Bitcoin: ¿el futuro de las finanzas personales o del delito?
"Si la FIFA hubiera realizado todas sus transacciones vía blockchain, hoy no estaría enfrentando todos esos escándalos y todo mundo habría visto quién envió el dinero y quién lo recibió“, afirma convencido Guido Rudolphi, quien se tiene como meta fundar el primer banco suizo que opere en bitcoins.
Una afirmación que parece contradecir todos los rumores que rondan a las criptomonedas. La divisa digital más destacada, el bitcoin, utiliza el sistema blockchain para sus operaciones cotidianas, y este último ha sido objeto de diversos titulares sensacionalistas que lo asocian a delitos.
Se dice por ejemplo que esta plataforma facilita el lavado de dinero en el comercio ilegal de drogas de la ‘Ruta de la Seda’ o que permitió el blanqueo de capitales en el escándalo Liberty Reserve protagonizado por una casa de cambio costarricense. Asimismo, se considera que encubriría actividades ilícitas vinculadas con el tráfico de armas o el robo informático de identidades.
Pero Rudolphi difiere y si alguien sabe de flujos financieros ilegales es él. Durante los últimos años se ha desempeñado como detective privado en la web siguiéndole la pista a terroristas y a otros delincuentes que utilizan la red para cometer delitos. Desde la perspectiva Rudolphi, por el contrario, el blockchain tiene la ventaja de ser transparente, lo que hace más simple seguir el rastro de alguna actividad criminal en estos registros que en los que genera el sector financiero convencional.
«Sin duda, ha habido un par de casos de alto perfil“, dice a swissinfo.ch. «Pero, ¿podría alguien decirme con exactitud quién les entregó las monedas que ahora lleva en el bolsillo, quién las tuvo antes o quién las tendrá la próxima semana?“.
«Con los bitcoin esto sí es posible. Ciertamente, siempre habrá estafadores, pero con esta criptodivisa es más fácil que nunca rastrear a este tipo de personas, por supuesto, siempre que uno conozca bien cómo funciona esta tecnología“.
Olvidarse de la banca
Blockchain está diseñado para operar de forma descentralizada, es decir, permitiendo que las transacciones se lleven a cabo entre usuarios sin necesidad de la participación de un tercero como la banca o los sistemas de compensación del estilo SWIFT. Se trata pues de un modelo que desafía lo convencional permitiendo que cada usuario opere como si fuera su propio banco sin tener que ceñirse a controles o al pago de comisiones abusivas.
Aunque es un convencido del esquema, Rudolphi declina ofrecer demasiados detalles sobre la forma en la que operaría su banco para no dar información sensible a sus competidores. «Aún es prematuro hablar de los servicios bancarios tradicionales que podrían realizarse con bitcoins, pero es un hecho que esta moneda redifinirá al sector bancario“, dice a swissinfo.ch.
Anticipa, no obstante, que él ve un gran potencial en la prestación de servicios para empresas como el manejo de cuentas de garantía bloqueada (que son los fondos que una entidad tercera bloquea por adelantado a un deudor –con el acuerdo de éste- y que se destinarán posteriormente a pagar gastos como impuestos o seguros obligatorios).
Rudolphi también destaca la importancia que tendrán negocios como la ciberseguridad y los servicios administrativos para personas y empresas. El trabajo del banco bitcoin que tiene en mente el especialista se ocuparía de organizar, almacenar y proteger datos digitales valiosos de clientes que no tienen el tiempo -o el interés- de ocuparse de ello personalmente.
«Esperemos que el año entrante Suiza ya cuente con la primera licencia para un banco bitcoin, lo que le convierta también quizás en el primer banco de su tipo en el mundo“, añade Rudolphi.
Suenan algunas alarmas
Pero no todo mundo deposita la misma confianza en la seguridad que ofrecen las divisas virtuales. El año pasado, el gobierno suizo publicó un reporte que envió al Parlamento en el que dejó asentados los aspectos que le inquietan del bitcoin y los riesgos que existen de que se utilice con fines delictivos.
“La red utilizada por bitocoin ofrece un anonimato superior al que permite el sistema de pagos electrónicos actual (a través de la banca)”, cita el documento publicado el 25 de junio del 2014. “Otra ventaja para los criminales es la descentralización de la estructura bitcoin, lo que impide a las autoridades bloquear o confiscar activos con efectividad”.
Una secrecía que puede ser fortalecida vía herramientas diseñadas por expertos informáticos que en este mercado se conocen como servicios ‘mixer’ o ‘tumbler’, y que consisten esencialmente en camuflar fondos.
Lo anterior equivaldría en el sistema financiero tradicional a desplazar fondos de una cuenta, especialmente en paraísos fiscales, con objeto de despistar a las autoridades si se intenta el rastreo de fondos.
