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La Hacienda suiza y la scort-girl internacional

Hôtel
El primer encuentro entre el alto funcionario de Hacienda y la escort-girl tuvo lugar en los silenciosos salones de un hotel balneario. Grand Hotels des Bains

¿Puede la Agencia Tributaria Federal basarse en informaciones que sabe de origen ilícito para imponer una sanción fiscal de 165 millones de francos suizos? El caso, abierto en 2015, implica a un alto funcionario de Hacienda en Berna, al marchante de arte Yves Bouvier, a una escort argentina e, indirectamente, al multimillonario ruso Dmitri Rybolovlev, residente en Mónaco.

La publicación de un pequeño libro de cubierta roja titulado «Cellule 381. Archives d’une escort-girl internationaleEnlace externo«, a finales de 2022 en París, pasó prácticamente desapercibida. Está firmado por Maria Roma. Es el seudónimo de una escort-girl que pasó más de un año en la cárcel de Champ-Dollon, en Ginebra, sorprendida en 2018 cuando robaba tarjetas de crédito en los buzones de los barrios de lujo de la ciudad.

En él, Maria Roma relata cómo contactó con un «agente fiscal» en septiembre de 2017 en el Grand Hôtel des Bains de Yverdon, y cómo al mes siguiente le entregó unos documentos que había robado. Los intercambios duraron hasta mayo de 2018, cuando la escort-girl fue sorprendida in fraganti.

Esta chica de compañía, cuya verdadera identidad conoce SWI swissinfo.ch, aceptó reunirse con nosotros en Ginebra. Para confirmar lo que había escrito, nos proporcionó algunos correos electrónicos intercambiados con ese alto funcionario de la Agencia Tributaria Federal (AFC, por sus siglas en francés), la autoridad fiscal suiza. Esos documentos dan fe de una relación continua y de una cierta familiaridad entre los dos protagonistas.

Aunque Maria Roma admite que roba tarjetas de crédito y códigos de tarjetas para ganarse la vida, no nos ha especificado la naturaleza de los documentos que facilitó a la Agencia Tributaria Federal.

¿Intercambio de información legal?

Estos intercambios también plantean la cuestión de si un agente fiscal suizo, del que sabemos, tras comprobar los correos electrónicos, que ocupa un alto cargo, puede utilizar documentos robados para llevar a cabo una investigación sobre fraude fiscal.  

Algunos de los correos electrónicos que hemos podido leer nos hacen suponer que el interlocutor de la chica de compañía sospechaba que los documentos no se habían obtenido por vía reglamentaria. 

 «He recibido su memoria USB, gracias. También le ruego que NO utilice mis títulos y funciones para fines privados. En cualquier caso, no podré intervenir en ese contexto», escribe el funcionario de Hacienda el 26 de abril de 2018.

En otro asume un tono más familiar y concluye con un «buenas noches» y una carita sonriente con la lengua colgando por un lado.

La legislación fiscal suiza no es clara y deja mucho margen a la interpretación sobre la forma en que un agente puede obtener documentos. Se pueden obtener ilegalmente si es de interés público hacerlo.

El 2 de octubre de 2007, el Tribunal Federal falló a favor del cantón de Berna, que había impuesto una multa fiscal a un contribuyente utilizando información «obtenida ilegalmente». El caso se refería a un robo a un importante bufete de abogados de Liechtenstein. El Tribunal dictaminó que «si el propio contribuyente no facilita la información necesaria para la determinación de su deuda tributaria, las autoridades fiscales pueden exigirla directamente a los «terceros» implicados: gestores de fortunas y fideicomisarios, por ejemplo».

«El fisco suizo tiene un margen de maniobra considerable. Pero, ¿llega sistemáticamente al extremo de utilizar datos obtenidos ilegalmente? Lo que es permisible a un empleado normal no lo es tanto en el caso de un alto funcionario, del que se espera una conducta intachable. En este caso concreto hay que preguntarse si se ha cruzado la línea roja», afirma un abogado fiscal suizo que habla bajo condición de anonimato.

