La banca china se interesa en el UBS
Las finanzas del líder de la banca helvética, aún frágiles por la crisis hipotecaria de los 'subprime', podrían ser apuntaladas con capital chino.
La virtual operación se maneja con absoluta discreción entre los protagonistas, pero es un secreto a voces en los mercados financieros.
Los rumores crecen en intensidad. El UBS, banco número uno de Suiza, podría convertirse en la primera institución financiera helvética conquistada por los capitales chinos.
La causa: le urgen recursos frescos para apuntalar sus finanzas tras las pérdidas que le provocó la crisis de los créditos hipotecarios estadounidenses conocidos como ‘subprime’.
Y los dos principales interesados por hacerse de acciones del UBS son el Banco Industrial y Comercial de China y el Banco de China.
Ambos están dispuestos a echar a andar una compleja y sofisticada operación financiera que no implicaría una Oferta Pública de Adquisición (OPA).
Inversionistas rusos y árabes también tienen la mira en el UBS, sin embargo, los analistas del mercado estiman que son los chinos quienes tienen posibilidades reales.
El punto de partida
El UBS no estaría hoy en la disyuntiva de aceptar capital extranjero de no haberse visto golpeado financieramente por la crisis estadounidense de los créditos hipotecarios.
El contagio a Suiza se conoció en octubre, cuando los dos gigantes del sistema bancario helvético, UBS y Credit Suisse, reconocieron ante los mercados financieros –con sólo unas horas de diferencia– que eran parte de la lista de empresas financieras internacionales afectadas por estos créditos de mala calidad.
Concretamente, la banca de Estados Unidos aceptó otorgar un gran volumen de créditos entre 2003 y 2004 sin tomar las provisiones debidas.
Autorizó, por ejemplo, que los pagos mensuales representaran hasta 60% del ingreso de las familias, con lo que, al comenzar la escalada de tasas de interés en 2005 –aumentando con ello los pagos-, muchos acreditados simplemente dejaron de cumplir su compromiso hipotecario.
Pero para entonces, los ‘suprime’ se habían convertido en paquetes o productos hipotecarios que los bancos originales habían vendido a otras instituciones –UBS entre ellas- como ‘inversiones seguras’.
Al caer en impago los deudores, son los compradores del papel hipotecario los que han tenido que asumir pérdidas junto con los clientes a quienes ellos, por su parte, había revendido nuevamente el papel.
China al acecho
El UBS reconoció el pasado 9 de octubre que durante el tercer trimestre del 2007 había registrado perdidas por 850 millones de francos suizos a causa de su tenencia de papel ‘subprime’.
Una crisis completamente inesperada –hacía 9 años que el banco no enfrentaba pérdidas– justo en uno de los periodos de vacas gordas más importante de las últimas tres décadas.
Ante la evidencia, tuvo que tomar medidas urgentes. La más importante fue la supresión de 1.500 empleos entre octubre y diciembre de este año –el grueso de ellos en su filial de Estados Unidos, que es donde se produjo el descalabro.
Simultáneamente, el grupo presidido por Marcel Ospel, removió de su cargo a gente como Clive Standish, jefe de finanzas en Estados Unidos. Y ofreció, como grupo, tomar las decisiones complementarias necesarias para llegar al 2008 con plena salud financiera.
El Banco Industrial y Comercial de China y el Bank of China se perfilan, pues, como dos de los principales interesados en invertir en el UBS.
Consultados al respecto por swissinfo, ambos bancos, a través de sus áreas de relaciones con inversionistas, rehusaron ofrecer detalles por tratarse de gestiones confidenciales. El UBS simplemente declinó hablar.
Abordar detalles sobre una posible operación puede significar hoy la caída en el precio de sus acciones, justo la estrategia contraria a la que intenta seguir.
No obstante, ha trascendido en el mercado de valores helvético (SWX) que se trataría de una toma de participación y no una tradición oferta pública de adquisición (OPA).
La diferencia entre ambas es que en la primera se intentará llegar a un acuerdo con los accionistas para la adquisición de una parte de los títulos del grupo; la OPA hostil implicaría ir directamente al mercado a comprar acciones del UBS en un intento por arrebatarle el control a los accionistas actuales.
Función estabilizadora
El desenlace de la virtual capitalización del UBS se conocerá antes de febrero de 2008.
Sin embargo, consultado sobre el tema por swissinfo, la China Investment Corporation, un fondo de inversión de origen chino cuya voz se escucha cada vez más en Occidente, explicó que la banca china vive un momento de extraordinaria solidez y busca la expansión.
«Y el papel estabilizador de instituciones es un rol que le interesa jugar, especialmente en el caso de instituciones dañadas por la crisis hipotecaria subprime», precisó Lou Jiwei, director de finanzas de CIC.
Su objetivo no es desinteresado, sobra decirlo; capitalizar a los grandes gigantes financieros en problemas es una inversión garantizada en el mediano y largo plazos.
Ahora mismo, la CIC tiene disponible el equivalente de 72.000 millones de francos suizos para mercados en el extranjero y evalúa a dónde canalizarlos.
Y los grandes bancos disponen de tres o cuatro veces esta cantidad de dinero para apuntalar instituciones a las que después les sacarán provecho financiero, concluyó.
swissinfo, Andrea Ornelas
El UBS, nacido en 1998 de la fusión entre la Unión de Bancos Suizos y la Sociedad de Bancos Suizos, es el grupo financiero más importante de Suiza. Cuenta con una doble sede (Basilea y Zúrich), su mercado más importante es el europeo y su fuerte es la gestión de fortunas.
La relación de negocios entre el UBS y el sistema financiero chino se estrechó en julio del 2002, cuando el suizo fue el responsable de introducir al Banco de China a los mercados financieros internacionales a través de una emisión de títulos por 3.500 millones francos suizos.
La legislación china exige la presencia de nacionales en sus cuadros directivos de su sistema financiero. Un ejecutivo de alto nivel no puede ser contratado si no domina el mandarín oral y escrito.
Los activos totales del UBS ascienden a 2.650 billones de francos suizos.
Actualmente administra 32% de los activos del sistema financiero helvético.
El UBS es presidido por Marcel Ospel y su consejo directivo integra a financieros como Peter Wuffli, Huw Jenkins o Marcel Rohner.
Tiene presencia en 52 países y suma 68.300 empleados.
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