Los banqueros aguardan las consecuencias del veredicto del caso Weil
Los exdirectivos del UBS ya pueden dormir tranquilos tras la absolución por parte de un tribunal de Florida de Raoul Weil al que, entre otros cargos, se le imputaba el de evasión fiscal. ¿Qué consecuencias y ramificaciones tendrá el veredicto para otros bancos y representantes del sector financiero?
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Cuando no está cubriendo temas relacionados con tecnología financiera, criptomonedas, blockchain, bancos y comercio, se puede encontrar al corresponsal de swissinfo.ch jugando al cricket en alguno de los terrenos que hay en Suiza, incluido el lago helado de St. Moritz.
A pesar de que Weil rechazó la posibilidad de presentar testigos para su defensa, el jurado de Florida encargado de su caso requirió solo 75 minutos para decidir que el antiguo director de gestión patrimonial del UBS debía ser absuelto del delito de promover la evasión entre ciudadanos de Estados Unidos, en detrimento del fisco de este país.
El veredicto, dado a conocer el lunes pasado, es el más duro golpe que ha recibido el Departamento de Justicia (DoJ) desde que inició una implacable cruzada para condenar a todos los sospechosos de facilitar la evasión de impuestos.
Desde el primer día, Suiza ha sido una de sus principales dianas. En 2009, el UBS pagó una multa por 780 millones de dólares cuando se probó que sí había asesorado a sus clientes estadounidenses sobre cómo evadir impuestos. El banco privado Wegelin se vio tan acorralado por el DoJ que terminó por cerrar sus puertas. Y el Credit Suisse tuvo que hacer frente a una sanción financiera por 2.800 millones de dólares a principios de este año.
Durante las tres semanas previas al juicio, mientras Raoul Weil se preparaba para comparecer ante el tribunal, se multiplicaron las especulaciones sobre cómo una sentencia condenatoria implicaría serios problemas para los alto ejecutivos del UBS. En la lista de los hombres en riesgo se incluían los nombres de Peter Kurer, expresidente del banco, y Marcel Rohner, predecesor de Weil en la gestión de fortuna.
En opinión de Peter V. KunzEnlace externo, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Berna, el DoJ jamás tuvo realmente en la mira a otros altos ejecutivos del UBS ya que –por su nivel de responsabilidad– estaban fuera de la operación cotidiana del banco desde hace mucho tiempo. Y era muy difícil probar que conocían todo lo que hacían sus equipos.
“Pienso que el DoJ se habría alegrado de atrapar al tercer ejecutivo más importante del banco (Weil)”, afirma Kunz a swissinfo.ch. “Pero cuanto más alto se está en la escala administrativa, más difícil es encontrar evidencias que vinculen al directivo con el cliente”.
El fallo que emitió el tribunal de Florida el lunes resulta especialmente embarazoso para el DoJ, porque había ofrecido acuerdos amigables a empleados de menor rango que Weil si declaraban en contra del imputado. Por ejemplo, Martin Liechti, exjefe de Gestión de Fortuna para Norteamérica, a quien el DoJ tuvo antes en sus ‘garras’ y habría podido procesar fácilmente. Sin embargo, le concedió un trato especial para que le ayudara en la inculpación de Weil.
Más extradiciones
A partir de ahora, el UBS podrá respirar con más tranquilidad. Según Kunz, el fallo de la corte de Florida deja claro que no hay nuevas evidencias contra el UBS en materia de evasión. Y remueve todo vestigio de duda sobre la posibilidad de que la disputa fiscal entre e banco y EEUU escriba nuevos capítulos.
El UBS y sus máximos directivos están pues a salvo. Pero, ¿qué le departa el destino a los casi 30 banqueros, abogados y asesores financieros que se esconden en Suiza y que han sido imputados por el DoJ por distintos delitos?
En principio, su situación es compleja. Weil fue fugitivo de la justicia estadounidense durante cuatro años, antes de ser detenido en Italia y extraditado a EEUU. Para acortar estos tiempos, los influyentes senadores estadounidenses John McCain y Carl Levin urgieron al DoJ en marzo pasado a extraditar a EEUU a todos los ejecutivos bancarios sobre los que pesara alguna acusación.
Kunz opina que es evidente que los fiscales estadounidenses están muy molestos con la bofetada que les acaba de propinar el tribunal de Florida por las implicaciones que tiene y el daño que causa a su imagen. Por ello cree que el DoJ “redoblará esfuerzos para poner a todos los banqueros suizos tras las rejas”.
Una opinión que no comparte Milan Patel, abogado en Zúrich y asesor de algunos de los banqueros suizos en problemas con EEUU. A su juicio, ha llegado el momento de que el DoJ revise su estrategia y la solidez de las pruebas que cree tener contra algunos banqueros.
