La recesión ‘amargó’ el chocolate suizo en 2009
La industria chocolatera suiza se enfrentó –por primera vez en seis años– a un retroceso en sus ventas. Dos razones principales explican esta caída: un menor consumo en el mercado nacional y en el extranjero, sumado a un verano caluroso.
La recesión condujo a los suizos a comprar chocolates más baratos y a reducir su consumo personal en aproximadamente 800 gramos. En 2010, la industria apuesta por los chocolates del comercio sostenible.
La industria chocolatera suiza es emblemática en el mundo. Sus 18 empresas generan 4.500 empleos fijos y producen unas 174.109 toneladas de productos, según datos de la Federación de Fabricantes Suizos de Chocolate (Chocosuisse) correspondientes a 2009.
Sin embargo, el año pasado fue un mal ciclo para este sector, ya que la facturación total de esta industria sumó 1.702 millones de francos suizos, un 5,9% menos que en 2008 y el peor dato en seis años.
¿Qué sucedió?
Crisis y verano
Dos razones fundamentales explican la caída de las ventas del chocolate helvético, según el informe financiero de Chocosuisse correspondiente a 2009.
La recesión tuvo un impacto negativo sobre el consumo de chocolate entre los consumidores suizos y extranjeros, lo que se sumó a un verano especialmente cálido en Europa.
De acuerdo con Franz U. Schmid, director de Chocosuisse, el chocolate es un producto que resiste bien las crisis y las malas rachas en Suiza, pero dado el deterioro en el clima del consumo mundial en 2009, la demanda cayó en todos los mercados.
Por otra parte, refiere, el buen clima de la primavera y las elevadas temperaturas que se registraron en verano tampoco favorecieron la comercialización de chocolates, un producto que pierde calidad cuando el termómetro sube.
Schmid aporta un dato más al diagnóstico del comportamiento del sector chocolatero en 2009: “Los alemanes, nuestros principales consumidores, prefirieron comprar en tiendas de descuento y los fabricantes suizos se vieron obligados a reducir precios y entrar a la batalla para competir en este ámbito para conservar sus posiciones de mercado”.
Menos chocolate ‘en casa’
Como se dijo, Suiza vendió 174.109 toneladas de chocolate el año pasado. El 40% de ellas fueron consumidas en casa y el 60% restante se exportó.
Los suizos consumieron alrededor de 68.375 toneladas en 2009, lo que equivale a 11,7 kilogramos por habitante, un dato inferior en 800 gramos al registrado en 2008, cuando cada suizo comió unos 12,5 kilos de este producto (un dato que excluye el consumo de chocolate en polvo).
Pese a los malos tiempos que corrieron, la venta de barras de chocolate y la de artículos de Pascua creció un 3 y 2,5%, respectivamente.
Resultado de la recesión, los suizos, tradicionalmente fieles consumidores de sus propios productos, en 2009 volvieron la mirada hacia el chocolate fabricado en otras latitudes.
Concretamente, el 33,6% del chocolate consumido en Suiza en 2009 fue producido en otros países, según las cifras de Chocosuisse, frente al 30,9% en 2008.
Europa, tímida consumidora
La venta de chocolate suizo en el extranjero sumó 105.734 toneladas el año pasado, un 5,2% menos que en 2008.
Sin embargo, la caída fue aún más intensa en términos de ingresos, ya que el chocolate suizo facturó 832 millones de francos en otros mercados, un 9,9% menos que el año previo.
Esto es, los consumidores extranjeros demandaron sobre todo chocolates suizos de bajo precio.
Como ha sucedido durante la última década, los principales cuatro mercados para el chocolate suizo son Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, que representan casi 50% de las exportaciones, a pesar de que este producto llega a 140 mercados distintos, según datos de la Secretaría de Estado de Economía (Seco).
En 2009, mercados como Australia, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait o China registraron incrementos en la importación de chocolate suizo.
Chocolate de comercio equitativo
De acuerdo con Barry Callebaut, grupo suizo que es el productor de chocolate más importante del mundo, en 2010 la demanda por los derivados de cacao estará marcada por un creciente interés por los productos orgánicos y con certificación de comercio sostenible.
Calidad irá unida a la responsabilidad y el pago justo a los productores de cacao. El 100% de los insumos que utiliza Suiza para producir los chocolates que dan la vuelta al mundo provienen de África y Asia.
Consultada por swissinfo.ch, la División de Innovación de Barry Callebaut detalló que en plena recesión internacional la demanda de chocolates con certificación de comercio justo aumentó alrededor del 50% en 2009.
“El cacao es producto prácticamente siempre del trabajo de pequeños productores, de familias que habitan algunas de las áreas más pobres del mundo. Y Barry Callebaut y otros grupos internacionales trabajan activamente en fortalecer su compromiso para adquirir cacao en condiciones justas”.
Así, el futuro de la industria chocolatera helvética a partir de este 2010 estará en la recuperación de la economía y en la innovación, pero también en la venta de chocolates orgánicos que garanticen un pago justo a aquel que produzca el cacao.
Andrea Ornelas, swisinfo.ch
Es el máximo evento internacional ligado a este producto y se celebra desde 1994. En la actualidad tiene lugar en París, Nueva York, El Cairo, Tokio, Kyoto, Kokura, Nagoya, Moscú, Shanghái, Madrid y Pekín, entre otras grandes ciudades.
Dichos salones congregan anualmente a 2 millones de visitantes para descubrir nuevos proveedores, variedades, técnicas de producción o maquinarias, o creaciones a partir de este producto.
El Salón del Chocolate frecuentemente está asociado al lujo y complementa desfiles de prendas de firmas como Massaro, Cacharel, Nina Ricci o Cerruti.
Los principales consumidores de chocolate suizo son: Alemania (14% de las exportaciones helvéticas), Reino Unido (13%), Francia (11%) y Estados Unidos (7%).
Los suizos consumían 1 kilogramo de chocolate por persona en 1901; para 1940 habían pasado 3,5 kilos; y en 1950 su consumo era de 6,2 kilos.
En la presente década, los suizos consumen unos 12 kilos de chocolate al año, lo que los convierte en el país líder en la materia.
Los suizos consumen: chocolate con leche (75%), chocolate negro (20%), chocolate blanco (5%).
La Federación de Fabricantes Suizos de Chocolate (Chocosuisse) fue fundada en 1901 bajo el nombre de ‘Unión Libre de Fabricantes Suizos de Chocolate’. Desde entonces su misión es defender los intereses de la industria chocolatera.
El cacao es originario de lo que actualmente conocemos como Latinoamérica y es un producto milenario que ya era consumido por los olmecas, los mayas y los aztecas, que lo consideraban ‘bebida de los dioses’.
Fue Europa, en el siglo XVI, la que asoció el azúcar de caña, la canela y el chocolate. Las élites españolas fueron las primeras en consumir esta mezcla que ganó terreno rápidamente en Francia, Holanda y Austria en el siglo XVII.
Suiza fue autora, en el siglo XIX, del concepto de la tableta de chocolate y de la fusión entre cacao y la leche. Y François Louis Cailler el primer artesano renombrado que se dedicó a este negocio, tras haberse formado en Turín.
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