los kirguisos aceptaron encantados los trajes de esquí, pero reconocieron: «No sabemos esquiar».
Edda Hergarten no podía quitárselo de la cabeza. Un año después, viajó de nuevo a Kirguistán y, a modo de prueba, ofreció unos cursos de esquí que, para su sorpresa, despertaron un gran interés.
En los años siguientes, amplió la oferta a cursos oficiales de formación con entre 30 y 50 participantes. Consiguió reclutar como instructores a colegas de varias escuelas de esquí de los Grisones, todos ellos voluntarios para el proyecto. «También ofrecemos cada año hasta cuatro prácticas especiales en escuelas de esquí de los Grisones, que son muy populares entre nuestros participantes kirguisos», asegura Hergarten.
La idea de su intervención en Kirguistán era crear puestos de trabajo para los largos meses de invierno. «La mayoría de los lugareños trabajan como guías en verano y, gracias a los cursos de esquí clásico y esquí de fondo, ahora también pueden obtener ingresos en invierno», afirma Hergarten.
En la actualidad, la iniciativa de Edda Hergarten forma parte de un proyecto oficial de ayuda al desarrollo de la Secretaría de Estado de Economía (Seco), en cooperación con la organización suiza de desarrollo Helvetas.
Los mejores esquiadores soviéticos se han entrenado ahí
Suiza está invirtiendo en el turismo de deportes de invierno en Karakol por razones similares a las de Hergarten: en la región de Yssykköl hay turismo de verano con excursiones de senderismo, caminatas y pernoctaciones en yurtas, pero la temporada es corta. Gracias a los deportes de invierno, el turismo se extenderá a todo el año.
Dado que Karakol fue un centro de excelencia para esquiadores profesionales en la época de la Unión Soviética, existen infraestructuras como remontes y pistas. Sin embargo, en su mayoría son propiedad de inversores rusos con la mirada puesta en turistas internacionales ricos. Eso provoca un cierto resentimiento entre la población local, que no puede permitirse esquiar y apenas gana nada con el turismo de esquí.
Por ello, Suiza no solo apuesta por el esquí clásico, sino también por el esquí de fondo, el patinaje sobre hielo y otras ofertas culturales como la gastronomía, la danza y la artesanía textil. Estas ofertas no requieren infraestructuras costosas. «También nos preocupaban los daños medioambientales», afirma Silvan Hungerbühler, portavoz de Seco. El esquí contamina el suelo y perturba la vida salvaje. Además, Karakol ya no es seguro para la nieve. «La sostenibilidad de la inversión financiera no estaría garantizada», afirma Hungerbühler. También está claro que Seco no invierte en heliesquí, freeride u otros deportes extremos.
Esquiar en Kirguistán bajo responsabilidad propia
Kirguistán, con sus altas montañas y su naturaleza virgen, recuerda a Suiza. Sin embargo, según el Fondo Monetario Internacional, Kirguistán sigue considerándose un país en desarrollo; en el índice de corrupción de Transparencia Internacional, Kirguistán obtiene una mala puntuación (puesto 144Enlace externo). Además, la región de Yssykköl está escasamente poblada.
Por otra parte, y en términos de seguridad, esquiar en Kirguistán tampoco es lo mismo que hacerlo en Suiza. Durante la fase piloto, Seco encargó un estudio sobre la situación de la asistencia médica, porque a menudo se producen accidentes practicando el esquí.
Los resultados fueron reveladores: solo hay un puñado de helicópteros en Kirguistán -y a menudo pertenecen a particulares-, la traumatología del hospital local de Karakol es deficiente y los instructores de esquí y guías de montaña no están suficientemente formados en la atención de urgencias. Según la Asociación de Guías de Montaña de Kirguistán, cada año se producen una media de 50 accidentes graves en las estaciones de esquí, además de entre una y tres muertes por avalancha en la práctica del freeride.
