Suiza, en deuda laboral con sus extranjeros
La ONU levanta la voz con respecto a la inequidad que existe en materia laboral en Suiza. La tasa de desempleo es tres veces superior entre la colonia extranjera que entre la población nacional.
El Ministerio helvético de Economía defiende su posición y afirma que hay avances sustanciales. Las ONG denuncian la falta de compromiso de los cantones.
Por segunda vez en doce años, Suiza rindió cuentas ante el Comité de la ONU sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CODESC) y la evaluación preliminar que obtuvo de regreso fue implacable: los esfuerzos para reducir la discriminación son insuficientes.
Hay una inequidad significativa entre las condiciones de hombres y mujeres; y también entre las que prevalecen entre suizos y extranjeros. Las ONG comparten la visión.
Consultada al respecto, la Oficina Federal de Estadística (OFE) confirma las disparidades. En septiembre de 2010, la tasa de desempleo suiza promedió un 3,5% a escala nacional.
Sin embargo, cuando se observa en detalle las inequidades se dibujan claramente. Mientras el paro es del 3,8% entre la población femenina, entre la masculina es de solo el 3,3%.
Más aún, mientras la tasa de desempleo que afecta a la población suiza se sitúa en el 2,6%, la que prima entre extranjeros alcanza el 6,6%.
Seco: sí hay logros
Antes de emitir cualquier fallo, el OCDESC recibió un informe sobre Suiza elaborado por el gobierno.
Jean-Jacques Elmiger, jefe de Asuntos Internacionales del Trabajo de la Secretaría de Estado de Economía (Seco), fue el responsable de acudir a Ginebra (08.11) a presentar el trabajo sobre los avances sociales, laborales y económicos del país.
En dicho documento destacó: “La Ley Federal del Trabajo (helvética) ha sido ajustada durante la última década para responder a las necesidades de la economía y, sobre todo, para proteger a la totalidad de los trabajadores del país”.
Citó que la ratificación del Protocolo facultativo sobre la convención para la eliminación de toda forma de discriminación hacia las mujeres ha sido un paso adelante en materia de oportunidades para los dos sexos en Suiza.
Pero tuvo que aceptar que subsisten numerosos “temas sensibles”. Los más importantes: la disparidad hombres-mujeres y nacionales-extranjeros.
Destacó también que fue solamente cuando la Unión Sindical Suiza (USS) interpuso un proceso ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que Suiza se introdujo de lleno a la revisión del Código de Obligaciones –Código de Comercio- para frenar los despidos injustos o abusivos en el sector productivo.
Deficiencias cantonales
El Comité de la ONU sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales debe entregar recomendaciones a Suiza a finales de este mes, y dio un avance sobre su visión.
A título institucional, lamentó que Suiza no haya reconocido aún el ‘Protocolo facultativo sobre el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales’.
Un documento que establece mecanismos formales para denunciar las discriminaciones laborales.
Por otra parte, el OCDESC refirió que Suiza no ha entregado ningún anexo que permita probar, cuantitativamente, su evolución durante los últimos 10 años en los temas en los que afirma haber avanzado.
Y otorgó especial importancia a la falta de políticas cantonales encaminadas a mejorar los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y los extranjeros.
En la actualidad, continuó el Comité, la integración de jóvenes de medios desfavorecidos al sistema escolar y a la formación profesional, especialmente si son hijos de inmigrantes, presenta grandes deficiencias en todo el país.
Suiza sabe que éste es un tema pendiente en su agenda nacional, ya que según cifras de la Oficina Federal de Estadística, cerca del 22% de su población –1,6 millones de personas- son inmigrantes.
Un dato que solo supera Luxemburgo, con una población extranjera del 39%.
Las ONG opinan
ONG como Alliance Sud, Caritas Suiza, Avenir Social o Child Rights Network Switzerland avalan la visión del organismo especializado de la ONU y piden que sus recomendaciones formales exijan un mayor compromiso para con los extranjeros.
Al fijar una posición común con respecto a este tema, afirmaron que “en Suiza sólo existe una legislación explícita contra la discriminación en términos de género y con respecto a las personas con capacidades especiales; pero llamamos al gobierno a extender las leyes antidiscriminatorias a otros ámbitos”.
Persisten, no obstante, importantes problemas de ‘dumping salarial’, sobre todo en las fronteras helvéticas. Esto es, en sectores como el trabajo doméstico, la industria química, la relojería o la salud, los sueldos que reciben los inmigrantes llegados recientemente son claramente inferiores que aquellos que devengan sus homólogos nacionales.
“Penas criminales, y no sólo sanciones civiles, tendrían que ser aplicadas contra quien aplica este tipo de políticas”.
Y las ONG hacen especial énfasis en la necesidad de que el sistema de salud suizo garantice la atención también a personas extranjeras indocumentadas, una obligación que se deriva del Artículo 12 de la Constitución helvética y que no siempre es respetado.
Un debate que sigue abierto hasta que el CODESC emita su fallo final. Y Suiza tome en sus manos la deuda laboral que tiene con los extranjeros, sin los cuales su economía perdería tono y ritmo.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
El Comité de la ONU para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales es un órgano compuesto por expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales.
Algunos de los expertos internacionales que integran dicho comité son Mohamed Ezzeldin Abdel-Moneim; Clement Atagana; Rocío Barahona Riera; Virgina Bonan-Dandan; Jun Cong y Eibe Riedel.
Para su evaluación sobre Suiza, el Comité de la ONU para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales tomará como base un informe preparado por el gobierno con información hasta 2008. El citado comité presentará sus recomendaciones a Suiza a mediados de noviembre de 2010, y Seco será la encargada de retransmitirlas.
Suiza asumió en 1992 el compromiso ante la ONU de trabajar de forma permanente en la eliminación de todo tipo de discriminación ligada al trabajo, los derechos sindicales, la familia y/o la educación.
Pese a los esfuerzos que Suiza afirma realizar contra la discriminación, el 8,8% de su población vive en pobreza. Y en 8 de cada 10 casos se trata de extranjeros.
Con respecto a los llamados ‘working poor’, o trabajadores que pese a estar activos en el mercado laboral no consiguen cubrir sus necesidades básicas, se trata del 3,8% de la población activa. Dos tercios, son extranjeros.
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