Salvar solo a bancos y acreedores es insostenible
Los altos índices de desempleo en algunos países europeos conlleva el riesgo de que toda una generación permanezca sin empleo. En el marco del Foro Abierto de Davos, se debatieron vías para salir de la crisis, cuyas causas el experto en Ética Económica, Peter Ulrich, atribuye a la política neoliberal de Alemania.
“Existe una discrepancia entre las capacidades competentes que producen los sistemas educativos y las exigencias del sector económico. La industria busca gente bien formada. Cabe preguntarse si no le correspondería también formarla”, señala Guy Ryder, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pero la educación requiere inversión. En el marco de sus planes de recortes, España y Grecia han reducido, sobre todo, los presupuestos destinados a la Educación. El sector económico se remite a creciente competitividad internacional que abarata los precios. Las empresas en crisis no forman empleados, sino que recortan personal para minimizar los gastos. “No hay nada más caro que una generación de jóvenes parados de larga duración”, advierte Ryder.
Pese a una ligera mejora de la coyuntura global, el desempleo seguirá creciendo a escala mundial, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra.
En 2013 el paro aumentará previsiblemente de 5,1 millones a más de 202 millones de personas, afirma la OIT en un informe.
En el próximo quinquenio, la proporción superará los 210 millones. Ni siquiera un ligero crecimiento de la economía será suficiente para mejorar la situación.
Más de 28 millones personas en el mundo han perdido su empleo desde que estalló la crisis financiera en 2008. Y cerca de 39 millones han dejado de buscar trabajo desanimados por la falta de perspectivas.
La crisis económica afecta sobre todo a la población joven. Cerca de 74 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años en el mundo no tienen ni formación ni trabajo.
La recesión ha disparado el desempleo juvenil en varios países de la zona euro, hasta alcanzar niveles preocupantes. En España y Grecia supera el 50%; en la zona euro se sitúa por encima del 22%.
Suecia no es un ejemplo
Más del 50% de los jóvenes españoles y griegos, de entre 15 y 24 años, casi el doble de la media en el resto de la zona euro (22%), representa un enorme desafío para la clase política y la iniciativa privada. “Si la gente no cumple los requisitos de formación y habilidades, hay que invertir en formación. Y esto se aplica tanto a las empresas como a los gobiernos.”
Suecia es un “país rico, pero fuertemente endeudado”, reconoce el primer ministro Fredrik Reinfeldt: “Queremos mejorar las opciones de formación, pero no es tan fácil como pulsar un botón y funciona”.
Hoy, los suecos disponen de una formación mejor que nunca, “sin embargo, su situación es peor que antes”, agrega Reinfeldt, en alusión al paro juvenil que supera el 22%. “Se han producido cambios estructurales”.
“Llegan los españoles y los griegos”
El primer ministro sueco se refiere a la revolución tecnológica y a las nuevas exigencias en cuanto al grado y el tipo de formación. Los grandes grupos suecos han menguado. Son las pequeñas y jóvenes empresas las que generan empleo, pero que “tienen menos posibilidades de formar a gente”.
“Llegan los españoles y los griegos”: Es el titular que el primer ministro sueco leyó unas horas antes en el aeropuerto de Estocolmo. De hecho, reconoce que muchos españoles y griegos encuentran actualmente trabajo en Suecia. “Y los acogemos con los brazos abiertos. Ahora tenemos que arrimar el hombro. La movilidad es hoy mucho mayor”.
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Davos bajo asedio
Problema de distribución
En el debate celebrado en el marco del Open Forum de la 43ª edición del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, nadie formuló la siguiente pregunta: ¿Países en crisis como España y Grecia van a ser capaces de sanear sus finanzas públicas e invertir, simultáneamente, para impulsar el crecimiento económico y mejorar la educación?
“Necesitamos reformas sociales”, señala swissinfo.ch el experto en Ética Económica, Peter Ulrich. “Los problemas político-económicos requieren soluciones político-económicas. Solemos limitarnos a combatir los problemas, en lugar de detectar las causas”.
Y no es que “en Europa escasee el dinero”, sino que “los ingresos se distribuyen en beneficio de unos cuantos empleos que están bien remunerados y que cada vez escasean más”.
Sueldos bajos, muchsa exportaciones
Una de las “causas fundamentales” de la crisis que atraviesan los países del sur de Europa reside en la “política económica neoliberal” que defiende Alemania desde hace años. Los sueldos germanos son “increíblemente bajos” comparados con la productividad económica del país. Además, Alemania se ha beneficiado de la depreciación del euro.
A ello se suma que el superávit comercial Alemania no respeta las normas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “un factor en el que apenas se repara. La OCDE dispone de estándares no solo en materia de endeudamiento. El superávit comercial no puede superar un determinado nivel y Alemania lo ha superado”.
Por esa razón el país tiene que subir “a corto plazo los salarios, fomentar más la economía interior y reorientar paulatinamente el comercio exterior hacia el consumo interno”.
Dinero barato para los acreedores
El dinero barato con el que el Banco Central Europeo (BCE) ha “inundado de los mercados financieros” beneficia “sobre todo a los bancos”. Los créditos para Grecia se ingresan automáticamente en cuentas bloqueadas, de manera que sirven exclusivamente de garantía para los acreedores. El efecto para la economía real es igual a cero, cuando lo que hay que hacer es invertir en la economía real”.
Con un poco más de medios y a una política de exportación menos ofensiva por parte de Alemania, “los países europeos meridionales tendrían al menos la oportunidad de volver a posicionar sus productos en el mercado comunitario”, sostiene Peter Ulrich.
(Traducción: Belén Couceiro)
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