Por fin: Suiza firma acuerdo fiscal con EEUU
Berna y Washington fuman la pipa de la paz. El Departamento de Justicia de EEUU (DoJ) anunció los detalles del acuerdo que zanjará su disputa fiscal con Suiza. Los bancos helvéticos que consintieron la evasión entre sus clientes estadunidenses quedarán exentos de persecución legal, pero deberán pagar a cambio onerosas multas.
Para Estados Unidos, el acuerdo que firmaron en Washington el jueves (29.08) el embajador de Suiza, Manuel Sager, y el subsecretario estadounidense de Justicia, James Cole, es un paso importante en la lucha contra la evasión fiscal y una herramienta para “reforzar la intensa persecución que existe en contra de quienes intentan escapar a la ley escondiendo sus haberes en otros países”.
Para Suiza, en tanto, el documento respeta el orden jurídico helvético y “es una solución que permite a los bancos regularizar su pasado dentro de un marco legal claramente definido. No hay reglas retroactivas ni implica ningún tipo de legislación realizada con urgencia”, afirmó el Ministerio de Finanzas.
Pero para que el pacto funcione, Berna asume algunos compromisos, como exhortar a sus bancos a acogerse al programa; asegurar una correcta asistencia judicial a EEUU –basada en lo dispuesto en el Convenio para Evitar la Doble Imposición (CDI) vigente con este país- y a atender con celeridad toda demanda de colaboración que reciba de Washington, contratando personal si es preciso para atender convenientemente las solicitudes.
Sin derecho a beneficios
Los bancos suizos que aceptaron fondos no declarados pertenecientes a clientes estadounidenses deben participar en el programa si quieren evitar procesos penales en EEUU.
Pero para separar a aquellos que tienen pendientes con Washington de los que están libres de culpa, los bancos suizos han sido divididos en cuatro categorías por las autoridades norteamericanas.
La primera, claramente identificada, incluye a los establecimientos bancarios que son sujeto de una investigación penal –entre ellos, el Credit Suisse, Julius Bär y los bancos cantonales de Zúrich y Basilea-; estas instituciones ya negocian las multas que deberán pagar y no gozarán de las ventajas que ofrece el acuerdo firmado el jueves.
FEBRERO 2009. El fisco estadounidense (IRS) interpuso una demanda contra el UBS ante el Tribunal Federal de Miami para obligarle a entregar información privada sobre 52.000 cuentas de presuntos evasores. Suiza expresó de inmediato que dicha petición violaba el acuerdo para evitar la doble imposición vigente entre los dos países, e inició un largo proceso de negociación técnica y política entre Washington y Berna.AGOSTO 2009. El llamado “Acuerdo UBS” ve la luz. El banco debe entregar información sobre 4.450 cuentas de estadounidenses sospechosos de incumplimiento fiscal. Y paga una multa de 780 millones de dólares. Pero se presume que más bancos han seguidos las mismas prácticas.
OTOÑO 2011. Suiza y EEUU comenzaron a hablar de un “acuerdo global” para dirimir la disputa fiscal que había algunos años antes.SEPTIEMBRE DEL 2012. Las autoridades fiscales (IRS) estadounidenses ceden el timón del caso al Departamento de Justicia (DoJ) de EEUU, que aumenta la presión sobre los bancos suizos que promovieron la evasión entre contribuyentes de este país.
MAYO 2013. El gobierno suizo propone al Parlamento la aprobación de una ley urgente –diseñada por Washington y conocida como Lex USA– con vigencia de un año y que busca una “amplia cooperación de los bancos” para desvelar evasores y resolver el conflicto fiscal bilateral.
JUNIO 2013. El Parlamento suizo rechaza reiteradamente la Lex Usa.JULIO 2013. Tras el fracaso la Lex USA, el gobierno suizo presenta un Plan B para evitar que la presión de EEUU siga creciendo. Sugiere autorizar “uno a uno” a los bancos que deban transmitir información sensible a EEUU para cazar evasores.
