Suiza, ¿rumbo a una nueva «lista negra» francesa?
Berna decidió “congelar” la ratificación del Convenio de Doble Imposición (CDI) que negoció con París el verano pasado. Una medida de represalia ante la decisión del gobierno galo de perseguir evasores a partir de información que le fue robada al HSBC de Ginebra.
El gobierno francés se defiende y afirma que no utilizar dicha información para atajar a los evasores sería un error.
Comisiones senatoriales galas aprobaron ayer una enmienda que podría incluir a Suiza en 2010 en un nuevo listado de paraísos fiscales.
La tensión fiscal sube de tono entre Berna y París desde hace una semana.
Suiza afirma estar a favor del intercambio de información fiscal y administrativa entre gobiernos cuando se presume evasión de impuestos, pero condena abiertamente la obtención de datos vía medios ilícitos.
Justo el camino que eligió el gobierno francés al aceptar información confidencial sobre la clientela del HSBC de Ginebra que fue robada en 2007 por un ex empleado informático de esta institución crediticia.
Datos que incluyen las coordenadas de 130.000 clientes, de los cuales hasta 3.000 podrían ser franceses, hoy sospechosos de evadir al fisco de casa a través de las cuentas que tenían con el HSBC ginebrino.
Berna anunció este miércoles (16.12) que en protesta ante el proceder del gobierno de Nicolas Sarkozy, suspende la ratificación parlamentaria del Convenio para Evitar la Doble Imposición (CDI) que firmó con París el pasado 28 de agosto.
Pero la administración gala revira de inmediato. Este jueves (17.12), pide a Suiza reflexionar y deja entrever que una posible sanción sería incluirle en una “lista negra” de países no colaboradores en materia fiscal que la propia Francia publicará en 2010.
Respeto a las reglas
¿El fin justifica los medios? En opinión de Suiza, no.
Este miércoles (16.12), durante una conferencia de prensa celebrada en Berna, el Ministro de Finanzas, Hans-Rudof Merz, afirmó que la diferencia que enfrentan su país y Francia “es de la mayor relevancia porque ya existen reglas, condiciones y procedimientos a cumplir cuando se requiere un intercambio de información administrativa y fiscal”.
Y dado que la información que recibió el gobierno francés es producto de un delito –el robo de dichas coordenadas-, no es aceptable para Suiza.
La decisión de pedir al Legislativo helvético frenar la ratificación del CDI con Francia permite manifestar la inconformidad del gobierno, afirmó Merz y agregó que espera celebrar un encuentro con la ministra de Economía, Christine Legarde, en enero próximo.
Por su parte, Eveline Widmer-Schlumpf, ministra de Justicia helvética, confirmó que Suiza tiene conocimiento del robo de información –por parte Hervé Falciani- desde mayo del 2008. Desde entonces pidió la extradición del ex empleado del HSBC, quien actualmente se protege en Suiza.
La situación es inaceptable desde todas las perspectivas, añadió en el encuentro los medios Carlo Buletti, responsable de este dossier en el Ministerio Público suizo, ya que Falciani intentó vender información a otros estados, aparte del francés.
Francia se justifica
Para Eric Woerth, ministro francés del Prespuesto, “el error habría sido no hacer nada y callar. Esto sí tendrían que reprocharlo los franceses. Luchar contra el fraude es lo correcto”, expresó al diario galo ‘La Tribune’.
Reiteró que los servicios de control fiscal recibieron la información de forma anónima y no remunerada. Y no cesaremos en la batalla contra los evasores, dijo y citó que durante el 2009, el fisco francés ha conseguido ingresar a sus arcas el equivalente a 760 millones de francos suizos por parte de defraudadores fiscales, “exactamente el monto equivalente al bono de navidad que el gobierno depositará a 2 millones de familias de escasos recursos”.
En tanto, Bernard Valero, vocero del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia, agregó que “al suspender la ratificación del CDI, Suiza lanza una señal de ambigüedad con respecto al compromiso de transparencia fiscal que asumió frente al G-20”.
“Esperamos que no se trate de una decisión definitiva”, puntualizó Valero.
Una nueva “lista negra”
La Comisión de Finanzas del Senado francés, presidida por Jean Arthuis, confirmó este jueves por la noche que acaba de realizar una enmienda que permitirá inscribir a Suiza en una “lista negra” de paraísos fiscales que Francia publicará en 2010.
Y aunque dicha enmienda debe ser sometida a la aprobación del gobierno y posteriormente avalada –o rechazada- por el Senado en pleno, la determinación tomada ayer abre la puerta a la reinscripción de Suiza a un listado de países opacos en términos fiscales.
Consultado al respecto por swissinfo, el Departamento Federal de Finanzas (DFF) declinó hacer comentarios por el momento.
Los candidatos a esta lista francesa son todos aquellos estados o territorios insuficientemente colaboradores en la lucha contra los paraísos fiscales.
Según el ministerio de economía galo, un par de criterios deben presentarse para incluirlos en la listas: ser países ajenos a la Unión Europea (UE) y carecer de 12 convenciones para evitar la doble tributación apegadas los principios fijados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Suiza cae en el primer supuesto (no ser parte de la UE) y si refrenda su decisión de echar atrás la ratificación del CDI que firmó con Francia, el 1 de enero del 2010 –fecha en la que se hará la evaluación- también se inscribirá en el segundo supuesto.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
Suiza tiene negociados CDI “transparentes” con Noruega, México,Estados Unidos, Japón, Holanda, Polonia, Gran Bretaña, Austria, Finlandia, Qatar y Dinamarca entre otros.
El G-20, principal impulsor de un sistema financiero internacional sin secreto bancario (o claramente acotado) está conformado por: Sudáfrica, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía. Además de por la UE como bloque y diversos organismos financieros internacionales.
Hans-Rudolf Merz, ministro de Finanzas de Suiza, y la ministra francesa de Economía, Industria y Empleo, Christine Lagarde, firmaron en Berna (28.08) un convenido tributario apegado al Artículo 26 de la Convención Fiscal de la OCDE.
El Artículo 26 compromete a los gobiernos firmantes a compartir información bancaria y fiscal entre sí para evitar evasión, fraude fiscal y lavado de dinero.
En marzo pasado, Suiza anunció la flexibilización de su secreto bancario y su intención de compartir información fiscal con otros gobiernos. Pese a ello, Suiza fue incluida en una “lista gris” de la OCDE de países no colaboradores y el G-20 le exigió firmar 12 convenios fiscales bajo reglas de la OCDE para pasarle a la lista blanca.
Suiza cumplió y fue retirada de la “lista gris” en septiembre pasado.
Hervé Falciani, experto en informática de 38 años y origen franco-italiano, trabajó para el HSBC de Ginebra durante varios años durante la presente década.
Entre 2006 y 2007, robó información al banco correspondiente a unos 130.000 clientes de distintas nacionalidades.
Datos que presuntamente intentó vender al gobierno libanés, información que este último rechazó, pero que le permitió poner a Suiza en alerta. Hervé se fugó de Suiza para refugiarse en Francia y Suiza ha pedido su extradición a través de una demanda interpuesta en mayo del 2008, que hasta la fecha no ha sido atendida por París.
En una entrevista concedida a la cadena televisiva France2, afirmó el pasado lunes (14.12): “No tener miedo, no haber recibido dinero del gobierno francés, y tampoco esconderse de nadie”. Según sus palabras, cuando se descubre que el banco en el que trabajas consiente la evasión fiscal, sólo quedan dos caminos, actuar como una avestruz o denunciar.
En su momento, HSBC confirmó el robo de información, pero afirmó que sólo afectaba a una decena de clientes.
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