Cinco bancos demasiado grandes para excluir a la Quinta Suiza
El Gobierno debe garantizar que todos los suizos residentes en el extranjero puedan mantener relaciones bancarias con las cinco instituciones financieras helvéticas consideradas demasiado grandes para el fracaso, precisa la moción del legislador Filippo Lombardi, aprobada el martes por la Cámara Alta del Parlamento de Suiza.
Por 23 votos a favor, contra 14 y 6 abstenciones, la moción fue apoyada en la cámara alta del Parlamento Federal, hoy en Berna.
“Después de años de batalla, creo que por fin hemos llegado a una etapa decisiva para que nuestros compatriotas en el extranjero no sufran más discriminación por parte de los bancos suizos», declaró con alegría el senador Filippo Lombardi, vicepresidente de la Organización de los Suizos en el Extranjero (OSEEnlace externo), tras obtener el apoyo de sus colegas en el Consejo de los Estados (Senado).
“Desde hace años esperamos que el sector bancario tome las medidas necesarias para evitar imposiciones jurídicas. Se han hecho algunas promesas, pero hasta ahora no ha ocurrido casi nada. Por lo tanto, nos vemos obligados a pedir al Gobierno que intervenga para exhortar a los bancos a que dejen de discriminar a los suizos residentes en el extranjero«, explicó Filippo Lombardi, al defender la mociónEnlace externo, con éxito, en el Senado.
En cuestión de días, los representantes de la Quinta Suiza obtuvieron dos éxitos importantes. La semana pasada, la cámara baja aprobó una moción que pide al Gobierno su intervención para que los ciudadanos expatriados puedan tener acceso a los servicios de una institución, Postfinance, en términos similares a los ofrecidos en el mercado interior.
Hoy, martes, la cámara alta aceptó la moción de Filippo Lombardi, que va aún más lejos: todos los suizos en el extranjero deben poder abrir una cuenta en un banco suizo de importancia sistémica, es decir, en las cinco instituciones financieras que se consideran demasiado grandes para fracasar: UBS, Credit Suisse, Raiffeisen, Postfinance y el Banco Cantonal de Zúrich.
“Estos bancos tienen una garantía implícita del Estado en caso de riesgo de quiebra, es decir, son elegibles para recibir ayudas estatales, como ocurrió con el rescate del UBS en 2008″, argumentó Lombardi. “Por lo tanto, estos bancos deberían permitir a todos los bancos suizos en el extranjero mantener relaciones bancarias en condiciones normales de mercado”.
A diez años de «discriminación»
Esta diferencia de trato comenzó en 2008, es decir, al inicio de la gran crisis económica y financiera que ha llevado a muchos países a reforzar los requisitos para luchar contra la evasión fiscal y controlar las transacciones financieras transfronterizas.
Para evitar sanciones -como las impuestas por las autoridades fiscales estadounidenses a los bancos UBS y Credit Suisse, la mayoría de los bancos de Suiza decidieron poner fin a sus relaciones con los expatriados. O se han limitado a ofrecer solo unos pocos servicios y en condiciones desventajosas en comparación con las garantizadas a los conciudadanos que viven en el interior del país.
Una estrategia que ha transformado a estos suizos expatriados en «ciudadanos de segunda clase», según la OSE, que desde hace años lucha por la igualdad de trato para la comunidad helvética en el mundo. Un esfuerzo durante mucho tiempo sin éxito.
«La discriminación de más de 775.000 suizos residentes en el extranjero es sin duda una cuestión de interés público. No basta con reiterar la importancia de los suizos en el extranjero como pequeños embajadores de Suiza en el mundo durante la Fiesta Nacional. También debemos dejar claro que sus derechos deben ser respetados», afirmó el senador del Tesino durante el debate en la Cámara de los Cantones (Senado).
Para el senador demócrata-cristiano, “lo mejor sería que se encontrara una solución favorable para los suizos en el extranjero, lo que haría innecesario un cambio de ley. Pero, mientras esperamos, seguimos presionando con estas mociones para que encontremos una solución a un problema que ha durado diez años”.
Su colega de partido, el senador Konrad Graber, añadió que la propuesta no necesariamente puede conducir a una nueva ley, pero que podría utilizarse para animar a los bancos a adoptar una solución. Los grandes bancos son capaces de conocer las leyes de los distintos países y así poder ofrecer relaciones bancarias sin inconvenientes.
Ueli Maurer, en contra de la moción
El senador liberal radical Ruedi Noser fue uno de los opositores a la moción, durante el debate. En su opinión, no se trata simplemente de abrir una cuenta bancaria, puesto que eso hoy es posible, afirmó. Además, los bancos deben poder decidir a qué se exponen. Además, para Noser es erróneo afirmar que los bancos de importancia sistémica siguen disfrutando de una garantía estatal. “Esta garantía ha sido borrada. Hoy, un rescate como el del UBS ya no sería posible”.
También el ministro de Hacienda Ueli Maurer invitó al Senado a rechazar la moción. Con la regulación «demasiado grande para el fracaso», dijo, hemos obligado a los bancos a reducir contratiempos. «Muchos bancos han tenido que pagar mucho por sus errores, a través de multas. Esta moción busca en la práctica imponerles una obligación legal para asumir nuevos riesgos”.
El ministro considera también que obligar a los grandes bancos -o a cualquier otra institución financiera- a garantizar servicios y condiciones similares a todos los suizos, independientemente de su país de residencia, constituiría una «grave injerencia en la libertad económica». Los bancos deben ser libres de adaptar la oferta y los costes administrativos a las exigencias reglamentarias y a los límites jurídicos en los distintos países donde operan.
Este artículo ha sido actualizado con la cobertura in situ de nuestro periodista parlamentario durante la sesión de hoy en la Asamblea Federal, en Berna. En el siguiente artículo, algunos testimonios de suizos que viven en el extranjero, quienes afirman haber recibido un trato diferenciado en los bancos suizos, por vivir en el extranjero:
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“Me siento perjudicada por los bancos suizos”
Se denomina Quinta Suiza a la comunidad de suizos que viven fuera de las fronteras helvéticas. Las otras «cuatro Suizas» hacen referencia a las comunidades lingüísticas dentro del país: la región germanófona, la francófona, la italófona y la romanche, es decir, los cuatro idiomas nacionales suizos. En concreto: La Quinta Suiza es aquella que, sin importar su idioma nativo, tiene el pasaporte suizo y vive en el extranjero. Repartida por todo el mundo, esta comunidad de más de 775 000 personas, así es definida en Suiza.
Actualización informativa: 3.15 p.m. (hora suiza), adaptación del italiano: Patricia Islas)
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