¿Quién pagará el rescate del euro?
El paquete por valor de 750.000 millones de euros de la zona Euro servirá para ayudar a los países en dificultad a absorber la deuda pública y evitar la bancarrota. El profesor Dirk Niepelt, director del Centro de Estudios Gerzensee, sin embargo, duda de la eficacia de este propósito a largo plazo. Entrevista.
En francos suizos, el paquete equivale a un billón de francos. El plan de rescate aprobado la noche del pasado domingo por los ministros de Finanzas de la eurozona representa una suma gigantesca, si se la compara con la fuerza y los ingresos de los ingresos fiscales de los países concernidos.
swissinfo.ch: ¿Qué opina usted de las medidas adoptadas el pasado fin de semana?
Dirk Niepelt: Lo positivo del paquete es que algunos gobiernos que actualmente se hallan bajo presión han aceptado sumar esfuerzos para estabilizar sus presupuestos fiscales.
Pero las medidas previstas entrañan asimismo problemas considerables a mediano y largo plazo. Y es que las deudas nacionales de algunos Estados serán garantizadas por los contribuyentes de otros países. Y esto podría ir en detrimento de una política fiscal moderada. Además, existe el peligro de que perjudique la credibilidad del Banco Central Europeo (BCE).
Este tipo de intervenciones suelen estar justificadas por razonamientos de corto plazo. El mayor temor actual es que los especuladores pierdan de vista el contexto fundamental y caigan en la exageración.
En tal situación sería muy conveniente establecer una clara indicación. Para conseguir que el efecto deseado sea duradero es necesario que la señal sea digna de fe. La magnitud de las medidas convenidas el fin de semana deja ciertas dudas.
Tampoco debemos olvidar que la hoy combatida debilidad del euro tiene a su vez lados positivos. Sobre todo el sector exportador de los países con problemas en sus balances comerciales podría beneficiarse de un euro débil.
swissinfo.ch: ¿Cuál es el papel de Suiza en esto?
D.N.: Supongo que el Banco Nacional Suizo (BNS) trabaja muy estrechamente con los bancos emisores extranjeros para sofocar cualquier nueva inseguridad que pueda surgir en el mercado interbancario.
swissinfo.ch: El euro subió notablemente el lunes. ¿Persistirá este entusiasmo dentro de una semana?
D.N.: Muchos actores de los mercados financieros están visiblemente contentos tras el prometedor fin de semana. Pero es muy posible que la estabilidad de hoy resulte una victoria pírrica.
Los problemas fundamentales se han resuelto sólo parcialmente en una perspectiva de mediano y largo plazo. Podrían surgir nuevos problemas si se pierde la confianza en el Banco Central Europeo.
swissinfo.ch: ¿Repercutirá el paquete en la inflación?
D.N.: La idea principal de este mecanismo de rescate es que las obligaciones de los Estados implicados sean financiadas con ingresos tributarios y no con sorpresivos recursos inflacionistas. Esos ingresos fiscales deben provenir de los propios países afectados o, en caso de garantía, de terceros países.
No hay un peligro de inflación directo. Esto a condición de que el Banco Central Europeo defienda su autonomía y continúe con su política de estabilidad monetaria.
Claro que si las garantías superan los cientos de miles de millones de euros, es legítimo preguntarse si los países de la zona euro están verdaderamente dispuestos y tienen la capacidad para, llegado el caso, abonar los pagos prometidos a sus vecinos o recurrirán al Banco Central Europeo.
Lo importante es que el BCE señale de modo inequívoco que su tarea esencial es defender el poder adquisitivo del euro y no solucionar los problemas fiscales de cada uno de los países que conforman la eurozona. Asimismo debe explicar que no hay una relación directa entre estos dos ámbitos.
swissinfo.ch: La prensa suiza ha reaccionado con un escepticismo parecido al de la británica: el enemigo está en los países que generan déficit. La prensa de la eurozona, en cambio, apunta con el dedo a los especuladores y las agencias calificadoras. ¿Quién tiene razón?
D.N.: Es probable que la especulación haya acentuado en los últimos días los problemas fundamentales, pero no es la causa principal. Los especuladores absorben en parte valiosas funciones de la economía pública.
En la política europea se dijo oportunamente que los problemas deficitarios de algunos Estados de la zona euro constituían un riesgo directo para la moneda única europea. No tiene que ser así. Por ejemplo, un estado de los Estados Unidos puede caer en bancarrota sin causar efectos directos en el dólar.
En tal situación el BCE pudo haber reaccionado tranquilamente, sin dejarse llevar por la argumentación según la cual debe defender “el destino común de Europa”.
swissinfo.ch: ¿Cree que esta crisis incrementará el euroescepticismo en Suiza?
D.N.: No me sorprendería.
swissinfo.ch: Dada la magnitud de los déficits públicos, ¿los países europeos podrían relativizar sus ataques contra la plaza financiera suiza y la evasión fiscal?
D.N.: A corto plazo disminuirá seguramente la atención puesta en el debate sobre la plaza financiera suiza y la evasión fiscal. Pero en muchos países los problemas fiscales siguen pendientes de solución. Por ende, el asunto de la financiación de las tareas del Estado seguirá siendo tema de discusión.
Alexander Künzle, swissinfo.ch
(Traducción: Juan Espinoza)
Dirk Niepelt es director del Centro de Estudios Gerzensee, profesor en la Universidad de Berna y profesor invitado en el ‘Institute for International Economic Studies“ (IIES) de la Universidad de Estocolmo.
Nippelt obtuvo su doctorado en Economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston y en la Universidad de San Gall.
Cinco bancos centrales, entre ellos el Banco Nacional Suizo (BNS), han lanzado un acción concertada para estabilizar la eurozona.
Los bancos emisores reactivan temporalmente los mecanismos de cambios (swap) de divisas para la liquidez del dólar estadounidense.
Con estas transacciones de divisas se proponen abastecer a los mercados de suficiente cantidad de dólares.
Se trata de los bancos emisores de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, el Banco Central Europeo y el BNS.
Objetivo de estas facilidades: mejorar la situación de liquidez en los mercados donde se maneja el dólar e impedir que las tensiones se contagien a otros centros financieros (plaza financiera suiza) y otros mercados.
También el banco emisor de Japón inyecta decenas de miles de millones de euros en el sistema financiero para calmar los mercados.
La crisis del endeudamiento obliga a que también los guardianes monetarios den pasos inusuales.
A pesar de haber sostenido lo contrario, el Banco Central Europeo (BCE) aceptará como garantía los préstamos públicos basura griegos (deudas obligatorias con mala solvencia).
Además de las deudas contraídas por los griegos, el BCE comprará incluso las de otros euro-países altamente endeudados o las de acreedores privados en estos países.
De esta manera cae otro tabú en materia de política monetaria.
Su conducta se parece ahora a la del Banco emisor de Estados Unidos tras la bancarrota del Lehmann Brothers.
Para mantener la fluidez monetaria, los bancos ya pueden prestarse del BCE la cantidad de dinero que quieran para este semestre, a un interés promedio de refinanciamiento corriente.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.