¡No marginen a quienes declinan emplear internet!

Una buena parte de la población suiza de más de 65 años utiliza internet, pero aún hay muchos que no lo hacen. Especialistas advierten que esa es una elección que debe ser respetada. Westend61 / Josep Rovirosa

Si bien muchos jubilados utilizan internet, muchos otros se mantienen al margen. Las ofertas que se ofrecen en línea les son inaccesibles y, en estos tiempos de coronavirus, no pueden hacer compras por la red o contar con la aplicación de rastreo. Hay que evitar su exclusión, advierten especialistas.

“En un contexto marcado por el dinamismo del mercado tecnológico y la digitalización creciente de nuestro día a día, las personas mayores no deberían ser consideradas y tratadas como ‘grupo marginal de una sociedad tecnológica’, advierten los autores del estudio Digital Senior 2020Enlace externo.

De hecho, en una época en que cada vez son más los servicios accesibles por internet (e inclusive solamente por internet), la exclusión de los no-internautas es un hecho. A guisa de ejemplo, para adquirir algunos pasajes de tren a precios reducidos hay que hacerlo en línea y la aplicación de rastreo de la COVID-19 requiere la posesión de un teléfono inteligente.

Este fenómeno no es exclusivo de Suiza, en muchos países los trámites administrativos tienen que hacerse por Internet, algunas empresas de taxis seguros funcionan exclusivamente mediante una aplicación en línea y la compra y entrega a domicilio de diversos productos pasa necesariamente por la red.

Digital Senior 2020 halló que 74% de las personas de 65 años y más que viven en Suiza utilizan internet, casi el doble que hace una década. Ese incremento representa un avance significativo; sin embargo, puede acentuar el riesgo de marginalización para el 26% restante, subrayan los autores del estudio.

Mantener los servicios tradicionales

“La elección de algunas personas mayores de no utilizar los servicios digitalizados y las innovaciones tecnológicas debe ser respetado”, enfatizan y recomiendan mantener otras posibilidades de acceso a las informaciones y a los servicios (por ejemplo, las ventanillas tradicionales en los bancos y en las estaciones).

“Las soluciones alternativas de acceso a las informaciones y a los medios de comunicación deben mantenerse abiertos a todos, gratuitamente”, anotan.

Destacan asimismo la importancia de ofrecer cursos de nuevas tecnologías a la población que nos ocupa, amén de explicar los beneficios de su empleo, incluida la contribución a prolongar la autonomía y, con ello, la posibilidad de permanecer en el hogar, aspectos muy importantes para los séniores.

Según la encuesta de 2019, mientras 95.95 de las personas interrogadas de 65 a 69 años emplean internet, esa tasa es de apenas 38,5%entre aquellas de 85 años y más.

Las principales razones señaladas por aquellos que declinan la utilización de las nuevas tecnologías se encuentran la complejidad (77%), preocupaciones respecto a la seguridad (74%) y lo fastidioso de su aprendizaje (65%). Más del 60% de lo no-internautas señalan que otra persona busca por ellos la información que requieren y 61% que, simplemente, no necesitan internet.

Asimismo, entre quienes emplean internet, un 30.5% considera que se sentiría excluido de la sociedad sin ese medio, contra 11,7% de lo no-internautas.

Los autores del estudio subrayan que, “sin embargo, la sociedad no debería ‘olvidar’ a los no-internautas que han indicado sentirse excluidos de la sociedad porque un cierto sentimiento de exclusión existe bien y bonito entre ellos”.