Suiza, líder de la competitividad mundial
En 2006 dejó atrás a Estados Unidos, Finlandia, y Dinamarca para convertirse en el país más propicio y atractivo para los negocios.
El Reporte sobre la Competitividad Global elaborado por el WEF alaba su infraestructura e inversión científica; pero aún le reprocha su política agrícola y sus barreras comerciales.
En un giro intempestivo, Suiza dejó atrás a Dinamarca, Finlandia y Estados Unidos para convertirse, por primera vez en su historia, en la economía más competitiva del mundo en este 2006, según los criterios del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
Como cada septiembre desde hace más de 25 años, el organismo de origen académico-empresarial basado en Ginebra, publicó este martes su Reporte de la Competitividad Global (RCG).
Y en la edición 2006-2007 el WEF refiere que las cinco economías más interesantes y propicias para realizar negocios actualmente son Suiza, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Singapur, en ese orden.
En los siguientes cinco escaños del índice se ubican Estados Unidos, Japón, Alemania, Holanda y Reino Unido.
La nota negativa de la región europea la dio sin duda la vecina Francia, quien retrocedió del lugar número 12 al 18 entre 2005 y 2006.
Criterios de competitividad
Todo índice y/o calificación cubre de gloria o crucifica a quien resulta evaluado.
¿Quién pues, y sobre todo, a partir de qué criterios decide cuáles son las economías más competitivas del orbe?
La respuesta se torna dos veces importante si consideramos que las conclusiones del RCG son ‘norte’ obligado para muchos capitales en el mundo.
El reporte es producto de una consulta entre 85 instituciones económicas a escala internacional, y de una minuciosa encuesta realizada entre 11.000 directivos empresariales de los 125 países involucrados en el trabajo.
«En 2006, en particular, la metodología se transformó tras dos años de trabajo para afinar y mejorar sus criterios», explica Xavier Sala-i-Martin, profesor de la Universidad de Columbia.
Esta vez se hace énfasis especial en factores como la eficiencia y la productividad, así como el entorno para el desarrollo de negocios a pequeña escala, entre muchos otros criterios, indica, por su parte, Michael E. Porter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y coresponsable del proyecto.
Por otra parte, se incluyen 125 en lugar de 117 naciones, lo que también implicó desplazamientos en el índice independientes a los avances o retrocesos intrínsecos a cada economía.
Las fortalezas de Suiza
Suiza escaló a la velocidad del rayo. El año pasado ocupaba el lugar número 8 de Índice de la Competitividad Global (ICG) del WEF. No obstante, bajo los nuevos criterios metodológicos y con la incursión de ocho nuevas economías, se produjo una corrección.
Hoy, el WEF considera que en 2005 Suiza ocupaba el sitio número 4, detrás de Estados Unidos, Finlandia y Suecia. Y detalla que en 2006 desplazó a las tres naciones para coronarse con el primer sitio.
Sus principales fortalezas: la calidad de su infraestructura (1), la elevada calificación de su mano de obra (1), el desarrollo ferroviario (1), su red tecnológica, (1), la sofisticación de su sistema financiero (2), la calidad de sus instituciones científicas (1), la abundancia y calidad de su inversión en desarrollo científico (1).
Sobre Suiza, Augusto López-Claros, economista en jefe del World Economic Forum, explica que «ha hecho las cosas bien durante muchos años. Posee buenas instituciones, infraestructura, capacidad de innovación, desarrollo tecnológico, y aunque su macroeconomía no es tan sólida como podría serlo, ha dado pasos importantes en ese sentido y se le ha reconocido dicho esfuerzo.
«Lo mismo sucede en el ámbito de las finanzas públicas», continúa, «ya que existe una preocupación internacional sobre el impacto que tienen los déficit públicos sobre la estabilidad económica mundial, uno de los talones de Aquiles de Estados Unidos, y una de las razones por las que Suiza le desplazó».
Debilidades helvéticas
Este último comentario de Augusto López-Claros da pie a detallar las debilidades que aún persisten en la economía helvética, y que afectan consecuentemente su nivel de competitividad.
De acuerdo con el RCG, Suiza enfrenta aún serios problemas en apartados como el correspondiente a la Macroeconomía.
Concretamente, ocupa el lugar número 61 de las 125 economías evaluadas, por su nivel de deuda externa; y el sitio 54 por la talla del déficit público del gobierno (un boquete financiero que no deja de crecer).
Con respecto a lo que el WEF denomina ‘Eficiencia de Mercado’, la agricultura sigue siendo el punto débil de Suiza: ocupa el lugar número 111 de 125 por la carga implícita en las subvenciones públicas al campo y el lugar 85 por la existencia de barreras arancelarias al comercio.
Todos ellos factores en los que este organismo defensor del libre mercado a ultranza opina que Suiza debe avanzar.
Vistazo por Europa y Latinoamérica
En un vistazo veloz hacia los vecinos de Suiza, observamos que Francia fue el que salió peor parado en la edición 2006-2007 del índice.
Concretamente, pasó del lugar número 12 al 18 debido, sobre todo, a factores de carácter político. El gobierno no hace esfuerzos por mejorar la legislación laboral ni la transparencia, lo que es una lástima ya que Francia cuenta con infraestructura, empresas, tecnología, ciencia e instituciones de primer nivel, opina nuevamente Augusto López-Claro en su calidad de economista en jefe del WEF.
Después tenemos a Italia, por ejemplo, quien también retrocedió del lugar 38 al 42 por razones similares a las francesas; Alemania que perdió dos escaños (pasó del 6 al 8) debido al cambio de gobierno, la recesión económica de la que apenas sale, y a que tiene pendiente una reforma al sistema de pensiones y de salud; y Austria, finalmente, pasó también del lugar 15 al 17.
Con respecto a América Latina, los países más destacados son: Chile (17), Costa Rica (53), Panamá (57), México (58), El Salvador (61) y Colombia (65). En todas estas naciones existe una constante: economías con pujanza que requieren mayor estabilidad política y, sobre todo, transparencia en sus instituciones, la corrupción los deja fuera de los primeros sitios en materia de competitividad.
Argentina (69) y Brasil (66) ocupan un lugar aparte porque experimentaron fuertes descalabros. En el primer caso, un retroceso de 15 lugares, y en el segundo de 9 sitios, debido a la inestabilidad con la que se han manejado durante el último año.
Decisiones que se contradicen, periodos de altibajos en las tasas de interés, en los precios y el empleo, son la explicación. Falta honestidad en sus gobiernos, según el WEF.
swissinfo, Andrea Ornelas
El WEF es financiado por las 1.000 empresas más rentables del plantea, todas ellas con una facturación anual superior a los 1.200 millones de francos suizos.
Los 10 países más competitivos del mundo son por orden: Suiza, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Singapur, EEUU, Japón, Alemania, Holanda y Reino Unido.
Los 15 menos competitivos son: Angola, Burundi, Chad, Timor, Mozambique, Etiopía, Zimbaue, Malí, Malawi y Burkina Faso.
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) es una organización apolítica y no lucrativa fundada en 1971 por el suizo Klaus Schwab.
El Reporte de la Competitividad Global (RCG) sintetiza la opinión de académicos y directivos de 125 países. Este 2006 considera 90 criterios de evaluación –el triple que en años previos-, entre los que se cuentan la solidez de los sistemas judiciales o la calidad de los sistemas educativos.
Suiza fue la gran ganadora de la edición 2006-2007. Y Estados Unidos el gran perdedor pese a su dinamismo macroeconómico y financiero, ya que registra un déficit público y un déficit corriente históricos, que amenazan la estabilidad de la economía mundial.
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