La nueva fiebre del oro: inversores occidentales compensan la débil demanda oriental
Warren Buffett siempre se burló de las personas que invertían en oro, del que decía que era el metal inútil "extraído en tierras de África o en algún otro lugar” y una forma de “vivir mucho tiempo en el miedo”. Este año, sin embargo, el "sabio de Omaha" se unió a otros inversores, incluido el fondo de cobertura más grande del mundo, Bridgewater Associates, para dejarse contagiar de la reciente fiebre del oro que ha permitido propulsar los precios de este metal a niveles históricos durante el pasado verano.
Durante el segundo trimestre, Berkshire Hathaway, propiedad de Buffett, adquirió una participación de 565 millones de dólares (522 millones de francos suizos) en Barrick Gold, la segunda minera de oro más grande del mundo. Las acciones de Barrick, que tiene minas en África, América Latina y Estados Unidos, han aumentado un 37% desde principios de abril. También en el segundo trimestre, Bridgewater invirtió en fondos cotizados en bolsa respaldados en oro (conocidos como ETF) por 316 millones de dólares, según informes de la compañía. Este instrumento permite al inversor adquirir oro físico, pero como si fuera una acción.
El inusitado interés de los inversores occidentales ha provocado un aumento del precio del oro desde el mínimo de 1 160 dólares por onza en el verano de 2018 hasta un récord de 2 073 dólares en agosto pasado, lo que lo ha convertido en uno de los activos financieros con mejor desempeño del planeta. Los crecientes temores sobre el impacto económico que tendrá el coronavirus y los rendimientos negativos ofrecidos por los bonos han provocado que más de 60 000 millones se inviertan en ETF de oro durante el presente año, un 50% más que en 2009 cuando se produjo una crisis financiera global.
La pandemia ha convencido a los inversores de que el oro debe estar en sus carteras porque es una cobertura contra la volatilidad de los mercados de valores, los tipos de interés mínimos y el descalabro en la producción económica. Algunos grandes inversores adquieren oro incluso como una forma de protegerse ante una eventual deflación producida por la desaceleración económica o, en el escenario contrario, ante un proceso inflacionario derivado de la inyección de recursos gubernamentales en el sistema, según David Tait, director ejecutivo del Consejo Mundial del Oro.
Después de la caída inicial que observó en marzo debido al colapso de los mercados bursátiles internacionales, el oro había conseguido una recuperación del 22% a principios de agosto. “Ha atraído a muchas personas que históricamente habían considerado el oro como el comercio de Armagedón”, dice Tait, “ahora lo observan a través de una lente más amplia”.
Sin embargo, en India y China, la demanda ha sido tibia en el mejor de los casos. Los clientes de los dos mercados más grandes del mundo venden sus participaciones en oro o toman préstamos ofreciendo como garantía sus posesiones en oro en un momento en el que los precios del metal alcanzaron máximos históricos. En China, en particular, el oro se está vendiendo a los mercados mundiales con un descuento de 53 dólares por onza debido a que la demanda interna es débil y a las restricciones que hay para la exportación de este metal.
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Enlace externoDado que el consumo al detalle es una señal fundamental para los inversores institucionales de la fortaleza de una materia prima, el comportamiento actual podría amenazar el repunte del oro si la demanda occidental cae, como sucedió después de la pasada crisis financiera global que vio colapsar los precios del oro de niveles máximos de 1 920 dólares por onza en septiembre de 2011 a casi 1 200 dólares en 2013.
Los ETF de oro ahora representan el 35% de la demanda mundial de oro en comparación con solo el 8% hace una década, pero los flujos han comenzado a disminuir. SPDR Gold Shares, el ETF de oro más grande del mundo, comenzó a informar de retiros de dinero en septiembre por primera vez en ocho meses.
Una interrupción abrupta en el repunte del oro dañaría a algunos de los inversores más grandes del mundo y dejaría fuera del juego a una de las pocas luminarias que aún existen en los mercados bursátiles mundiales, aparte de las acciones tecnológicas. También generaría pérdidas a los inversores minoristas que se enfrentan a un mercado laboral incierto debido a la pandemia y a las bajas tasas de interés que ofrecen las cuentas de ahorro. Los precios del oro han caído un 9% desde su nivel máximo de agosto, mientras que las acciones de las mineras de oro han caído un 13%.
«Un [escenario] de riesgo que existe en este caso es que los compradores asiáticos impongan un piso por debajo del mercado», ya que esto fragilizaría la confianza de los inversores minoristas que han comprado ETF de oro hasta ahora, advierte Adrian Ash, jefe de investigación de BullionVault, empresa comercializadora de oro en línea. «Pero con la deplorable demanda de las grandes naciones consumidoras, ¿dónde podría ubicarse ese piso?».
