Las personas con discapacidad pueden votar solo en Ginebra
El cantón de Ginebra decidió poner fin a la discriminación hacia las personas con discapacidad física o mental, otorgándoles el derecho de sufragio en las votaciones y elecciones locales. El resto de Suiza sigue privándoles de sus derechos políticos, en violación del derecho internacional.
Los ciudadanos ginebrinos aceptaron el domingo pasado en las urnas, con casi 75% de votos a favor, conceder derechos políticos a las cerca de 1 200 personas que viven con alguna discapacidad en ese cantón, y por tanto bajo tutela por ser juzgadas como incapaces de discernimiento.
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Ginebra otorga derechos políticos a personas con discapacidad
A partir de ahora, cualquier persona mayor de 18 años, independientemente de su discapacidad física o mental, podrá votar o ser electo. Por lo tanto, la incapacidad de discernir ya no es en ese cantón suizo un criterio para privar a alguien de sus derechos políticos.
Ginebra se convierte así en el único cantón suizo que respeta la legislación internacional sobre discapacidad. La situación actual, tanto a nivel cantonal como federal, viola el Convenio de la ONU relativo a los derechos de las personas con discapacidad (CRPD)Enlace externo. El comité encargado de aplicar este convenio no tolera que se limiten los derechos políticos de este grupo poblacional. «La capacidad -o incapacidad- de una persona para tomar decisiones no puede ser invocada como la razón para restringir sus derechos políticos», advierte. En Europa, entre los países que otorgan el derecho al voto a las personas con discapacidad se encuentran Francia, Austria, Italia, Gran Bretaña y España.
La izquierda impulsó esta reforma, que suscitó un poco de controversia: solo la Unión Democrática de Centro (UDC, derecha conservadora) se opuso formalmente. La UDC argumentó que permitir el voto de las personas discapacitadas acrecienta el riesgo de que sus votos den peso a la balanza en los escrutinios en los que la decisión es tomada solo por una pequeña diferencia de votos a favor y en contra.
Un paso más a la integración
Las asociaciones de defensa de las personas con discapacidad acogen con satisfacción la decisión de integrarlos a la sociedad con este paso, de fuerte significado simbólico. «Demuestra que la población ha entendido que, a pesar de ciertas deficiencias, uno puede tener una opinión propia, libre albedrío y sus puntos de vista sobre la sociedad», celebra Emmanuelle Seingre, vicepresidenta de insiemeEnlace externo Suiza, la federación suiza de asociaciones de padres de personas con discapacidad mental.
«A pesar de ciertas deficiencias, uno puede tener una opinión propia, libre albedrío y sus puntos de vista sobre la sociedad.»
Emmanuelle Seingre, vicepresidenta de insieme Suiza
¿Quiénes son las personas que ahora podrán ir a las urnas en Ginebra? Se trata de ciudadanos con discapacidad mental, trastornos psicológicos o personas con algún tipo de fragilidad que precisan de asistencia. «Algunas de estas personas carecen de las competencias para forjarse una opinión y no podrán ejercer estos nuevos derechos», reconoce Emmanuelle Seingre.
Pero también existe otro grupo de individuos capaces e interesados en expresar su opinión, tienen un deseo real de contribuir a la vida política, refiere la vicepresidenta de insteme Suiza. “Las instituciones y asociaciones trabajan para proporcionar información accesible a las personas con discapacidad para enseñarles a posicionarse y expresar su opinión. A veces me impresiona el orgullo que tiene la gente de poder acudir a las urnas”, explica Emmanuelle Seingre.
La batalla no está ganada
El emblemático caso de Anne Tercier, una mujer de 41 años oriunda del cantón de Vaud, dio mucho de qué hablar. Ella tiene una discapacidad y vive en una institución en Lausana. A pesar de su gran interés por la política y la capacidad de discernimiento que posee, se vio privada de sus derechos políticos tras una reforma a la legislación de tutelas y custodias que tuvo lugar en Vaud en 2018.
Como informó recientemente el diario Le TempsEnlace externo, Tercier luchó contra las autoridades hasta recuperar esos derechos perdidos. «De inmediato decidí que no iba a dejar que esto sucediera, le pedí un certificado a mi médico, le escribí al juez de paz* y a la comuna», expresó Anne al diario de la Suiza francófona. Pero, ¿cuántas personas más en Suiza no han logrado que su voz sea escuchada?
«Esperamos que la decisión de Ginebra produzca un cambio», dice Emmanuelle Seingre. Por su parte, la asociación Inclusion Handicap quiere que la votación del domingo 29 de noviembre pasado siente un «precedente prometedor». «La Confederación Helvética y todos los cantones deben auspiciar pronto reformas para que el derecho a votar y la oportunidad de ser candidato en un proceso electoral sean para todos», expresó en un comunicadoEnlace externo.
*que imparte justicia por hechos menores.
Traducción: Andrea Ornelas
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