El reporte concluye también que por el momento, y dado el bajo volumen de transacciones en bitcoins que se realizan en Suiza, éstas se encuentran adecuadamente cubiertas por la legislación vigente.
Pros y contras
Para Luka Müller, abogado de MME Legal, una firma basada en el cantón de Zug, las dos caras de la moneda son reales.
Por un lado, “es más fácil que las transacciones traspasen fronteras y permitan el lavado de dinero debido a la naturaleza anónima y descentralizada del blockchain”.
Pero las empresas siguen necesitando a un tercero para compensar, es decir, para cobrar esos fondos en el futuro, lo que podría ser el foco de la regulación contra el blanqueo de dinero.
“La verdad es que jamás será fácil evitar el conflicto que existe entre la privacidad y la necesidad de regulación para identificar a las personas que realizan una transacción (que puede ser potencialmente ilegal)”, dice Müller a swissinfo.ch.
En contrapartida, refiere, blockchain también hace más fácil controlar la trayectoria de los flujos financieros. «Su atenuante es que blockchain es el libro de transacciones públicas más grande que existe, y consigna el importe y momento de cada pago, datos que están permanentemente a disposición del público», dice.
Y es precisamente este mecanismo de escrutinio público lo que convence a Rudolphi de que blockchain es un camino eficaz para acabar con la actividad criminal ya que todas las transacciones tienen que hacerse públicas y es una comunidad democrática la que avala el saldo de los libros.
«Con blockchain toda persona normal puede rastrear transacciones ilegales. Usted tiene una multitud de personas trabajando en ello. La transparencia de blockchain permite que más gente pueda analizar los datos.»
«Algo que es imposible en el sistema bancario actual. Si quieres y puedes adentrarte a la información del SWIFT (el sistema de compensación financiera mundial) es que eres una autoridad pública”.
El regulador está atento
La Autoridad Supervisora del Mercado Financiero Suizo (FINMA) no se muestra ni flexible ni proclive al blockain.
En mayo lanzó una advertencia, al tiempo que adoptó normas para evitar el lavado de dinero a través de pagos digitales, en la que expresó que las monedas virtuales son vulnerables y proclives a la actividad criminal.
En septiembre, el titular de FINMA, Marcos Branson expresó a su vez que se estaba analizado establecer un nuevo paquete de regulaciones para la industria de la tecnología financiera (Fintech). Lo anterior supondrá, de materializarse, la creación de una nueva categoría de licencia, posiblemente, con requisitos menos estrictos que los que actualmente se establece en la Ley Bancaria.
Branson no ha ofrecido detalles sobre la forma en la que funcionaría, pero dejó entrever que podría aplicar a las empresas de Fintech que realizan transacciones financieras a menor escala que los bancos, como los proveedores de divisas digitales, por ejemplo.
En su turno, el sector financiero suizo muestra señales cada vez mayores de interés en las criptomonedas.
UBS se mantiene activo en la investigación del blockchain a través de un centro de investigación que tiene en Londres. Y FINMA aprobó en mayo la primera plataforma de comercio en divisas virtuales (Ecurex).
Guido Rudolphi confía en que su banco bitcoin recibirá la aprobación de FINMA en 2016 y está convencido también de que las monedas virtuales llegaron para quedarse.
«Cuando la gente escuchó por primera vez sobre la existencia de Internet, muchos afirmaron que no tenía futuro porque no alcanzaban a ver su enorme potencial. Con blockchain sucederá exactamente lo mismo”, advierte.
Bitcoin y blockchain
Creado en 2008, el blockchain es un programa encriptado que actúa como un libro de contabilidad en línea de las transacciones. Cada bloque de las transacciones está vinculado en una cadena, dando a los participantes una visión global de lo que está ocurriendo en el sistema.
El programa está diseñado para ser descentralizado, lo que permite que las transacciones se realicen entre usuarios sin necesidad de terceros como bancos o sistemas de compensación del estilo SWIFT (lo que facilita las transferencias internacionales de una cuenta a otra de banco).
Esencialmente, cada usuario actúa como su propio banco independiente, y queda libre del pago de comisiones de cualquier tipo.
Blockchain se puede utilizar para almacenar y realizar transacciones de monedas virtuales, tales como bitcoin.
Para usarlo solo se requiere poseer una “cartera” virtual a partir de la cual después será posible enviar y recibir monedas. Bitocoin es la más utilizada.
Sin embargo, el potencial de blockchain va más allá de las transacciones en divisas virtuales. También podría ser un libro contable que almacene otro tipo de información valiosa como contratos digitales, títulos de propiedad o registros de derechos de autor.
Traducido del inglés por Andrea Ornelas
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