Considera que los fiscales se darán cuenta de que llevar a la cárcel a más personas “no va a ser un paseo como pensaban. A partir de ahora tendrán que negociar más abiertamente con los sospechosos, en vez de asumir que todo banquero suizo es un delincuente”.
Aprender la lección
El abogado ginebrino Douglas Hornung, por su parte, opina que el DoJ se verá en la necesidad de dar marcha atrás en su cruzada tras la humillación que recibió del tribunal de Florida.
“Todo mundo sabía que este caso era fundamental para las autoridades de EEUU”, declara a swissinfo.ch. “La absolución (de Weil) supone grandes inconvenientes para la política estadounidense de persecución de infractores y no solo en el caso de altos ejecutivos bancarios, sino también de empleados ordinarios y otros asesores”.
“Si no fue posible procesar exitosamente a un ‘pez gordo’, esto es una buena noticia para los ‘peces pequeños’”, apunta Hornung. A su juicio, es de esperarse que el DoJ revise su política o cambie por completo de estrategia.
La intriga estadounidense por concepto de evasión fiscal incluye aún a 14 bancos que son investigados minuciosamente en el presente y a otras 100 instituciones que están inscritas en un programa –conocido como Carta de No Testificación– que les evitó comparecer ante la justicia, a cambio de revelar voluntariamente los detalles de su actividad y posibles delitos.
En opinión de Kunz, el veredicto en el caso Weil no incidirá en la forma en la que el DoJ manejará sus acuerdos con los bancos de cara al futuro. Patel, en cambio, considera que aquellos bancos que decidieron sumarse al esquema debido a los temores que les infundió el Gobierno de EEUU a finales del 2013, ahora podrían retirarse del mismo en vista de que la posición del DoJ se ha debilitado.
De hecho, algunas entidades financieras han abandonado el esquema y otras 73 han enviado una carta al DoJ protestando contra las condiciones que les fueron impuestas.
“Muchos bancos se precipitaron en diciembre pasado y se inscribieron en el programa antes de analizar detenidamente la situación”, anota Patel. “Si el veredicto de Weil se hubiera emitido a finales de 2013, quizás se habrían tomado más tiempo para reflexionar. Y si los términos del programa no se vuelven más razonables, habrá posiblemente más bancos que lo abandonen”.
Mientras esto sucede, Weil regresará a Suiza como héroe tras vencer a la bestia llamada DoJ. Tras el fallo, el diputado suizo Ruedi Noser tuiteó: “Raoul Weil es un banquero que tiene agallas. Gracias Sr. Weil, porque su valentía es muy importante”.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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El otrora responsable de la gestión de fortunas del UBS, Raoul Weil, fue absuelto la víspera en Estados Unidos.
Weil, exdirectivo del UBS, comparece ante la justicia
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Hoy inicia en Florida el juicio a Raoul Weil, antiguo responsable de gestión patrimonial del UBS. Está acusado de ser el presunto autor intelectual de una red de evasión fiscal que podría haberle costado alrededor de 20.000 millones dólares al fisco estadounidense.
Weil es el ejecutivo de más alto nivel hasta ahora que comparece ante una corte de Estados Unidos. De ser declarado culpable, le aguarda una larga pena en prisión. Sin embargo, a diferencia de otros banqueros que también han enfrentado a la justicia estadounidense, Weil optó por rechazar los cargos que se le imputan, en vez de intentar alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia (DoJ) en Washington.
Entre los antiguos ejecutivos del gigante bancario suizo que sí han apostado por un acuerdo amigable con el DoJ se encuentra Martin Liechti, un subalterno de Weil dispuesto a declarar en contra su exjefe durante el juicio. Liechti era responsable de la división de Gestión Patrimonial del UBS para Norteamérica. En mayo de 2008 fue arrestado en EEUU como testigo material de los hechos, pero fue liberado en agosto de ese mismo año.
Otro alto ejecutivo del hoy extinto Neue Zürcher Bank se presentó la semana pasada ante las autoridades de EEUU para declarar contra Weil. Y se presume que la fiscalía ha reunido 60 testigos para declarar contra el financiero helvético y millones de páginas de documentos que lo incriminan.
Pese a ello, Raoul Weil parece determinado a enfrentarse al imponente aparato de justicia estadounidense que ha demostrado, en más de una ocasión, que es capaz de arrollar bancos íntegros si se lo propone. En casos previos que el DoJ llevó a los tribunales, entidades como el UBS y el Credit Suisse fueron objeto de onerosas multas. Y existen otras instituciones, como el banco privado Wegelin, que simplemente se derrumbaron ante el peso de las investigaciones de EEUU.