AGOSTO 2013. Washington y Berna llegan a un acuerdo y firman un pacto que permitirá a los bancos suizos -que aceptaron fondos de ciudadanos estadounidenses evasores- regularizar su situación en EEUU a cambio del pago de multas.
Multa a cambio de la paz
El segundo grupo también está perfilado con bastante claridad porque reúne a las instituciones en la categoría de sospechosas de haber violado la legislación estadounidense. Pero es obligación del banco manifestarse al respecto –antes del 31 de diciembre del 2013-, aceptando tácitamente que serán sujetos a una multa.
Concretamente, las instituciones deberán pagar castigos sobre los fondos ilícitos que recibieron; es decir, una multa equivalente a 20% de los fondos de aquellas cuentas que fueron abiertas antes del 1 de agosto del 2008.
Para aquellas cuentas que se abrieron después del 1 de agosto del 2008 y hasta el 28 de febrero del 2009, la pena será de 30%.
En febrero de 2009, el fisco estadounidense (IRS) interpuso una demanda contra el UBS ante el Tribunal Federal de Miami para obligarle a entregar información privada sobre 52.000 cuentas de presuntos evasores.
En el caso de las cuentas abiertas a partir del 28 de febrero de 2009, la multa será de 50%, ya que el Departamento de Justicia de EEUU asume que son fondos opacos que los bancos suizos recibieron con pleno conocimiento de las consecuencias que podrían traerles.
Su obligación de declarar y una serie de multas están previstas para ellos. A cambio, serán eximidos de demandas penales, siempre que estos bancos ofrezcan a la DoJ detalles sobre la forma en la que operaban en EEUU. También deberán proporcionar el nombre y la función que desempeñaba cada empleado bancario que atrajo y asesoró a clientes estadounidenses que eludieron el fisco.
A cambio de la pena financiera, si la justicia de EEUU estima que el banco cumplió con todas sus condiciones, no emprenderá ninguna demanda penal en su contra. En contrapartida, si descubre que recibió formación falsa, incompleta o que induzca a errores de interpretación, iniciará procesos penales.
Los bancos “limpios”
El tercer grupo previsto por el acuerdo corresponde a aquellas instituciones de crédito suizas que no cometieron delito fiscal –promoviendo o recibiendo activos no declarados de clientes estadounidenses.
Y el cuarto grupo contempla a los bancos suizos que operan exclusivamente a nivel local y que por tanto no tienen riesgo de haber aceptado o promovido fondos no declarados de clientes estadounidenses.
Estos bancos recibirán la validación de que están “limpios” ante EEUU, pero deberán solicitarla expresamente entre el 1 de julio y el 31 de octubre del 2014.
¿Qué está por venir?
Sobre el acuerdo, Estados Unidos envió un mensaje para calmar los en el que afirma que la información que ya ha recibido de los bancos suizos con los datos personales de miles de empleados bancarios no implica necesariamente que dichas personas hayan incurrido en un delito.
La Asociación de Banqueros Suizos (SwissBanking) fue la primera en reaccionar al acuerdo. En su opinión, las multas se encuentran “en el nivel más alto legalmente aceptable”, pero reconoce que es la única opción que existe para permitir a los bancos suizos resolver su disputa legal con EEUU en un marco de certidumbre legal.
Los banqueros destacan que cada institución de crédito deberá analizar su situación y tomar decisiones, sobre si se acogerá o no, y a cuál de los grupos bancarios previstos por las autoridades estadounidenses.
Asimismo, espera que la justicia estadounidense se mantenga abierta a “un diálogo constructivo con los bancos para facilitar la instrumentación del programa”.
La controversia legal entre Suiza y EEUU, cabe recordar, suma ya más de cinco años y obligó al gigante del sistema bancario suizo, el UBS, a pagar una multa de 720 millones de francos suizos y a entregar las coordenadas de más de 4.000 clientes bancarios a EEUU. Además, provocó luego el colapso del que fuera el banco privado más antiguo de Suiza, el Wegelin.
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