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No a la riqueza nacional en manos privadas

Plaza Europa de Zúrich
Algunos bienes inmobiliarios de los FFS -como los que aparecen en la imagen, en la Plaza Europa de Zúrich - valen una fortuna. Keystone

Las empresas estatales que venden a particulares sectores enteros de su actividad o parte de sus propiedades han generado polémica. Es una aberración dice Jacqueline Badran a swissinfo.ch. La diputada socialista está a la vanguardia en la lucha contra “la apropiación indebida de los bienes de la nación”.

En una sociedad moderna, todos tenemos necesidad de agua, aire y tierra, pero también de electricidad, educación, servicios sanitarios y postales y transporte. En Suiza, la gestión de esos sectores básicos ha sido confiada a empresas estatales o paraestatales.

Sin embargo, de manera reciente se ha producido una proliferación de casos donde esas empresas han vendido parte de sus actividades o de sus bienes.

El mes pasado, el mayor grupo de servicios energéticos del país, Alpiq, vendió su sector industrial al grupo francés Bouygues Construction por 850 millones de francos. Asimismo, el hecho de que los Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) hubieran vendido en los últimos diez años terrenos por valor de 1 500 millones de francos ocupó los titulares de la prensa. Jacqueline Badran ha declarado la guerra a esas prácticas.

Gráfico de ventas de propiedades nacionales
swissinfo.ch

swissinfo.ch: Acusa usted a esas compañías de gestionar de manera indebida el patrimonio nacional. ¿Cómo llega a esa conclusión?

Jacqueline Badran: Es aberrante que esos bienes pasen cada vez más a manos de particulares que buscan su provecho. Los inmuebles de los FFS son extremadamente rentables. El valor de los terrenos en que se encuentran aumenta un 6% por año. ¿Conoce una acción con tal rendimiento? Esas áreas aportan mucho, ya sea que se construya en ellas o sean alquiladas. Esos activos nacionales no deben terminar en manos de empresas que cotizan en la bolsa. Es por eso que hablo de gestión indebida.

swissinfo.ch: La principal tarea de los FFS es proporcionar servicios de transporte y no gestionar bienes inmuebles. Si ya no necesitan ciertas parcelas para esos transportes, ¿no redunda en interés de la empresa valorizarlas?

J.B.: En ese caso, los FFS deben vender las propiedades al sector público. Después de todo, las han recibido a través del sector público o de expropiaciones a precios ridículos en la mayoría de los casos.

swissinfo.ch: Se espera que el producto de esas ventas no termine en el bolsillo de particulares, sino que sea reinvertido en interés de la empresa.

J.B.: Es legítimo que los FFS subvencionen los ferrocarriles de manera transversal con sus ingresos inmobiliarios. Sin embargo, si los costos de gestión se financian mediante la venta de bienes altamente rentables, se trata de una gestión indebida de los bienes nacionales. Ninguna compañía digna de ese nombre lo haría.

swissinfo.ch: ¿Cuáles son las razones de esas ventas?

J.B.: Al vender una parte de la cartera de bienes raíces, se mejoran los ingresos a corto plazo. Pero a la larga, se desperdician importantes fuentes de ingresos. Es la inversión que más reditúa y que representa menos riesgos. Y de lejos. No podemos privar de ella a la población.

“La población suiza es extremadamente sensible al tema del suelo y eso, desde hace siglos”

swissinfo.ch: Pero el Parlamento quiere empresas rentables.

J.B.: Desafortunadamente, todas las instituciones estatales venden inmuebles y terrenos: la oficina de Correos, las escuelas politécnicas, los cantones e incluso Armasuisse, que gestiona cuarteles muy bien ubicados en el centro de las ciudades. Eso obedece a que el capital local tiene una gran avidez de terrenos y ejerce presión política para que las propiedades sean vendidas a inversionistas privados con fines de lucro y no a las comunas o instituciones de utilidad pública.

Además, la población se ve privada de su control democrático por generaciones.

swissinfo.ch: ¿Qué tiene que ver esto con el control democrático?

J.B.: Mucho. Si el público ya no es dueño del terreno, le resulta más difícil determinar que se hace en él.

swissinfo.ch: Pero existen, por ejemplo, planes de zonificación y reglamentos de construcción …

J.B.: Se puede prescribir la altura y el ancho de las construcciones, pero no lo que se construye.

swissinfo.ch: ¿Sin embargo, los ciudadanos no quieren que el Estado se involucre demasiado?

J.B.: Desde hace siglos, la población suiza es extremadamente sensible al tema del territorio. Ningún otro país en Europa se caracteriza tan claramente por la ausencia de grandes terratenientes. En otros lugares, la tierra pertenecía al emperador, al rey, al príncipe o al duque, pero en Suiza, a confederados [propietarios de tierra asociados en cooperativas]. En la Suiza central [cantones de Uri, Schwyz y Nidwalden] casi la mitad de la tierra pertenece todavía hoy a cooperativas que ya existían en la época de la batalla de Morgarten en 1315.

También en aquella época, la democracia original tomó forma. Si la tierra es de propiedad colectiva, hay que adoptar en conjunto las decisiones que la afectan, y he ahí la estructura fundamental de la democracia.

swissinfo.ch: ¿Está actualmente en peligro?

J.B.: La encontramos todavía en Suiza en muchas leyes. Pero en los últimos veinte años, tristemente, esta sensibilidad ha desaparecido entre la élite política, pero no entre la población. Por ello ganamos con la mayoría de las iniciativas que van en esa dirección.

swissinfo.ch: ¿Por qué su partido no lanza una iniciativa nacional?

J.B.: Lo hicimos. Con el apoyo del Partido Socialista, la Asociación Suiza de Inquilinos lanzó la iniciativa ‘Más vivienda a precios asequibles’, la cual exige que el 10% de los alojamientos nuevos estén en manos de cooperativas.

“La UDC es favorable a la liquidación de nuestra patria”

swissinfo.ch: El Consejo Federal rechazó esa iniciativa. Estimó que fijar una cuota semejante estaría en contradicción con un enfoque liberal de la competencia entre inversionistas y propietarios, según los términos de su mensaje.

J.B.: Yo hubiera preferido una cuota del 100%, pero no es la opinión de la mayoría. Lamentablemente, el Consejo Federal no ve la necesidad de intervenir, aun cuando existe un mandato constitucional en ese sentido. El artículo 108 establece la promoción de viviendas sociales. Pero el lobby inmobiliario ha actuado de forma que la Berna federal no emprenda nada desde hace mucho tiempo. Las cooperativas se estancan en alrededor del 5%.

swissinfo.ch: ¿Por qué no busca el apoyo de la Unión democrática de Centro (UDC/derecha conservadora)? siempre dispuesta a defender los valores típicamente suizos?

J.B.: La UDC hace exactamente lo contrario. Es favorable a la liquidación de nuestra patria e incluso quería revocar la Lex Koller que restringe la adquisición de bienes inmuebles en Suiza por parte de extranjeros.

swissinfo.ch: Probablemente, para aquellos que no tienen posesiones es igual que esos bienes pasen a manos de particulares suizos o extranjeras.

J.B.: No, no es para nada igual y le diré por qué. Las utilidades de los terrenos están relacionadas principalmente con la infraestructura financiada por los contribuyentes. Si el sector público construye una nueva línea de tranvía o una escuela, los precios de los edificios y los alquileres aumentan de inmediato. Entonces, en realidad, el sector inmobiliario es el más subvencionado.

Traducido del francés por Marcela Águila Rubín

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