Lucha antitabaco: Suiza debe apoyar a Uruguay
Philip Morris considera que las medidas antitabaco de Uruguay amenazan sus intereses económicos y ha demandado a ese país ante una instancia de arbitraje del Banco Mundial.
Berna y Montevideo deben alcanzar un acuerdo político para evitar que la multinacional, con sede en Suiza, siga adelante con el proceso, sostiene Tabaré Vázquez, oncólogo y presidente de Uruguay entre 2005 y 2010. Entrevista exclusiva.
Philip Morris ha presentado una querella contra Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial.
Según la multinacional estadounidense, que tiene su sede financiera en Lausana,la política antitabaco del Gobierno de Montevideo viola el Acuerdo de Protección de Inversiones entre Suiza y Uruguay en materia de Derecho de Propiedad Intelectual.
Uruguay, por su parte, cuenta con el apoyo de los 172 países signatarios del Convenio Marco para el Control del Tabaco que ha lanzado la OMS.
swissinfo.ch: Philip Morris ha presentado una querella en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). ¿En qué situación se encuentra hoy dicho proceso?
Tabaré Vázquez: Ha iniciado una demanda internacional a través del CIADI, un organismo del Banco Mundial. Ya se han nombrado los representantes de las dos partes. Y debe iniciar la discusión sobre las políticas públicas antitabaco que impulsa Uruguay. Pienso que al año próximo se va avanzar en este proceso. Tengo absoluta confianza sobre el derecho y las razones que motivan a mi país a proteger la salud de su gente.
swissinfo: ¿Cómo se explica esta querella?
T.V.: No se trata de la disputa del mercado local de venta de cigarrillos, ya que hablamos de un mercado pequeño de un país con apenas 3 millones y medio de habitantes. A Philip Morris le podría significar entre 20 o 30 millones de dólares, monto insignificante si se consideran sus beneficios totales mundiales.
Estoy convencido de que esta tabacalera con su querella contra Uruguay busca lanzar una advertencia a todos los países que avanzan en su lucha contra el tabaquismo y decirles: ‘atención que lo que le pasa a Uruguay les puede suceder también a ustedes’.
swissinfo.ch: ¿Puede comprenderse la actitud de Philip Morris como una reacción directa a la política que viene aplicando el Gobierno uruguayo desde hace años?
T.V.: Sin duda alguna. Uruguay está hoy considerado en el concierto internacional como líder mundial en el combate contra el tabaco. La Philip Morris intenta entonces, insisto, frenar o impedir que otros países se sumen oficialmente y decididamente a esta lucha. Intentan darnos un escarmiento… A ellos sólo les interesan las ganancias, los beneficios, sin importarles los efectos. Muy parecido a lo que pasa, a otro nivel, con la gran industria bélica.
swissinfo.ch: ¿En qué medida afecta a Suiza esta tensión entre Philip Morris y Uruguay?
T.V.: Esta multinacional, que tenía su sede en los Estados Unidos, se instaló desde el punto de vista operativo, financiero y económico en Suiza. Y en ese contexto quiere impulsar su querella en el marco del Tratado de Inversiones Bilaterales suscrito y vigente entre Suiza y Uruguay.
Le interesan solamente sus derechos comerciales y le importa muy poco el derecho de la gente a vivir dignamente. Si a causa de enfermedades provenientes del tabaco pierden algunos de sus clientes, apuntan a tener otros. Y por eso apuestan especialmente a los jóvenes con una publicidad agresiva que intenta ampliar su mercado.
Es importante recordar que Suiza cuenta con una ley antitabaco y promueve restricciones muy fuertes en este tema, quizás incluso más severas que las que nosotros mismos aplicamos en Uruguay. Y por eso tenemos confianza en que Suiza va a apoyarnos en este problema.
swissinfo.ch: ¿Qué espera concretamente Uruguay de Suiza?
swissinfo.ch: Los dos países deben asociarse activamente en la lucha contra el tabaco. Y esta situación les ofrece una oportunidad espléndida. Lo más importante a corto plazo sería introducir un ‘adéndum’ (anexo) al actual Tratado de Protección de Inversiones que excluya del mismo aquellos productos nocivos para la salud. Esta modificación podría ser un ejemplo significativo incluso para otros tratados, en el sentido de proteger no sólo las inversiones y el comercio, sino sobre todo la salud de la población.
