Los desafíos climáticos de un pueblo alpino
Guttannen es un pueblito de aspecto bucólico en los Alpes suizos. Un idilio perturbado sin embargo por la inestabilidad de la montaña y el riesgo frecuente de desastres naturales. ¿Cómo podemos protegernos de las amenazas del cambio climático?
Casas tradicionales de madera con geranios en las ventanas, una fuente de agua fresca de manantial, vacas en los prados y un río que baja directamente de los Alpes berneses. GuttannenEnlace externo, a orillas de la carretera que conduce al paso de Grimsel, es un típico pueblo de montaña de postal.
«Es un pueblo de ensueño», dice Jörg Häberle, geólogo de la oficina forestal del cantón de Berna. Un sueño que de repente puede convertirse en una pesadilla. «El peligro viene de allá arriba», nos dice, señalando los picos de las montañas de más de 3 000 metros de altura al lado del pueblo.
En Guttannen, los peligros llegan de arriba
«¡Nunca he visto algo así!»
Jörg Häberle, experto en riesgos naturales, recuerda los desastres en la zona. En particular, la terrible avalancha de 1999 y la lava torrencial Enlace externo
de agosto de 2005. Después de días y días de fuertes lluvias, se desgajaron 500 000 metros cúbicos de roca de la montaña que, al llegar al valle, cubrieron la carretera cantonal y el lecho del río, cambiando su curso.
«Todos estábamos convencidos de que el río Aar seguía fluyendo normalmente, pero de pronto nos encontramos con un nuevo cauce a través de la aldea», recuerda Daniel Burki, que vive en Guttannen y es responsable de la asociación local dedicada a la prevención de inundaciones.
Encuentre aquíEnlace externo las impresionantes imágenes de esos momentos. Los cerca de 300 habitantes del poblado vieron incrédulos las terribles escenas, recuerda Burki: «¡Nunca nadie había visto algo así! Ni siquiera los ancianos habían experimentado algo así”.
Cuando la montaña se deshace
En esta región alpina, las avalanchas han sido desde siempre uno de los riesgos naturales principales. En las últimas décadas, sin embargo, no ha aumentado el riesgo de aludes debido al cambio climático, advierte Jörg Häberle. Pero, por otro lado, la situación ha cambiado durante la estación estival, cada vez más propensa a los desastres naturales. Los deslizamientos de tierra y las inundaciones son ahora fenómenos recurrentes cuya frecuencia y dimensiones probablemente aumentarán con el calentamiento del planeta. «El permafrost, es decir, la capa del suelo hasta ahora permanentemente congelada, se está derritiendo. De este modo, la roca se vuelve inestable y se desploma en el valle», explica el geólogo.
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El problema es que estos eventos son impredecibles», dice Häberle. «A veces hay fuertes precipitaciones, pero no pasa nada. Otras veces ocurren deslizamientos de tierra a pesar de que no ha llovido en semanas. El siguiente cortometraje, rodado en la Cordillera de los Andes, ilustra perfectamente cómo la montaña es capaz de volverse salvaje en cualquier momento, incluso cuando las condiciones meteorológicas son ideales.
Ríos de piedras y escombros
En 2009, 2010 y 2011, los habitantes de Boden, cerca de Guttannen, también fueron sorprendidos por un flujo de escombros. La masa de rocas, grava, nieve y agua que descendió del pico RitzlihornEnlace externo en agosto de 2010, hizo que el torrente Spreitgraben se agrandara volcando dos edificios y dañando un túnel carretero. «Cuando uno observa cómo rocas de 600 o 700 toneladas son transportadas en ese torrente como si no pesaran nada, uno se da cuenta del poder de la naturaleza», observa Daniel Bürki.
Afortunadamente, no hubo víctimas. La infraestructura para la generación de energía hidroeléctrica, una de las principales actividades económicas de la región, y el gasoducto internacional que pasa cerca de la aldea tampoco se vieron afectados.
Pero el carácter excepcional de un evento de esta magnitud alarmó a la población y a los responsables de la prevención de desastres naturales. ¿Cómo protegerse? ¿Con la construcción de diques o simplemente era necesario abandonar para siempre el área de riesgo?
Riesgos y escenarios futuros
“La respuesta, por supuesto, no es inmediata. Y no debe ser así», dice Jörg Häberle. «Enfrentados a acontecimientos de este tipo, tendemos a querer reaccionar de inmediato. Sin embargo, una consideración cuidadosa es fundamental para evitar tomar decisiones precipitadas que puedan resultar innecesarias, como mover parte de la aldea o la carretera.
