No habrá acuerdo con EEUU antes de «algunos meses»
La negociación de un acuerdo fiscal global con Washington tomará aún tiempo, según Yves Rossier, secretario de Estado de Asuntos Exteriores. No obstante, tras su primera visita a EEUU confía en que las negociaciones se den un “clima constructivo”.
El número dos del Ministerio de Asuntos Exteriores encabezó la delegación helvética que tomó parte en Estados Unidos de la reunión del Grupo de Trabajo Conjunto Suiza-Estados Unidos. El encuentro se celebró en Washington solo 10 días después de la reelección del presidente Barack Obama.
Yves Rossier aceptó responder por escrito las preguntas de swissinfo.ch.
swissinfo.ch: En diciembre de 2011, el embajador de Suiza en Washington dijo a swissinfo.ch que estaba “cerca” un acuerdo fiscal con EEUU. Sin embargo, desde entonces nada ha sido concluido. ¿Es una señal de deterioro en las relaciones bilaterales?
Yves Rossier: No. Nuestras relaciones con Estados Unidos son sólidas y en la mayor parte de los temas, excelentes. En lo que concierne al tema fiscal, es cierto que los intereses y el marco jurídico divergen en ambos países. Pero ambos gobiernos están convencidos del interés que tienen –y lo confirmé sin ambigüedades durante la semana que estuve en Washington- de conseguir un acuerdo que aclare la situación entre los das dos naciones, sus bancos y los clientes de EEUU.
swissinfo.ch: ¿Espera cambios positivos para Suiza ahora que el presidente Barack Obama ha sido reelegido y un nuevo Congreso salió de las urnas?
Y.R.: Es verdad que la campaña electoral de EEUU no solo ocupó a los dos candidatos y a los medios de comunicación, sino que también tuvo un gran efecto sobre la administración en general. Pero ahora que las decisiones han sido tomadas, aunque habrá algunos cambios en la composición del gabinete de Barack Obama, la administración en general regresa a su operación habitual y esto permitirá a los dos gobiernos seguir adelante con sus discusiones dentro de un marco constructivo.
swissinfo.ch : Considerando que el jefe de la Casa Blanca vilipendió a Suiza atacando a Mitt Romney con respecto a su antigua cuenta en Suiza, ¿considera que la administración Obama negocia de buena fe el acuerdo fiscal, o tiene a Suiza en la mira para marcar puntos en el debate político interno estadounidense?
Y.R.: El Sr. Romney jamás fue acusado por haber escondido dinero en Suiza. El simple hecho de tener una cuenta en Suiza no implica estar en contra de la ley. Sigo convencido de que EEUU comparte el mismo interés que nosotros por resolver las diferencias que tenemos en materia fiscal lo más pronto posible.
swissinfo.ch: ¿Cuándo esperaría pues una resolución del dossier bancario-fiscal bilateral?
Y.R.: El día de hoy le diría que es cuestión de algunos meses más.
swissinfo.ch: ¿Sobre qué otros temas de orden bilateral se enfocará usted en el futuro?
Y.R.: El Ministerio de Asuntos Exteriores debe identificar y concentrarse en los temas bilaterales que revisten mayor interés para los dos países. Éstos son numerosos y han sido largamente discutidos durante mis entrevistas. Pienso, por ejemplo, en nuestra mediación en Malí o en el Cáucaso Sur, en la situación de los Balcanes o de Oriente Medio. Gracias al mandato que ejercemos para representar a EEUU ante Irán, estamos llamados a seguir de cerca el desarrollo de esta región. Y finalmente, mencionaría la presidencia que encabezará Suiza, en 2014, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), una misión requerirá una consulta permanente con la Unión Europea (UE), Rusia y, por supuesto, con EEUU.
swissinfo.ch: Tras la reelección de Barack Obama, la UE expresó su deseo de abrir negociaciones para un nuevo tratado de libre comercio (TLC) con EEUU. ¿Es u buen momento para relanzar la idea de un TLC entre Suiza y EEUU?
Y.R.: En diciembre de 2011, un grupo de trabajo de alto nivel empezó a estudiar medidas para reforzar las relaciones comerciales entre EEUU y la UE.
A mediados de junio de 2012, dicho grupo publicó un informe preliminar en el que estableció que, si esto resultaba posible, la solución más apropiada para generar un impulso favorable para el crecimiento y el empleo era un acuerdo comercial de largo alcance. Pero será el reporte final, que está previsto para finales de este año, el que incluirá propuestas concretas para el desarrollo de las relaciones trasatlánticas. Será solo a la luz de estas propuestas –un TLC o, por ejemplo, una supresión sectorial de barreras comerciales- que será posible estimar la amplitud de la discriminación a la que podrían quedar expuestas las empresas suizas.
