México y Suiza escalarán a un nuevo nivel
El tratado de libre comercio, hasta ahora poco aprovechado, que comparten ambos países desde 2001 será revisado este año. Para las empresas suizas, México ofrece las ventajas de una economía joven y en expansión, pero también retos como la piratería o la inseguridad.
“El potencial íntegro de la relación entre Suiza y México aún no ha sido alcanzado”, resumió hace unos días el empresario Rudolf Wehrli, presidente de la patronal helvética economiesuisse.
Las cifras bilaterales lo confirman. Actualmente, solo el 0,7% de las exportaciones suizas se dirigen hacia México, a pesar de que Berna la reconoce como una economía “clave” en Latinoamérica y una puerta natural de acceso a Estados Unidos.
La visión de Wehrli es parte del análisis México y Suiza: escalando hacia un nuevo nivel, publicado en la víspera de la reciente visita del ministro de Economía suizo, Johann Schneider-Ammann, a México (13 al 17 de febrero).
El documento enfatiza que Berna tiene el propósito de sacar más provecho al Tratado de Libre Comercio (TLC) que México puso en marcha en 2001 con Suiza y los otros tres socios de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA): Noruega, Islandia y Liechtenstein
México es, después de Brasil, el segundo socio comercial de Suiza en América Latina.
En 2012, la balanza comercial bilateral arrojó un superávit a favor de Suiza. El país alpino exportó bienes y servicios a México por 1.400 millones de francos.
Las importaciones helvéticas de este país sumaron 900 millones de francos.
Entre las empresas suizas presentes en México figuran: Holcim-Apasco, Nestlé, ABB, Novartis, Roche, Schindler, UBS, Credit Suisse, Lindt, Barry Callebaut, Syngenta, Sanofi, Clariant o Victorinox.
Durante su reciente visita a México (13-17 de febrero), el ministro suizo de Economía estableció lazos con el nuevo Gobierno de México, que lidera el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que tomó las riendas del país en diciembre pasado.
Johann Schneider-Ammann se entrevistó con su homólogo, Ildefonso Guajardo Villarreal, y con el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, entre otras autoridades y representantes empresariales.
El principal compromiso salido de esta gira es un acuerdo para revisar el TLC entre Suiza y México. La primera ronda de negociaciones tendrá lugar en París en mayo próximo.
La anterior visita de un titular suizo de Economía tuvo lugar en 2008 y corrió a cargo de Doris Leuthard.
Revisar los cimientos
La intención de “poner al día” los cimientos de la relación comercial exigirá nuevas negociaciones. Schneider-Ammann y su homólogo mexicano, Ildefonso Guajardo, pactaron este mes una ronda de charlas formales que iniciarán en mayo, en París, en el marco de la reunión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para reabrir el TLC y revisar sus contenidos.
Andrés Eberle, presidente de la Asociación Empresarial Mexicano Suiza (AEMS), avala la decisión y señala a swissinfo.ch que “el mundo ha cambiado desde que Suiza y México negociaron un TLC, por lo que es muy positivo que sea modernizado para actualizar algunos de sus apartados y para incluir otros”.
Sobre los temas que tendrían que abordarse, cita dos ejemplos: la liberalización de los medicamentos genéricos en México tuvo un impacto sobre el sector farmacéutico helvético. Y hay también nichos de oportunidad como la aeronáutica, donde la micromecánica helvética está muy desarrollada, o en materia de formación para una mano de obra mexicana que se caracteriza por su calidad y eficacia.
“México es el segundo socio latinoamericano de Suiza, pero es el primero dentro de la región de habla hispana, y es un líder en la región. Es el primer proveedor de EEUU y un trampolín natural para acceder a EEUU y al resto de Latinoamérica, donde México es líder”, subraya el empresario.
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Las grandes empresas
Todas las grandes multinacionales suizas están presentes en el mercado azteca con la mira puesta en el largo plazo.
De acuerdo con el Ministerio suizo de Economía, Formación e Investigación, la inversión helvética en México sumó 6.200 millones de francos hasta finales de 2011. Este monto abstracto dice poco, pero ha generado más de 45.000 empleos.
Uno de los más recientes proyectos de inversión suiza en México es la nueva planta de producción del grupo químico Clariant, que inició operaciones en enero en el sur del país.
“Con la apertura de una nueva unidad de producción en Coatzacoalcos, Veracruz, Clariant busca fortalecer su capacidad de ofrecer las soluciones competitivas que la caracterizan e integrar la producción de bienes intermedios y finales en un mismo lugar”, explica a swissinfo.ch Claudia Kamensky, directora de Comunicaciones Externas de Clariant.
La nueva unidad, precisa Kamensky, ya opera al 100% generando 35 empleos que se suman a los alrededor de 700 que el grupo suizo tiene en su operación en México.
“La planta de Coatzacoalcos incluirá dos procesos productivos: una unidad de usos múltiples y una planta de aminas grasas, que producirán diversas especialidades químicas y soluciones tecnológicas para diferentes mercados, incluyendo la metalurgia, la construcción y la pintura”.
Sobre el potencial que ofrecen México –y en general, Latinoamérica- en tiempos en los que Europa avanza a paso lento, la directiva de Clariant detalla que “México es una pieza clave para las operaciones en Latinoamérica”.
Esta región representa actualmente el 15% de las ventas globales del grupo, generando ingresos del orden de los 1.144 millones de francos suizos anuales”, detalla.
México tiene una superficie de 1,9 millones de km2 y una población de 115 millones.
El territorio suizo abarca una superficie de 41.290 km2 en la que viven 8 millones de personas.
Un franco suizo equivale a 13,89 pesos mexicanos.
México tiene un PIB bruto de 1,1 billones de dólares. El de Suiza corresponde a 534.000 millones de dólares.
La inflación que registra la economía azteca (4%) es casi seis veces superior a la de Suiza (0,7%).
Fuente: economiesuissse
Remontando retos
De cara a una relación comercial más dinámica con México, Suiza deberá enfrentar retos diversos. Por un lado, necesidades locales como la falta de presencia de las PYME en este mercado. Por el otro, algunos de los vicios que laceran a esta economía latinoamericana.
En el mensaje que Andrés Eberle transmitió al ministro Schneider- Ammann durante la reciente visita es su inquietud por las PYME. “Las pequeñas y medianas empresas (suizas) no son bien conocidas. Tanto México como Suiza dependen cada vez más de ellas para crear empleo y generar ingreso. Y las innovaciones que introducen se traducen en ingresos importantes para ambos países”.
Con respecto a temas como la inseguridad, Eberle señala a swissinfo.ch que si bien es un problema innegable, “en la actualidad está localizado entre los cárteles de las drogas en su lucha por diversas plazas, no en todos sitios. Yo viajo todo el tiempo por la República Mexicana con empresarios y trabajamos mucho con empresas europeas. Hay muchos sitios en donde se puede invertir sin ningún problema”.
Sobre la piratería, que afecta a los relojes suizos, Eberle afirma que “el empresario que viene a México, revisa el uso de patentes y las actualiza, tiene de su lado a la ley”.
Claudia Kamensky, de Clariant, estima que contratiempos como la corrupción pueden combatirse con claridad en las reglas empresariales. “Nosotros aplicamos en México un Código de Conducta del grupo, una política que es clara para los empleados y que atañe al comportamiento responsable y a la protección de la reputación de la compañía. Todo el mundo debe respetarlo”.
Esto permite a la empresa ser competitiva, operar negocios y aprovechar oportunidades, pero sin violar las reglas establecidas.
Ciudad de México
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