El asunto se complica 

El caso no se limita solo al robo de buzones. 

Al parecer, la scort-girl mantuvo primero «negocios» con el marchante de arte suizo Yves Bouvier. El 28 de febrero de 2020, el sitio webHeidi News Enlace externoreveló que Yves Bouvier había recurrido a una escort para «tender una trampa a un alto funcionario fiscal suizo en París». La acompañante no era otra que Maria Roma, a la que el sitio web bautizó para la ocasión con el nombre de Sarah.

Yves Bouvier
Yves Bouvier considera que la historia de Maria Roma es «completamente irreal». Collection Christophel / Alamy Stock Photo

En aquel momento, las autoridades fiscales suizas seguían la pista de Yves Bouvier por fraude fiscal. 

La División de Asuntos Penales e Investigaciones (DAPE) -brazo armado de la AFC- sospechaba que el antiguo “rey de los puertos francos” vivía en Suiza, mientras que Yves Bouvier afirmaba estar domiciliado en Singapur desde 2009. La Agencia Tributaria Federal le acusa de evadir 165 millones de francos suizos en impuestos. 

El marchante habría dado instrucciones a la chica de compañía para que abordara al funcionario durante una conferencia fiscal en Yverdon, en septiembre de 2017, con el fin de seducirlo. Y, por último, para convencerle de que la acompañara a uno de los pisos de Yves Bouvier en París con objeto de recuperar documentos comprometedores sobre el “rey de los puertos francos”.

En ese caso, el viaje del agente fiscal a París habría dado lugar a una irregularidad procesal y habría limpiado el nombre de Yves Bouvier, ya que el fisco suizo no tiene derecho a investigar en el extranjero.

Yves Bouvier siempre ha negado estar detrás de esa maniobra.

Al final, no fue así. Maria Roma cuenta que se enfadó con Yves Bouvier, sin especificar el motivo, y prefirió contárselo todo al funcionario de Hacienda… y finalmente colaborar con él. 

Maria Roma admite en su libro que aceptó grabar a Yves Bouvier sin su conocimiento y pasar las transcripciones al funcionario de Hacienda encargado del caso. 

Es decir, al mismo funcionario al que entregó los documentos robados en los buzones.

Esto plantea otra cuestión sobre la legalidad de sus acciones: ¿No constituye también una violación del secreto fiscal el hecho de que un funcionario discuta con una persona ajena, en este caso María Roma, un caso que está investigando?

En respuesta a las preguntas de SWI, la AFC se limitó a contestar por correo electrónico que, obligada por el secreto fiscal, ni la Agencia – ni sus empleados – «hacen comentarios sobre contribuyentes concretos».

Aunque la legislación suiza deja margen para la interpretación, este caso tiene interés más allá de las fronteras de la Confederación Helvética. 

En Francia, el marco jurídico en un caso así está más claramente definido. 

Según Patrick Michaud, abogado fiscal de París, cuando se trata de documentos obtenidos ilegalmente, «la cuestión clave es la equidad de las pruebas. Si, por ejemplo, un denunciante ha robado documentos de su empresa porque cree que la evasión fiscal es inaceptable, la información obtenida, aunque sea ilegalmente, puede utilizarse. En cambio, si el robo es obra de un empleado que quiere vengarse de su jefe por haberle despedido, entonces no se admite».

En Suiza, en cambio, las autoridades fiscales no se pronuncian sobre los motivos de los empleados que roban documentos.

Para el famoso abogado Gilles-William Goldnadel, estrella de los tribunales parisinos, «la línea debe trazarse entre la flexibilidad fiscal y la rigidez penal. Pero en esta situación tan ‘pintoresca’, el evasor fiscal debería salirse con la suya», opina. 