En enero pasado, cuando Weil se declaró inocente de los cargos que actualmente se le imputan, Aaraon Marcu, su abogado, afirmó que su cliente “quiere ejercer el derecho a enfrentarse a una sala de audiencias en la que un juez justo e imparcial lo exonere”.
¿Espía o colaborador?
La decisión que adoptó este verano el Ministerio Público de la Confederación (MPC) contra el exbanquero del UBS, Renzo Gadola, ilustra las diferencias de procedimiento en Suiza y EEUU en materia de evasión fiscal.
Según el dominical ‘Schweiz am Sonntag’, el MPC estableció que Gadola había cometido un delito de espionaje económico al proporcionar a los investigadores estadounidenses información sobre dos clientes del UBS.
Gadola trabajó para el UBS entre 2005 y 2009 y fue arrestado en Miami en 2010. Un año después salió de la cárcel en libertad condicional durante cinco años, tras cooperar con la justicia de EEUU.
En julio pasado, la fiscalía suiza le impuso una multa de 6.000 francos y le obligó a pagar más de 7.000 francos por las costas procesales.
Cadáveres en el armario
Stephen Kohn, jefe del Centro Nacional de Denuncias de Washington DC, advierte de que Weil aún podría llegar a un trato con la justicia estadounidense antes de que concluya el juicio.
Kohn, quien representó a Bradley Birkenfeld -exbanquero del UBS que se convirtió en denunciante de ilícitos cometidos por el banco-, asegura que los contactos que mantiene Weil con personas influyentes que poseían cuentas opacas en el UBS podrían favorecerle.
No obstante, deja entrever también que Estados Unidos no ofreció a Weil las mismas prerrogativas que a otros acusados. “De haberle ofrecido el mismo acuerdo amigable que recibió Martin Liechti, estoy seguro de que lo habría aceptado de inmediato”, declara a swissinfo.ch. De cara al escenario actual, añade, “solo debemos esperar que si consigue un acuerdo en medio de su proceso, este no sea con cargo a los contribuyentes de EEUU”.
Para Kohn, dado que “existe una abrumadora evidencia de que Weil ha sido uno de los pilares en la evasión de impuestos a escala internacional, que le ha costado miles de millones de dólares a EEUU, el mundo entero se vería beneficiado si divulga toda la información que conoce sobre prácticas ilegales realizadas por la banca suiza en EEUU y en el resto del mundo”.
Y destaca también que la justicia estadounidense es cada vez más severa. En 2009, el UBS fue obligado a pagar una multa de 780 millones de dólares por promover la evasión. Pero este año, el Credit Suisse debió pagar un castigo tres veces superior por no haber cooperado con EEUU tanto como su rival financiero.
Por su trascendencia, la declaración de Weil ante una corte de Florida se espera con un gran interés a ambos lados del Atlántico. De salir bien librado, el hoy exbanquero, de 54 años, se convertiría en una suerte de héroe de los bancos suizos, que están cada vez más acostumbrados a plegarse ante EEUU, afirmó la periodista Zoé Baches, en el ‘Neue Zürcher Zeitung’.
“Aunque no aspira a ello, Weil podría convertirse en una figura simbólica para la plaza financiera suiza”, escribió recientemente en un artículo.
Sin embargo, también queda la posibilidad de que la estrategia de defensa que siga Weil consista en lanzar acusaciones contra otros banqueros que aún no han declarado sus faltas.
Todo, menos ir a EEUU
Durante los meses previos al juicio hubo muchas batallas legales sobre el tipo de pruebas que pueden presentarse ante el tribunal que juzgará al exbanquero del UBS.
La semana pasada, Weil se anotó una importante victoria cuando el presidente del tribunal que revisará su caso anunció que admitiría como prueba el testimonio de tres personas, que declararán por videoconferencia desde Londres. Los testigos, cuyos nombres aún no han sido revelados, dejaron claro que participarían, pero que no estaban dispuestos a viajar a EEUU por temor a ser detenidos.
Los abogados de Weil querían que las declaraciones se transmitieran desde Zúrich y en presencia de un representante oficial para asegurar que en ningún momento los testigos violaran el secreto bancario. Pero el juez rechazó la petición por considerar que limitaría significativamente la presentación de pruebas e interferir en los interrogatorios.
Así, los testigos declararán desde Londres, tras recibir garantías de Estados Unidos de que podrán llegar y salir de la capital británica sin riesgo de ser detenidos.
Una suerte muy distinta a la que ha corrido Weil, acusado en 2008 de promover la evasión fiscal a gran escala y convocado a declarar ante la justicia de EEUU en 2009. Permaneció en Suiza y, algunos años después, fue detenido en Italia, cuyas autoridades lo extraditaron a Estados Unidos.
Se estima que el proceso durará entre dos y cuatro semanas.
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