¿Quién quiere ser banquero en Suiza?
Los bancos recortan empleos y redefinen los perfiles profesionales que buscan. Crece la presión sobre las plantillas actuales. ¿Quién quiere trabajar en un sector cuya reputación está deteriorada y en el que reina la incertidumbre laboral?
El año pasado el UBS y el Credit Suisse recortaron conjuntamente 7.000 puestos en el mundo, de los cuales 1.500 en Suiza.
Recientemente, el consejero delegado del UBS, Sergio Ermotti, expresó en una entrevista su temor de que estuviera en camino una nueva oleada de recortes en la banca helvética que afectaría 20.000 plazas en los años por venir. Esto es, una quinta parte de la plantilla actual.
“Temo que haya más anuncios de recortes de empleo este año. Existe una inquietante tendencia en los bancos a subcontratar servicios con empresas externas, mientras se preparan para aplicar regulaciones cada más estrictas que los afectarán”, señala a swissinfo.ch Denise Chervet, secretaria general de la Asociación Suiza de Empleados Bancarios (ASEB).
Pese a las reducciones de personal, el sector sigue publicando ofertas de empleo, especialmente en pequeñas y medianas empresas (PYME), según la firma especializada en contrataciones financieras, Robert Walters.
Muchos bancos han estrechado sensiblemente su búsqueda de elementos experimentados, confirma a swissinfo.ch el consultor Benjamin Menai. “Quieren contratar a gente que ofrezca resultados desde el primer día”.
Menos elección
Quienes buscan trabajo deben ser conscientes de las disciplinas más solicitadas en el presente. Los profesionales vinculados al ámbito legal y a las áreas de cumplimiento tienen mayor demanda, porque los bancos quieren mantenerse a la vanguardia en la aplicación de los cambios regulatorios.
Pero algunas entidades aún contratan a gerentes de relaciones, administradores de portafolios o expertos en estrategias, porque son elementos capaces de atraer nuevos activos, advierte Menai.
Denise Chervet considera que los banqueros bien preparados, experimentados y multilingües aún pueden encontrar trabajo en la banca. “La diferencia con respecto al pasado es que ahora, aunque encuentren un empleo, no saben cuánto tiempo podrán conservarlo”, añade.
Han quedado atrás los tiempos en los que un empleado bancario cambiaba de empleo dentro del sector financiero buscando sumar algunos miles de francos más en su salario, asegura Menai.
“Los candidatos ponen también cada vez más atención a la marca para la que están dispuestos a trabajar, a la misión que tendrán a cargo y al ambiente laboral”, sostiene.
Números estables
Philipp Zogg, de 28 años, se sumó el año pasado al Programa de Formación de Postgrado (GTP) del UBS, en medio de un recorte de personal provocado por los negativos resultados financieros del grupo y en plenas reformas regulatorias que han obligado a los bancos a reducir sus costos.
Antes de decidir ser banquero, Zogg consideró carreras alternativas como los servicios de consultoría o un empleo en el sector público. Es una de las 1.100 personas (200 de ellas en Suiza) que forman parte del GTP, lo que equivale prácticamente al mismo número registrado en los años previos a la crisis.
“Al evaluar las diferentes oportunidades que tenía, consideré la situación negativa de los bancos, pero no fue un criterio decisivo para mí. Ha habido mucha mala prensa, pero los bancos siguen siendo una parte esencial de la economía suiza”, explica Zoog a swissinfo.ch
Contra todo pronóstico, el número de empleados en la banca helvética se redujo menos del 2% durante los dos primeros años de la crisis, según el Banco Nacional Suizo (BNS). El banco central confirma además que en 2010 la plantilla total contaba incluso 4.000 banqueros más que en 2006. Pero las cifras del BNS no incluyen los recortes de empleo en 2011.
Los pequeños bancos cantonales y privados, las entidades de origen extranjero y estructuras cooperativas como Raiffeisen, han contratado personal durante los últimos años, por oposición a los dos grandes bancos del país.
‘Boom’ y bancarrota
Parte de estas contrataciones se debió a que los clientes desplazaron sus activos de los bancos grandes a otros más locales y menos prominentes. Otro factor positivo ha sido la robusta salud del sector inmobiliario suizo. Durante los últimos años, mucha gente se convenció de que es mejor invertir en los ladrillos y el mortero, creando con ello un boom de los créditos hipotecarios.
Pero los buenos tiempos de estos bancos quizás no se prolonguen mucho más. La cruzada internacional contra la evasión fiscal ya apunta también a los bancos pequeños desde que Estados Unidos lanzara una acusación formal contra el banco privado Wegelin que le llevó a una crisis.
Adicionalmente, el auge del sector inmobiliario trae consigo los temores de una posible burbuja de precios en algunas ciudades clave que, de estallar, derivaría en un desastre del sector a escala nacional.
“El boom de los créditos hipotecarios ha alcanzado su pináculo y las tasas de interés no pueden permanecer así de bajas mucho tiempo más”, señala a swissinfo.ch Denise Chervet.
Philipp Zoog se muestra impertérrito frente a las arenas movedizas de la banca. Su filosófica respuesta es que su entrenamiento en el UBS le proporcionará al menos habilidades que son fundamentales en esta profesión y dejará un registro positivo en su curriculum vitae.
“¿En 10 años seguiré en la banca, seré consultor o estaré desarrollando mi propio negocio? No lo sé, pero es importante tener bases sólidas e ir haciendo las cosas paso a paso”, sostiene. “En el entorno actual debes ser más flexible porque no sabes lo que la vida te depara ni dónde terminarás”.
El sector bancario suizo no ha sido el único que ha experimentado una pérdida masiva de empleos desde que estalló la crisis financiera en 2008.
Según la agencia Bloomberg, el sector financiero internacional perdió alrededor de 200.000 plazas el año pasado.
En agosto de 2011, el HSBC anunció que podía recortar alrededor de 30.000 puestos. Lloyds está en proceso de reducir alrededor de 15.000 plazas. Barclays y el Royal Bank de Escocia eliminarán 3.000 y 3.500, respectivamente.
En 2011, el banco holandés ABM Ambro anunció la supresión de 2.350 empleos.
En Estados Unidos, el Bank of America puso en marcha un programa de recorte de gastos que significa eliminar 30.000 empleos; en mayo pasado anunció que prevé suprimir 2.000 adicionales.
Citigroup afirmó en diciembre que podría eliminar 4.500 empleos; Goldman Sachs planea una reducción de 1.000 puestos y Morgan Stanley estima que su plantilla se reducirá en 1.600 elementos.
La plantilla total de empleados del sistema bancario helvético se mantuvo estable entre 2006 y 2010, pese a la crisis financiera, según las cifras del Banco Nacional Suiza (BNS).
2006: 104.245
2007: 108.820
2008: 110.122
2009: 107.546
2010: 108.000
(Traducción: Andrea Ornelas)
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