Voto histórico: Moutier quiere ser parte del Jura
La ciudad suiza de Moutier, hasta ahora parte del cantón de Berna, dijo ‘sí’ este domingo, con 51,7% de votos a favor, a su adhesión al cantón de Jura. Un voto histórico que pone fin al conflicto político-territorial más antiguo de la posguerra Suiza.
Moutier quiere pertenecer al cantón del Jura. Los electores de esta comuna obrera de 7 700 habitantes eligieron el domingo por 2 067 votos a favor (1 930 en contra) abandonar el cantón de Berna para unirse al del Jura. Casi 90% de los electores, cerca de 4 000 personas, participaron en el escrutinio. Más del doble de lo que se observa normalmente durante las votaciones en Suiza.
Este es el momento histórico donde se dan a conocer los resultados del escrutinio:
#MoutierEnlace externo dit oui à 51,7% des voix à son rattachement au canton du Jura #18juinEnlace externo pic.twitter.com/fjO2CHyAI2Enlace externo
— Samuel Jaberg (@samueljaberg) 18 juin 2017Enlace externo
«Uno de los mejores días de mi vida»
Miles de personas a favor del cambio de cantón, reunidas en la Plaza de la Estación Ferroviaria de Moutier, mostraron un gran júbilo al conocer los resultados, proclamados a las 17:20 horas. Entre ellas, el alcalde de la localidad, Marcel Winistoerfer: «Este es uno de los días más felices de mi vida. El suspenso duró, pero estuvo bien evitar toda precipitación en los resultados”, comentó a swissinfo.ch; luego de que se tuviera que verificar cuidadosamente el monto de los votos a favor y en contra, lo que provocó por algunas horas el suspenso sobre los resultados.
Marcel Winistoerfer también expresó su confianza sobre los días a venir tras este voto: «No tenemos miedo a la reacción de los perdedores. Cuando los ánimos se calmen, estoy seguro de que llegaremos a sentarnos a la mesa para encontrar soluciones constructivas.»
Les pro-jurassiens défilent dans les rues de #MoutierEnlace externo pour fêter leur victoire #18juinEnlace externo pic.twitter.com/K0mYJEGpcpEnlace externo
— Samuel Jaberg (@samueljaberg) 18 juin 2017Enlace externo
Aquellos que estaban a favor de permanecer en el cantón de Berna tampoco escondieron su amargura ante el veredicto de las urnas: «Esto es un desastre para la ciudad y para la región. La gente no se da cuenta de lo que les espera. Vamos a perder una gran cantidad de puestos de trabajo. Pero se trata de una elección popular, trataremos de aceptarlo de la mejor manera», comentó a swissinfo.ch Patrick Tobler, presidente de la Unión Democrática de Centro (UDC) en el Jura bernés.
Este domingo, en Moutier, se estaba lejos de la atmósfera tensa que se vivió en el escrutinio del 7 de septiembre de 1975, cuando los electores por tercera vez consecutiva negaron la escisión de Berna, con 54,1% de los votos. Los separatistas afrontaron a los granaderos berneses en uno de los momentos más encendidos de un conflicto que dividió profundamente la región en dos campos entonces irreconciliables.
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Cuando el Jura ardía
Voto, bajo alta vigilancia
Frente a los fantasmas del pasado se implementaron medidas excepcionales para asegurar un escrutinio sin margen de error. El cantón de Berna y el Gobierno Federal buscaron con ello garantizar un escrutinio que no dejara dudas sobre su buen desarrollo. Una de estas fue la decisión de que las papeletas de voto por correspondencia se dirigieran a la Oficina Federal de Justicia (OFJ), en Berna.
Las urnas selladas con los sobres de voto por correo llegaron este domingo de Berna a Moutier, con una escolta policial.
También participaron siete observadores enviados por el Gobierno Federal a la única oficina de voto en Moutier. Además, diez abogados de la OFJ estuvieron presentes como refuerzo para supervisar el conteo de votos y descartar toda sospecha de irregularidades. Nunca antes en la historia de la democracia suiza una votación había sido puesta bajo alta vigilancia.
Début des opérations de dépouillement sous l œil attentif de dix juristes de la Confédération envoyés en renfort #MoutierEnlace externo #DearDemocracyEnlace externo pic.twitter.com/7kr4kuRkgIEnlace externo
— Samuel Jaberg (@samueljaberg) June 18, 2017Enlace externo
Hay que decir que a pesar de su lado un tanto anacrónico, el voto del domingo ha sido un gran desafío: terminar “definitivamente” con el mayor conflicto político-territorial de Suiza después de la Segunda Guerra Mundial.
La escisión no es un hecho
La ciudad de Moutier se encuentra en la frontera entre los cantones de Berna y del Jura (establecido en 1978). La comuna siempre ha desempeñado un papel clave en este conflicto: aunque se mantuvo como parte del cantón de Berna como resultado de algunas decenas de votos a favor de permanecer en Berna en tres plebiscitos realizados en la década de 1970, la ciudad elige desde hace décadas a un alcalde y autoridades mayoritariamente a favor de pertenecer al Jura.
A tal punto que la creación en 1994 de la Asamblea interjurásica, institución de reconciliación entre Berna y Jura, fue calificada con frecuencia como ‘lex Moutier’, ya que parecía tallada a medida para alcanzar el escrutinio que definiera de una vez por todas la inclinación del electorado local.
Otras dos comunas vecinas, Belprahon y Sorvilier, también determinarán este otoño si prefieren o no pasar al Jura.
El cambio de cantón no se realizará antes de 2021 y requiere, primero, del aval en los Legislativos cantonales (Berna y Jura) y de la aceptación en votaciones en los dos cantones, citas que podrían realizarse en el primer trimestre de 2019, según prevé el Gobierno del Jura. Pero si los ciudadanos del cantón de Berna rechazaran el asunto, Moutier (y las otras dos comunas que tal vez se inclinen por pasar al Jura) deberán seguir siendo bernesas.
Sin embargo, si los electores del Jura y de Berna no ponen impedimentos a la escisión, el expediente se transmitirá al Parlamento Federal, encargado de realizar la modificación territorial. La población de toda Suiza no tendría injerencia en el asunto.
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Rostros de la democracia
(Adaptación: Patricia Islas)
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