‘Mudar’ el WEF a Asia costará millones a Suiza
Hoteles, restaurantes y tiendas suizos empezaron a calcular cuánto perderán por el traslado del emblemático Foro Económico Mundial (WEF en inglés) a Singapur en 2021. La 50ª edición, celebrada en enero del 2020 en Davos, generó ganancias netas a la economía helvética por 80 millones de francos.
El sector de la hotelería y las pequeñas y medianas empresas, devastados por la COVID-19, echarán profundamente de menos las ganancias que les genera cada año el WEF. Pese a ello, se ha decidido que la edición 2021 de Foro se celebre en Asia, ante el temor de los organizadores de que Suiza no tenga aún controlada la pandemia a tiempo el año entrante.
Han comenzado a fluir las primeras cifras brutas, no exhaustivas, sobre la derrama económica que este evento representa para Suiza.
El WEF encargó a la Universidad de San Gall resumir el impacto económico de la reunión anual del 2020, cuyo costo de organización sumó 49 millones de francos.
Los organizadores e invitados del WEF gastaron alrededor de 63 millones de francos en Davos, la ciudad anfitriona, mientras que los asistentes al foro gastaron otros 110 millones en otros lugares de Suiza (muy por encima de los 68 millones de francos desembolsados en 2011).
Esos gastos generaron ingresos fiscales por más de 11 millones de francos suizos a las arcas federales y a las de Davos, comuna ubicada en el cantón de los Grisones.
Un evento de esta envergadura representa, no obstante, grandes desembolsos para los contribuyentes. En 2020, el Ministerio de Defensa gastó 32 millones de francos para garantizar la seguridad de los asistentes, vía el despliegue de sus fuerzas armadas. La policía de proximidad y otras medidas de seguridad tuvieron un costo de 9 millones de francos Enlace externo, de los cuales el WEF solo pagó 2 millones. Otra parte de este presupuesto fue solventado por el cantón de los Grisones y por el gobierno de Davos.
Ya descontadas las aportaciones, la seguridad del WEF 2020 se tradujo en pérdidas por 25 millones de francos para las arcas gubernamentales. Los beneficios económicos se concentran exclusivamente en los negocios de Davos y de otros lugares de Suiza visitados por los asistentes. El impacto financiero se reduce conforme los comercios se alejan geográficamente del centro turístico alpino.
Los pequeños negocios han tenido varios meses para asimilar las malas nuevas y prepararse para el hecho de que el WEF se celebre en Singapur en mayo del 2021. Los anuncios fueron fluyendo por etapas. Primero, se habló de que la mitad del evento sería virtual y se dijo que sería más pequeño que de costumbre. Después, se dijo que se trasladaría de Davos a Bürgenstock, cerca del lago de Lucerna. Pero, finalmente, se tomó la decisión de llevarlo de Suiza a otro país.
“Alrededor de 5 000 personas habrían venido a la región”, expresó a swissinfo.ch el director de Turismo de Lucerna, Marcel Perren. Esto no solo habría traído dinero al cantón, sino también “un espíritu de gran optimismo”.
Diversos políticos se inconformaron con la decisión tomada por el WEF. La semana pasada, cuando se conoció que el Foro tenía previsto mudarse a Singapur, diversos legisladores escribieron al ministro de Economía, Guy Parmelin, para advertir que esta decisión le costaría cientos de empleos a Suiza.
El propio WEF ha experimentado el impacto de la pandemia, al verse obligado durante los últimos meses a recortar 60 de las 860 plazas que ofrece a nivel mundial, según el periódico Berner Zeitung.
Traducido del inglés por Andrea Ornelas
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