Yacine Rezki, abogado de Yves Bouvier, se pregunta: «¿Pueden ignorar realmente las autoridades que se ha tendido una trampa a Yves Bouvier y que se han reunido documentos utilizando medios ilegales, en particular grabaciones no autorizadas? Maria Roma confirma que la grabación tuvo lugar entre las 15:40 y las 16:20 horas en un café próximo a un banco de Ginebra. 

El multimillonario ruso

Una traición tras otra. No solo la chica de compañía delató a Yves Bouvier ante el fisco, sino que el 6 de noviembre de 2017 se puso en contacto con Tetiana Bersheda, la abogada de Dmitri Rybolovlev, el peor enemigo del marchante… 

Desde enero de 2015, el ruso, presidente del AS Mónaco, libra una guerra judicial internacional contra Yves Bouvier, acusándole de haber cobrado más de mil millones de francos de más por los cuadros que le vendió (ver recuadro).

A principios de la década de 2000, el marchante de arte suizo Yves Bouvier (nacido en 1963) conoció en Ginebra al oligarca ruso Dmitri Rybolovlev. Le ayudó a reunir una de las mejores colecciones del mundo de obras de Gauguin, Van Gogh, Picasso y Rothko: 38 cuadros valorados en dos mil millones de francos. Pero en enero de 2015, el multimillonario presentó una denuncia contra el suizo en Mónaco, acusándole de haberle estafado 1.200 millones de francos. Desde entonces, los dos empresarios se baten en tribunales de todos los continentes, en Mónaco, donde vive Rybolovlev, en Ginebra, Singapur y Nueva York.

En esta batalla entre un multimillonario y un millonario, Yves Bouvier se ha anotado algunos puntos. En Mónaco en 2019, luego en Ginebra en 2021, el Ministerio Público desestimó la denuncia penal de Rybolovlev. Pero en 2022, la Cámara de Apelación Penal del Tribunal de Justicia de Ginebra ordenó al Ministerio Público reabrir el caso. Dmitri Rybolovlev también ha demandado a la casa de subastas Sotheby’s en Estados Unidos, a la que acusa de haber ayudado a Yves Bouvier a cobrar de más por determinadas obras de arte.

En su libro, Maria Roma admite que se «pasó al enemigo», escribiendo a la abogada del multimillonario: « Kindly pass this message to DR [Dmitri Rybolovlev] : I think we should Talk. I might be your lucky card” (Le ruego que transmita este mensaje a DR [Dmitri Rybolovlev]: creo que deberíamos hablar. Podría ser su carta de la suerte»).

Para Yacine Rezki, abogado del marchante de arte, los intercambios de correos electrónicos sugieren que el principal adversario de Yves Bouvier «posiblemente» contactó con las autoridades fiscales suizas a través de la scort-girl

Yves Bouvier, por su parte, no oculta su indignación: «Tengo derecho a saber si nuestras autoridades fiscales se han dejado influenciar por un oligarca ruso. ¿No tengo derecho a una investigación imparcial y a un juicio justo en mi propio país?

Por su parte, la abogada de Dmitri Rybololev, Tetiana Bersheda, no respondió a nuestras llamadas.  

Dmitri Rybololev
Dmitri Rybolovlev (el 4º por la izquierda) en octubre de 2017 a su salida del tribunal de Mónaco, escenario de uno de los muchos episodios de su batalla legal con Yves Bouvier. AFP

Diecisiete meses de cárcel

El 26 de mayo de 2018, en Chênes-Bougeries, la escolta fue sorprendida por un vigilante y detenida por la policía. Sus vínculos con el funcionario de Hacienda no pudieron evitar su ingreso en prisión. 

«Sin embargo, como no sabemos cómo se obtuvieron esos documentos, no pueden ser utilizados por nuestros servicios tal como están: lo mismo se aplicará a cualquier documento que pueda presentar en el futuro», le escribió tras su detención.

Texto adaptado del francés por J. Wolff

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