Caída de la demanda de los consumidores
Popley Eternal, inmensa tienda de joyas en uno de los más bulliciosos barrios de Bombay, la capital financiera de India, ha recibido una miríada de clientes durante casi 100 años que van a comprar collares y aretes de oro para bodas y festivales. Los artículos más baratos de esta tienda se comercializan a alrededor de 50 000 rupias (625 francos suizos).
No ha recuperado los niveles de clientela anteriores a la pandemia al reabrir sus puertas en junio, cuando se levantó el el confinamiento en India. El cese de actividades durante tres meses detuvo prácticamente todo el movimiento económico. Suraj Popley, el propietario, dice que tuvo que recortar alrededor de una cuarta parte de su personal, para dejarlo en 20 personas, pero con ventas tan bajas cada artículo vendido se considera como acontecimiento.
Los consumidores indios, afectados por el impacto económico, están vendiendo sus joyas familiares o piden préstamos ofreciendo como garantía sus posesiones auríferas para aprovechar al máximo los elevados precios mundiales. “La gente viene a vender oro cuando necesita dinero en efectivo, cuando necesita solvencia. Muy poca gente viene a comprar», dice.
India y China representan, conjuntamente, más de la mitad de las compras mundiales de oro. Pero la demanda cayó un 56% en India durante el primer semestre del año, según cifras del Consejo Mundial del Oro, y un poco más de la mitad en China. La demanda india, no obstante, ha empezado a repuntar desde agosto.
En India, el metal precioso juega un papel muy relevante en los eventos familiares, festivos y religiosos. Este país del sur de Asia posee la mayor reserva de oro del mundo, según el banco suizo UBS, con 25 000 toneladas que se resguardan en hogares y templos.
Incluso en términos de inversión, muchos indios prefieren, por tradición, atesorar el metal precioso en vez de adquirir ETF u optar por otras formas de inversión. Las joyas de oro confieren estatus, pueden ser legadas a los hijos y también se empeñan en momentos de necesidad.
“Existe una gran simpatía por el oro”, dice Terence Lucien, director de fondos mutuales en PhonePe, empresa de pagos digitales con sede en Bangalore que es propiedad de Walmart. «Considerando la forma en que los indios compran tradicionalmente [oro], ha habido personas comprando excesivamente».
Pero la demanda de joyería se ha desplomado, golpeada primero por el dramático confinamiento que obligó a cerrar a todos los comercios al detalle. Después, por el profundo golpe que la pandemia ha asestado a la economía y a la salud pública de India, país que ha registrado más de 5,8 millones de casos de coronavirus y más de 92 000 muertes.
Las bodas se han pospuesto, ya que India registra más de 80 000 nuevos contagios diarios y el daño económico (el Producto Interno Bruto se contrajo 24% durante el segundo trimestre del año) ha reducido el apetito por realizar gastos ostentosos.
No obstante, Shekhar Bhandari, director de metales preciosos en Kotak Mahindra Bank, espera que la demanda vuelva a repuntar una vez que pase lo peor de la pandemia. “¿Se han pospuesto las bodas? La respuesta es que sí”, dice. “¿Va a disminuir el número de matrimonios? La respuesta es que no.»
Presión sobre los precios
La pandemia ha dejado expuesta, en realidad, una caída en la demanda del oro de más larga data en esta nación de 1 400 millones de habitantes, pues debido a una creciente educación financiera y a un mayor acceso a otros productos, como fondos financieros, los inversores están diversificando sus tenencias en vez de concentrarse solo en este metal. La demanda de los consumidores cayó en alrededor de 900 toneladas anuales entre 2010 y 2015, para ubicarse en menos de 700 toneladas el año pasado, según UBS.
La llegada durante los últimos años de algunos esquemas gubernamentales destinados a canalizar la demanda hacia activos más productivos en términos financieros, como bonos respaldados por oro, no han sido capaces, no obstante, de frenar dicha caída.
China también se ha visto afectada por una reducción en la adquisición de joyas debido a las restricciones impuestas por el coronavirus y a que los inversores dudan a la hora de comprar oro a precios altos.
Con 152,2 toneladas, la demanda de oro en China alcanzó su nivel más bajo desde 2007, según el Consejo Mundial del Oro.
Los trastornos sociales y económicos generados por la pandemia amenazan con acelerar el declive de la demanda física de oro en India y China, socavando así una base de consumidores que es fundamental para los resultados que obtienen los inversores de todo el mundo.
