Los cantones solicitan ayuda federal para hacer frente a la oleada de refugiados

Desde que comenzó la guerra en Ucrania, unos 75 000 ucranianos han recibido el estatuto de protección S, que les permite vivir y trabajar en Suiza. © Keystone / Michael Buholzer

El creciente número de refugiados ha puesto a prueba los recursos de algunos cantones. Algunos exigen ahora al Gobierno soluciones para proporcionar más alojamiento.

El viernes, las autoridades cantonales se reunieron con la directora de la Secretaría de Estado de Migración (SEM), Christine Schraner Burgener, para intercambiar puntos de vista sobre cómo satisfacer la demanda de alojamiento para refugiados.

«La SEM reconoce que la situación actual en los distintos cantones es tensa», señaló un portavoz de la SEM al periódico SonntagsZeitung. Según el diario, Schraner Burgener sugirió que el Consejo Federal (Gobierno) está dispuesto a dejar de asignar refugiados a determinados cantones si así lo solicitan.

A los cantones de Berna y Ginebra ya se les ha concedido la congelación temporal de la acogida de más refugiados. SEM indicó que otros dos cantones solicitaron esta misma medida.

Eso significa que los refugiados permanecerían en los centros federales de asilo en lugar de ser asignados a esos cantones. Casi dos tercios de las plazas de los centros federales están ocupadas, pero la SEM espera que aumenten las solicitudes de asilo, lo que requiere reservas. «No podemos limitarnos a buscar alojamiento cuando la gente está en nuestra puerta», declaró al periódico Reto Kormann, portavoz de la SEM.

El pasado mes de octubre, las autoridades suizas pidieron a los cantones que albergaran a más refugiados, ya que los centros federales estaban al límite de su capacidad. Se exigió a los cantones que acogieran temporalmente hasta 1 000 personas por semana, el doble del límite anterior de 500. A mediados de diciembre, los centros federales pudieron aliviar en cierta medida a los cantones gracias a las plazas adicionales puestas a su disposición por el ejército.

A mediados de febrero, más de 75 000 ucranianos habían obtenido el estatuto de protección S, que les permite vivir y trabajar inmediatamente en el país.