El Consejo Federal (gobierno) estimó en 2006 que las condiciones necesarias para abrir una negociación formal no estaban reunidas, y esta apreciación no ha cambiado. En contrapartida, si EEUU y la UE inician negociaciones para un TLC, entonces tendría lugar un nuevo análisis de la situación suiza. Así que seguiremos con interés las conversaciones entre EEUU y la UE.
swissinfo.ch: ¿Qué piensa hacer para combatir los efectos de largo plazo que el enfrentamiento fiscal ha tenido sobre la imagen de Suiza en EEUU?
Y.R: Suiza ha tenido siempre una buena imagen en EEUU. Somos socios privilegiados tanto en temas económicos –en materia de inversiones extranjeras directas– como en lo político, particularmente al representar a EEUU ante los Gobiernos de Irán y Cuba.
Diversas fuentes me han confirmado que las conversaciones entre Suiza y EEUU en lo relativo al acuerdo fiscal no han despertado un gran interés entre la población estadounidense. Estoy convencido –y los sondeos de Presencia Suiza (encargada de potenciar la proyección internacional del país) así lo confirman–de que la imagen general de Suiza en EEUU es excelente. Suiza es frecuentemente citada como modelo en numerosos dominios. Y si hay algunos artículos negativos con respecto a la plaza financiera helvética en la prensa estadounidense, la conclusión de un acuerdo permitirá resolver los casos de evasión fiscal del pasado.
Con respecto al futuro, la disposición de los bancos suizos para aplicar la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (FATCA por sus siglas en inglés), actualmente en negociación, permitirá legitimar lo bien intencionado de la nueva estrategia de la plaza financiera suiza y probar, tanto a la administración como a la prensa americana, que los bancos helvéticos no aceptarán bienes no declarados en detrimento del fisco estadounidense.
Por otra parte, la embajada organiza una serie de eventos en el marco del programa ThinkSwiss, y con el apoyo de la Presencia Suiza, presenta al público estadounidense la imagen de una Suiza competitiva, innovadora, abierta, internacional y humanitaria. Sé también que todos mis colegas, los diplomáticos que se encuentran aquí, no cesan de explicar a EEUU la realidad de una Suiza moderna que va mucho más allá de los clichés de Heidi, el chocolate, los relojes y los quesos. Una Suiza que también es un socio económico y político importante para EEUU.
Durante su visita a EEUU (14-16 de noviembre), la primera después de su nombramiento en mayo pasado como Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Yves Rossier encabezó la delegación suiza que participó en la reunión del Grupo de Trabajo Conjunto Suiza-EEUU. Adicionalmente, se reunió con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en la sede neoyorquina de esta organización.
Tuvo también un almuerzo con Chuck Hagel, ex senador republicano de Nebraska, quien actualmente encabeza el Comité Consultativo de Inteligencia para el Gobierno de Barack Obama.
Yves Rossier también se entrevistó con la directora de política del Departamento de Estado, Wendy Sherman, con el viceministro de Asuntos Africanos, Johnnie Carson, y con el director para Oriente Medio y África del Norte en el Consejo Nacional de Seguridad, Steve Simon.
El UBS fue el primer banco suizo que se encontró en la mira de la justicia estadounidense. Fue condenado a una multa de 780 millones de dólares en 2009 por ayudar a los contribuyentes americanos a defraudar al fisco.
El año siguiente, el gobierno helvético firmó un acuerdo en el que aceptaba entregar información confidencial de 4.500 clientes americanos del UBS a las autoridades de EEUU. Un acuerdo que ratificó el Parlamento suizo en 2010.
Las amnistías fiscales aplicadas por EEUU han permitido detectar a más de 30.000 evasores. La justicia de este país ha logrado reunir numerosas pruebas sobre la complicidad de algunos bancos suizos en dichas redes de evasión. En 2011, las autoridades norteamericanas iniciaron una investigación que incluye a 11 bancos que operan en Suiza que son sospechosos de haber violado la legislación fiscal vigente en EEUU.
Uno de ellos, el banco Wegelin, fue inculpado en febrero de 2012 de haber ayudado a incitar a los clientes americanos a defraudar al fisco. Esta fue la primera vez que un banco extranjero recibió cargos formales por este tipo de prácticas en EEUU.
Bajo la amenaza de dicha inculpación, Wegelin se vio acorralado y anunció algunos días después la venta de una de sus principales divisiones al grupo Raiffeisen.
A finales de 2011, la justicia estadounidense ordenó a los bancos a entregar documentos relacionados con operaciones en Estados Unidos, incluyendo los nombres de los empleados. Después de un rechazo inicial, el Gobierno suizo finalmente autorizó la transmisión de datos, un asunto que ha suscitado una gran controversia en Suiza.
Las autoridades suizas buscan junto con sus contrapartes de EEUU la conclusión de un acuerdo que ponga fin a sus diferencias fiscales.
(Traducción: Andrea Ornelas)
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