Los papeles de Panamá ponen en apuros a los abogados suizos
Primero fueron los bancos. Ahora son los abogados y otros intermediarios quienes están en la mira por posible evasión fiscal y lavado de dinero. Los documentos de Panamá ponen a la comunidad jurídica a la defensiva en temas sensibles como la constitución de empresas fantasma extraterritoriales o los vínculos que tienen con personajes oscuros.
Para quienes luchan contra la corrupción, la revelación hecha por la prensa internacional hace unos días a través de los documentos de Panamá aporta el eslabón que hacía falta entre los intermediarios financieros y las actividades turbias de muchos ricos y poderosos. Asimismo, evidencia las lagunas regulatorias que existen en las legislaciones que, al menos en la teoría, estaban diseñadas para atajar los delitos financieros.
Sin embargo, los abogados se deslindan de toda insinuación de que han sido responsables de hacerle el trabajo sucio a distintos infractores. Los letrados argumentan que los fideicomisos y las llamadas empresas fantasma realizan preponderantemente operaciones perfectamente legales y éticas, y destacan que la prensa no ha podido probar lo contrario. Dicen también que existen reglas rigurosas que impiden la comisión de abusos generalizados.
“Creo que, pese a los casos publicados por los medios, el público es perfectamente capaz de evitar las conclusiones precipitadas y simplistas”, dice a swissinfo.ch Didier de MontmollinEnlace externo, miembro del organismo de autorregulación de los abogados y notarios suizos.
Inician las investigaciones
En medio de los dos campos, las autoridades suizas parecen dispuestas a escuchar las afirmaciones y a revisar las pruebas que ofrezca los distintos bandos. Pero han reaccionado de forma contrastada.
El Fiscal Federal suizo, por ejemplo, ya tiene en su poder documentos legales de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA); y el fiscal general ginebrino decidió, sin titubeos, abrir una investigación sobre las actividades realizadas por distintos abogados e instituciones financieras de Ginebra.
En contrapartida, la autoridad reguladora de los mercados financieros en Suiza, FINMA, opta por la cautela. Afirma que revisará los detalles de los documentos de Panamá, pero deja claro que es prematuro afirmar si iniciará, o no, algún procedimiento formal.
Mark Branson, director ejecutivo de FINMAEnlace externo, dice a swissinfo.ch que los documentos de Panamá no han probado nada aún sobre el rol general que habrían jugado los intermediarios financieros en un sistema que aún no es claramente conocido. Solo evidenció, a cambio, “detalles de cómo operaban algunos intermediarios en particular».
Algunos de esos detalles, de hecho, ya han sido divulgados por la prensa, incluidos los nexos que existen entre firmas suizas de abogados y traficantes de armas, funcionarios públicos corruptos y con respecto a la inexplicable riqueza de personajes vinculados al presidente ruso Vladimir Putin y el ex primer ministro de China, Li Peng.
Los datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ en inglés) muestra que la empresa panameña Mossak Fonseca trabajó con 1.233 intermediarios suizos que constituyeron más de 34.000 empresas ficticias extraterritoriales durante los últimos 40 años.
Abogados y escándalos
El grupo de presión suizo Declaración de Berna se manifiesta preocupado por el hecho de que abogados y notarios hayan actuado como intermediarios financieros ante sus clientes.
Algunos de estos intermediarios sí son regulados por FINMA, pero hay muchos otros que simplemente se rigen por un código de autorregulación que es monitoreado por las autoridades, pero que privilegia la discreción entre abogados y clientes, lo que es poco propicio para la transparencia.
«Cada vez que hay un escándalo financiero, vemos que hay intermediarios que jamás aplicaron debidamente los principios de autorregulación vigentes», dice a swissinfo.ch Olivier Longchamp, de Declaración de BernaEnlace externo, “desafortunadamente, existe poca información disponible que permita verificar que la autorregulación de verdad se materializa”.
A Longchamp también le inquieta que los intermediarios financieros estén en capacidad de crear empresas fantasmas lejos de la mirada de los reguladores suizos, porque a través de las mismas transitan flujos financieros sobre los que se pierde el control.
Pero Didier de Montmollin, quien colabora en la tarea de verificar que unas 1.000 firmas suizas de abogados realmente se autorregulen, opina distinto. A su juicio, el Código Penal suizo elimina toda laguna que consienta el lavado de dinero.
«El que una minoría de bufetes de abogados haya decidido incluir en su oferta de servicios la creación de empresas dentro de Suiza y de carácter extraterritoriales, no es algo ilegal. No creo que la reputación del gremio jurídico helvético esté en riesgo por ello”.
Reglas más rígidas
Transparencia Internacional Suiza confía en que toda la información que salió a la luz pública sobre delitos (de evasión y lavado de dinero) cometidos por los intermediarios financieros suizos ya son cosa del pasado.
«Pero las revelaciones (de los documentos de Panamá) que involucran a abogados en actividades sospechosas nos hacen pensar que en círculos se algunos han relajado sus actividades incluso más que los bancos en el pasado», dice a swissinfo.ch Eric Martin, presidente de Transparencia Internacional.
Reconoce, no obstante, que «la legislación contra el lavado de dinero se ha reforzado en el último par de años» y confía en que las leyes suizas son hoy lo suficientemente rigurosas como para evitar que los intermediarios financieros sigan operando por la puerta trasera actividades ilegales.
Para Martin el lavado de dinero no es un problema privativo de Suiza. Y la única solución real que existe es crear un registro público mundial listado que incluya a todos los propietarios de una empresa y a sus beneficiarios.
Los papeles de Panamá
El Consorcio Internacional de Periodistas de InvestigaciónEnlace externo (ICIJ) publicó el pasado 3 de abril 2,6 terabits de información a la que denominó los ‘Documentos de Panamá’, que contienen una gran cantidad de papeles confidenciales pertenecientes a la firma panameña Mossak Fonseca.
Los documentos revelaron una lista de actividades realizadas por bancos globales y por intermediarios financieros en representación de sus clientes más acaudalados. Los registros incluyen información de los últimos 40 años, sobre 210.000 empresas creadas en 21 paraísos fiscales.
El primer Ministro de Islandia, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, renunció a su cargo empujado por la presión que provocaron los documentos de Panamá.
Como parte de este expediente, diversos abogados suizos están siendo relacionados con fondos inexplicables pertenecientes a amigos o familiares del presidente ruso Vladimir Putin y del ex primer ministro de China, Li Peng.
Gianni Infantino, recién elegido presidente del organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, también ha sido involucrado en estos documentos por la firma dudosa de contratos que realizó cuando era secretario de la UEFA. Resultado de lo anterior, la policía suiza allanó la sede de la UEFA ubicada en Nyon.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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