La estrategia de la municipalidad de Guttannen (que se interesó por el tema de la adaptación al cambio climático como parte de un proyecto pilotoEnlace externo de la Confederación) es registrar todos los eventos, elaborar un mapa de amenazas y realizar una evaluación de riesgos, explica el especialista en amenazas naturales. «Sobre la base de estos datos, decidimos si adoptamos medidas de protección como diques o refugios. Con estos datos desarrollamos escenarios futuros, más o menos pesimistas. La vigilancia constante del territorio nos permite saber hacia qué escenario nos dirigimos».
Soupir de soulagement
Suspiro de alivio
Siete años después del último gran flujo de lava torrencial en Spreitgraben, la situación parece estar bajo control. «Estamos muy lejos de esos escenarios, y hoy podemos decir con cierto alivio que no ha pasado nada», dice Jörg Häberle. Como resultado, el plan de reubicar algunas casas fue abandonado. Sin embargo, las autoridades de seguridad no han relajado su vigilancia, también porque el Ritzlihorn es solo uno de los 32 lugares del cantón de Berna donde todavía hay riesgo de desprendimiento de rocas, según un estudio. «No sabemos qué nos deparará el futuro. Lo importante es estar preparados para intervenir», advierte Häberle.
Una intervención que también se basa en un sistema de alerta eficaz, añade el experto, que nos acompaña en la ladera de la montaña. Al llegar al borde del corredor creado por el torrente en Spreitgraben, nos sorprende el hecho de que al final, los dispositivos de advertencia son a veces bastante simples.
Una piedra y una cámara
Unida a un cable que conecta las dos orillas del torrente, una piedra está suspendida a unas decenas de centímetros de la superficie del agua. En el caso de un movimiento de escombros e hinchazón del agua, la oscilación de la piedra activa una primera señal de alarma. Un poco más abajo, un radar y una cámara pueden confirmar, o no, esta alerta. Las imágenes se envían directamente a los teléfonos móviles de Daniel Bürki y de los demás observadores. «Otros países con características similares a las de las regiones montañosas suizas, como Perú o Nepal, se han interesado por este sistema de alerta», dice Bürki.
Si se confirma la alerta, se activa el plan de emergencia. Los semáforos de la carretera cantonal se ponen en rojo, para evitar el acceso a la zona de riesgo. Un plan de evacuación y simulacros regulares conducidos por los bomberos contribuyen a la seguridad de los residentes.
La responsabilidad recae en los municipios
Jörg Häberle nos recuerda que en Suiza la responsabilidad de proteger a la población es de los municipios. Según las estimaciones del geólogo, los costes de una estrategia de prevención en un municipio de montaña (elaboración de un mapa de las amenazas naturales y evaluación de los riesgos) se sitúan entre 100 000 y 270 000 francos suizos. A esto se suman los gastos del sistema de vigilancia y alerta (entre 30.000 y 80.000 francos anuales) y los varios cientos de miles de francos que pueden significar las posibles medidas de protección a establecer en caso de intervención.
La suerte de Guttannen
Para los especialistas, toda estrategia de adaptación al cambio climático debe desarrollarse a partir de una consideración fundamental: «No podemos luchar contra la naturaleza. Tenemos que darle espacio y adaptarnos», subraya Jörg Häberle. La gente de Guttannen ahora se siente segura», dice, por su parte, Daniel Bürki. «Podemos considerarnos afortunados: somos una pequeña comunidad alpina, pero podemos contar con una densa red de personas que cuidan de nuestro pueblo.”
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¿Cómo está cambiando el clima en Suiza?
Desde que se iniciaron las mediciones en 1864, la temperatura media en Suiza ha aumentado en 2°C, más del doble de la media mundial (0,9°C). En este país alpino, los efectos del calentamiento global se manifiestan de las siguientes maneras: derretimiento de los glaciares (que corren el riesgo de desaparecer a finales de siglo), fundición del permafrost (con la consiguiente desestabilización de las laderas de las montañas), aumento de la altitud de las áreas nevadas (que repercutirá en las actividades invernales y en las estaciones de esquí), aumento de la intensidad y frecuencia de las precipitaciones en invierno (mayor riesgo de inundaciones), y olas de calor en verano (con un impacto en la salud y la biodiversidad). En 2012, el Gobierno Federal adoptó una Estrategia de Adaptación al Cambio Climático. También ha puesto en marcha un programa pilotoEnlace externo de adaptación al cambio climático, en el que participan varios municipios de todo el país, entre ellos Guttannen.
(Traducción:Patricia Islas)
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