Este año se han enviado lingotes de oro desde Asia a bóvedas en los Estados Unidos y Londres a través de refinerías en Suiza para respaldar la creciente demanda de ETF de oro. Pero si la demanda occidental también se desacelera, esos volúmenes podrían comenzar a pesar en el mercado, ejerciendo una presión a la baja sobre los precios del oro, según Jeremy East, un exbanquero de Standard Chartered, empresa con sede en Hong Kong.
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No hay oro en China y muy poco en India este año», agrega East. “Eso significa que los interesados [occidentales] en los ETF deberán seguir comprando, si al final del año China e India todavía no lo hacen… Ese oro tiene que encontrar algún destino. Y el mercado necesita más dinero para seguir absorbiendo este oro «.
Cerrando la brecha
Las empresas de tecnología de India intentan cerrar la brecha entre la demanda física y la de inversiones del metal ofreciendo «oro digital» a través de aplicaciones. Múltiples servicios permiten a los consumidores comprar y almacenar metal virtualmente antes de recibir verdaderos lingotes o monedas cuando quieren retirarlo.
Amazon lanzó un producto de oro digital en agosto, haciendo alianza con empresas como PhonePe de Lucien; o Paytm, que tiene el apoyo de Google y Alibaba y que en los últimos años han lanzado sus propias ofertas.
Varun Sridhar, director ejecutivo de Paytm Money, dice que estos productos deberían ayudar a apuntalar la demanda física de oro en India, ya que el apetito por inversiones puramente virtuales, como los ETF, sigue siendo limitado. Paytm permite a los clientes comenzar a comprar oro por tan solo una rupia.
«Hay mucha emoción y sentimiento en ese metal amarillo», agrega. “Un fondo mutuo no te da la satisfacción de usarlo en una fiesta. Creo que durante las próximas dos décadas el oro seguirá ocupando un lugar muy importante ”para los consumidores indios.
Sin embargo, la demanda de oro digital, aunque está creciendo, sigue siendo incipiente. Paytm dice que los clientes «que consideran la compra de oro como una opción de ahorro importante» suelen tener solo entre 3 120 y 5 200 rupias del metal en su plataforma.
Popley, el joyero de Bombay, espera un cambio generacional en la demanda a medida que los consumidores más jóvenes opten por los diamantes. Se está preparando para que la depresión de la demanda continúe el próximo año. “La gente no está de humor para comprar muchas joyas en este momento”, dice. Están «esperando a ver qué va a pasar en los próximos tres o cuatro meses».
En China, los consumidores también están recurriendo a nuevas formas de comprar, con dos nuevos ETF de oro lanzados en agosto. Pero el mercado chino de ETF de oro es solo el 3% del tamaño de EE. UU., Con 4 000 millones de dólares en activos.
Los consumidores chinos prefieren comprar lingotes de oro que almacenan en casa en lugar de ETF, dice Xiao Fu, analista de Bank of China International. “La gente en China todavía piensa en los canales tradicionales para comprar oro, como joyas, barras o monedas”, dice. «Y no se puede esperar ganar mucho dinero en oro [en comparación con el mercado de acciones de China], por lo que la generación más joven invierte en acciones y bitcoines».
Tait dice que cree que los nuevos productos financieros respaldados por oro en India y China crecerán «exponencialmente» durante los próximos años, alineando los mercados con Occidente. Eso vincularía mejor los mercados de oro de Asia con Europa y Estados Unidos, agrega.
“Todos los trimestres del mercado mundial del oro estarán completamente optimizados en ese momento”, dice Tait, un exbanquero de inversiones. «Los [inversores] institucionales y minoristas occidentales, así como los institucionales y minoristas del este, estarán en línea durante los próximos dos años».
Por ahora, los inversores en oro están asimilando el impacto de una segunda ola de infecciones por coronavirus en Europa en la economía mundial. En lugar de oro, muchos inversores han acudido en masa a la relativa seguridad del dólar.
Los compradores de oro están mostrando signos de fatiga, según David Govett, un comerciante veterano de metales preciosos. Pero con las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos y sin un final a la vista para la pandemia, el cambio de opinión de Buffett sobre el oro puede no ser una mala apuesta, dice Govett.
“Los casos de COVID-19 están en aumento, los gobiernos están comenzando a entrar en pánico nuevamente, las economías enfrentan el barril de un segundo bloqueo. Con todo, debería ser una tormenta perfecta para el oro ”, dice. «Hay demasiada incertidumbre en el mundo para vender oro en corto».
Copyright The Financial Times Limited 2020
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Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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