«Invertimos en formación del personal y dialogamos con las autoridades para que inviertan en el sistema sanitario», afirma Hungerbühler. Si, como aseguran las autoridades kirguisas, se quiere apostar por un turismo intensivo de esquí, hay que invertir de forma holística en el concepto de seguridad en el turismo, opina Hungerbühler, incluyendo la atención médica en caso de accidentes.
Aprender de Suiza
Hay, además, otras diferencias entre Kirguistán y Suiza. Los Alpes suizos cuentan con carreteras y ferrocarriles, la protección contra avalanchas es de alto nivel y hay restaurantes y hoteles cerca de los remontes. «En Suiza, las relaciones entre las asociaciones de deportes de nieve, las autoridades y la población son intensas. Las decisiones sobre cómo debe desarrollarse un pueblo de montaña se toman de forma participativa», afirma Hungerbühler. Kirguistán aún está en pañales en ese sentido.
Por eso Seco quiere traer a Suiza a representantes de Kirguistán para que vean sobre el terreno cómo Suiza desarrolla las zonas turísticas. Según Seco, varias organizaciones suizas de las especialidades de raquetas de nieve, esquí de fondo y patinaje sobre hielo han manifestado su interés por cooperar. El destino de Val Poschiavo también está dispuesto a sumarse.
Celebrar la Navidad en Kirguistán
Pero, ¿hay demanda de vacaciones de esquí en el este de Kirguistán? «Nuestro producto es el excursionismo y el senderismo de alta montaña en verano», señala Michael Krähenbühl, de Nature Tours. El viaje de Nochevieja «Celebrando la Navidad en Kirguistán» es la única oferta en invierno hasta la fecha. La demanda de vacaciones de esquí clásico en Kirguistán es bastante baja entre los clientes suizos.
La razón es que la mayoría de los suizos van a esquiar en invierno durante una semana o solo algún fin de semana. Y, como señala Krähenbühl, las estaciones de Suiza, Austria o Italia están mucho más cerca.
Pero los deportes de nieve en Kirguistán pueden ser interesantes para turistas de otros países. Y Nature Tours también está considerando, en colaboración con Helvetas, ampliar una o dos ofertas de encuentros invernales en Kirguistán, por ejemplo excursiones con raquetas de nieve combinadas con pernoctaciones y comidas con familias locales.
«Helvetas tiene buena reputación en Kirguistán, y son más populares que los inversores rusos con sus remontes», afirma Krähenbühl. El turismo comunitario es una receta de éxito porque los turistas saben que el dinero que gastan se queda con la familia de acogida o en el pueblo.
El proyecto de ayuda al desarrollo es escalable
Seco, con el fin de planificar mejor las medidas de comercialización y los precios, encargó un estudio para averiguar de dónde podría venir la demanda.
El resultado general fue que antes de la pandemia del Covid19, la mayoría de los turistas procedían de Kazajstán, Rusia, Ucrania, Tayikistán, Uzbekistán, China, Turquía, Estados Unidos, Alemania e India.
Y más concretamente, el esquí clásico en Karakol es especialmente popular entre los turistas de Kazajstán y Rusia. El freeride y el esquí de fondo, por su parte, son demandados sobre todo por turistas de EE.UU. y países europeos.
Pero, el estudio concluye que el mayor crecimiento de la demanda de esquí clásico se registra entre la población local, más que entre los turistas internacionales. Aunque esquiar es caro, el número de esquiadores entre la población local crece rápidamente, y en Bishkek y Karakol hay cada vez más tiendas que venden o alquilan material de esquí. Según Hungerbühler, de Seco, el objetivo sería tener una buena mezcla de turistas, porque así el lugar sería más resistente a influencias externas como pandemias o guerras.
«Si sale bien, el modelo en torno a Karakol podría servir de modelo para otros destinos de Kirguistán», afirma Hungerbühler con optimismo. En parte, Suiza eligió el sector de los deportes de nieve en Kirguizistán porque todavía no hay otros actores de la cooperación internacional al desarrollo activos en ese campo. Y, Hungerbühler concluye: «Realmente se puede marcar la diferencia con un esfuerzo concentrado».
Adaptado del alemán por José M. Wolff
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