Esta modificación del Tratado debería ser aceptada a nivel de los dos gobiernos. De nuestro lado hemos hecho ya la sugerencia a la cancillería uruguaya y al propio presidente de la República. Pienso que deben de iniciarse de inmediato gestiones de las embajadas de uno y otro país, así como de los ministerios de Relaciones Exteriores.
Este ‘adéndum’ (anexo) que estamos planteando, según mis propias informaciones, es absolutamente factible de ser introducido. Podemos aprobar esa modificación del tratado a corto plazo, ya que estoy convencido de la real voluntad política de ambas partes de luchar contra el tabaquismo.
En un segundo momento podríamos imaginar el cambio del convenio mismo e instalar la salud de la población como centro mismo de cualquier tratado internacional de inversiones. Pero este segundo paso puede llevar más tiempo.
swissinfo.ch: ¿Una simple modificación del actual acuerdo puede resolver la querella que Philip Morris ha presentado contra Uruguay?
swissinfo.ch: En efecto. El Tratado de Inversiones, que tiene un valor importante a nivel financiero, comercial y económico, no puede estar por encima de los derechos soberanos de un país y de la obligación de su Gobierno de defender la salud de la población.
No cabe la menor duda de que Uruguay tiene el derecho y debe ejercer su soberanía de asegurar la salud de su pueblo tal como lo mandata nuestra Constitución en varios de sus artículos.
Si se estableciera en el Tratado que deben exceptuarse del mismo aquellos productos nocivos o que atenten contra la salud de la gente, entonces la actual querella de Philip Morris caería de inmediato y perdería todo valor jurídico.
“Decenas de millones de personas morirán a causa de diversos tipos de cáncer a lo largo de este siglo si no logramos frenar el tabaquismo. Por esa razón la OMS ha lanzado el Convenio Contra el Tabaco, suscrito por casi todos los países del mundo, entre ellos Suiza.
Obviamente, las tabaqueras tratan de evitar su aplicación. Y Philip Morris ha iniciado un proceso contra Uruguay, país que trata de adoptar el contenido de ese Tratado. El proceso se basa en el acuerdo bilateral entre Suiza y Uruguay destinado a eliminar los obstáculos a las inversiones helvéticas. Philip Morris tiene sede en Suiza porque ya no podía tenerla en Estados Unidos, pero sus directivos son extranjeros.
Tras la aprobación en las urnas de la iniciativa de la UDC, un extranjero puede ser expulsado de Suiza si no ha rellenado correctamente una declaración del AVS (seguro vejez). En cambio, seguiremos respaldando a los directivos extranjeros cuyos negocios son responsables de la muerte de miles de personas, sobre todo en los países pobres”.
Declaraciones a swissinfo.ch del profesor suizo Franco Cavalli, ex presidente de la Unión Internacional Contra el Cáncer
Philip Morris International (PMI), líder mundial en materia tabacalera, demandó al gobierno de Uruguay (26 de marzo del 2010) ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial.
El grupo estadounidense, cuya sede financiera se ubica en Lausana (Suiza), afirma que se viola el Acuerdo de Protección de Inversiones entre Uruguay y Suiza en materia de Derechos de Propiedad Intelectual.
Concretamente, argumenta que las decisiones tomadas por el Ejecutivo uruguayo afectan las inversiones del grupo y limitan su capacidad de comercializar sus marcas registradas. Y pide una reparación de estos daños.
La demanda de Philip Morris es inédita. No obstante, la posición de Uruguay cuenta con el respaldo de las 172 naciones signatarias del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El fallo del CIADI sentará precedente en la lucha antitabaco.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) es una institución del Banco Mundial y tiene sede en Washington.
Está en vigor desde 1996 y su función es propiciar la solución de disputas entre gobiernos nacionales y nacionales de otros Estados.
Una de sus finalidades es dotar a la comunidad internacional con una herramienta capaz de promover y brindar seguridad jurídica a los flujos de inversión internacionales.
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