Suiza decide sobre donación de órganos, vigilancia fronteriza y filmes

© Keystone / Michael Buholzer

La modificación de la ley de trasplantes y la financiación de Frontex podrían tener el visto bueno de la ciudadanía, pero el suspenso de las votaciones federales del domingo se centra en la ley de cine.

Cualquiera que sea el resultado de la votación, los jóvenes de los partidos de derecha habrán logrado engendrar un debate gracias a su referéndum contra la nueva ley de cine.

La obligación de las plataformas de visualización en línea de invertir en producciones suizas ha sido más controvertida que los otros dos temas que se deciden en las votaciones de este domingo.

Los ciudadanos votan una enmienda a la ley de cine, también conocida como «Lex Netflix». El proyecto en concreto busca obligar a las plataformas de streaming a financiar la creación de películas y series suizas con hasta el 4% de su facturación en el país. Se espera que la medida proporcione 18 millones de francos suizos adicionales anuales a la creación de películas locales, según estimaciones federales. Casi la mitad de los países europeos ya han introducido un bono similar con tasas que van desde el 1% en Portugal hasta el 26% en Francia. 

La nueva ley también establece que los servicios de transmisión deben difundir al menos el 30% del contenido producido en Suiza o Europa. Una obligación ya vigente dentro de la Unión Europea (UE).

El comité que impulsó el referéndum, que reúne a jóvenes de los principales partidos de derecha, no vio el proyecto gubernamental con buenos ojos. Considera que la producción audiovisual suiza ya está suficientemente subvencionada y que no necesita apoyo adicional de empresas privadas. Están convencidos de que las inversiones impuestas en las plataformas de streaming son un ataque a la libertad económica y temen un aumento de los precios de suscripción.

Por el contrario, los partidarios de la ley esperan que con este impulso ciertas producciones suizas se puedan hacer un lugar en la escena internacional. También se trata de una cuestión de igualdad de trato, ya que los organismos de radiodifusión de los programas de televisión nacionales o los destinados a las regiones lingüísticas ya están sujetos a la obligación de invertir.

De consentimiento expreso a presunto

También se decide sobre otro cambio legislativo este domingo, que se refiere a la ley sobre trasplantes. Las autoridades prevén instaurar el consentimiento presunto para la donación de órganos, en lugar del consentimiento explicito, actualmente vigente. Por lo tanto, cualquier persona que en vida no haya expresado su negativa a donar sus órganos tras su muerte, se considerará un donante.  Actualmente, una persona debe dar su consentimiento durante su vida para que sus órganos puedan ser extirpados en caso de muerte.

Sin embargo, un comité multipartidista reunió las firmas necesarias para lanzar un referéndum contra el plan de las autoridades. Cree que el silencio no puede interpretarse como consentimiento. Los miembros del comité temen que la enmienda de la Ley de Trasplantes pueda conducir a la extracción de órganos de personas que no estaban a favor de ella.

Por su parte, el campo del sí dice que este cambio es esencial para aumentar la tasa de donación de órganos, que es más baja en Suiza que en muchos otros países europeos. Además, el consentimiento presunto, argumentan, ayudaría a las familias a tomar una decisión que respete los deseos del fallecido.

Las preferencias de voto apuntaban al respaldo de la nueva ley.

Financiación de Frontex

A pesar de los escándalos que empañan la reputación de la organización, los suizos deberían votar a favor de la financiación de la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), según pronostican las encuestas.

Actualmente se llevan a cabo varias investigaciones contra Frontex por poner en peligro a los inmigrantes y participar en operaciones de retorno a sus sitios de origen. Estos casos obligaron al jefe de la agencia a anunciar su renuncia a finales de abril.

En este contexto, los suizos votan sobre la participación de Suiza en la ampliación de la agencia responsable del control de las fronteras exteriores de Europa. La Unión Europea decidió esta ampliación tras la crisis migratoria de 2015, que puso de manifiesto la falta de recursos y personal necesario en la Agencia. 

Suiza contribuye a la financiación en proporción a su producto interior bruto (PIB). Su contribución fue de 24 millones de francos en 2021, y se elevará a 61 millones de francos en 2027, según los cálculos de la ConfederaciónEnlace externo.

Se presentó un referéndum contra el proyecto por parte de un grupo de ONG, apoyadas por partidos de izquierda. El comité del referéndum acusa al personal de Frontex de aplicar una política de asilo basada en el aislamiento y la violencia.  En su opinión, también es impensable pagar más dinero a una autoridad acusada de grandes disfunciones y violaciones de derechos humanos.

Por su parte, los partidarios argumentan que aumentar los recursos asignados a Frontex mejoraría la seguridad de las fronteras exteriores de Europa, pero también proporcionaría soluciones a los problemas relativos al respeto de los derechos fundamentales de los migrantes. El campo del sí también teme que Suiza sea excluida del Espacio Schengen si el proyecto es rechazado en las urnas.

(Adaptación al español: Patricia Islas)

Adaptación por Patricia Islas